Una bicicleta eléctrica es un medio de transporte económico y ecológico que resulta ideal para viajes en la ciudad.

Por estos motivos, cada vez más personas buscan conseguir una. Actualmente, una de las opciones es recurrir al mercado de segunda mano, en el que es posible encontrar distintas oportunidades y precios accesibles.

Según los especialistas de la tienda especializada eBike, lo primero que hay que determinar a la hora de comprar una unidad de segunda mano es qué tipo de modelo es el que mejor se adapta a las necesidades del usuario. Por ejemplo, hoy en día, existe una gran variedad de bicicletas eléctricas plegables, de gravel, de montaña, de carretera o de doble suspensión, entre otras opciones.

A quién comprar y en qué fijarse a la hora de comprar una bicicleta eléctrica de segunda mano

Uno de los principales factores a considerar a la hora de comprar una bicicleta con motor y batería de segunda mano es quién la vende. En este sentido, no es lo mismo adquirirla de manos de una particular que en una tienda. En el primer caso, si el vendedor se encuentra lejos, es difícil realizar un reclamo o, si fuera necesario, obtener un reembolso. En cambio, en un negocio como eBike es posible adquirir bicicletas eléctricas de ocasión que corresponden a modelos de tests o de exposición, con muy pocos kilómetros y en perfecto estado.

En todos los casos, otro factor de suma importancia es el estado de la batería y del motor. Estos componentes determinan la autonomía. Es ideal poder probar la bicicleta antes de tomar la decisión de compra, para observar la duración de la batería y los kilómetros que se pueden hacer con ella. Por otra parte, es importante tener en cuenta que es más económico regenerar una batería usada que comprar una nueva, ya que esto supone entre el 30 y el 35 % del precio de venta de una unidad a estrenar.

Kilometraje y frenos

El kilometraje es un factor decisivo a la hora de considerar el desgaste de una bicicleta eléctrica. En este sentido, también es interesante saber en qué tipo de terreno ha sido utilizado el vehículo porque esto repercute en los engranajes, frenos y neumáticos. Por lo general, las pastillas de freno deben cambiarse cada 500-1.000 kilómetros y la cadena cada 1.500-2.000 kilómetros.

El estado de estas piezas puede comprobarse observando decoloración y marcas. A su vez, si los frenos hacen ruido es una mala señal. En cuanto a las ruedas, es recomendable hacerlas girar en el aire, para poder comprobar si están torcidas o rectas.

A la hora de comprar una bicicleta eléctrica de segunda mano, una de las mejores opciones es recurrir a una tienda de confianza como eBike, que ofrece garantías y cuenta con modelos con poco uso.