Más de 70 representantes del mundo de la fotografía, el cine, las letras, el periodismo, la sociología, el deporte e incluso la judicatura colaboran en una exposición virtual en favor de la mujer afgana que ha visto la luz estos días en internet

Se trata de un proyecto eminentemente artístico y sin ánimo de lucro que tiene como objetivo evitar que el drama que atraviesa uno de los colectivos más castigados del planeta caiga en el olvido.

Una treintena de profesionales de la fotografía y una treintena de autoras y autores han puesto en común su talento para resaltar la sinrazón del poder fundamentalista en Afganistán, donde mujeres y niñas son las mayores víctimas.

El cuerpo central de la muestra engloba 32 imágenes (y sus respectivos textos anexos) que han sido recreadas en distintos puntos de la geografía española, evocando desde una vertiente figurada el sufrimiento que causan las restricciones del régimen talibán.

Asimismo, la exposición cuenta con otros espacios y protagonistas que también ayudan con sus aportaciones documentales a dar una idea del infierno resurgido en Afganistán. Destacan los trabajos del reportero español Antonio Pampliega o los testimonios de la exvicepresidenta de la Asamblea Nacional de Afganistán, Fawzia Koofi, o las refugiadas Khadija Amin (en España) o Nilofar Ayoubi (en Polonia).

También resalta la presencia de Sandra Sánchez, la mejor karateca de la historia, que ha accedido a posar como modelo de una de las fotografías.

La idea ha sido dirigida, producida y coordinada durante los últimos siete meses por F8 Tours / F8 Estudio, con sede en Tudela, y todas las personas que colaboran en ella participan de forma altruista y solidaria. "No hemos dejado de sorprendernos, no es fácil encontrar una respuesta colectiva de esta magnitud y estamos muy orgullosos", afirma Begoña Osambela, una de las cabezas visibles del estudio de fotografía navarro del que surgió la iniciativa.

Según relata Carlos Forcada, la otra mitad de F8 Tours / F8 estudio, todo comenzó de forma doméstica, casi familiar, de boca en boca, pidiendo el apoyo de personas cercanas y conocidas de toda la vida. Pero poco después, de la noche a la mañana lanzaron un llamamiento a gente relevante de distintos sectores del país, buscando que el proyecto creciera desde el impacto que podrían producir determinadas figuras conocidas.Eso sí, figuras con un claro perfil de compromiso social y solidario.

"Fue como lanzar muchos mensajes en una botella al mar --relata Forcada-- y de repente vimos cómo muchos de los mejores fotógrafos profesionales de España o cómo famosos como Coixet, Trueba, Sabatés, Olmeda, Pedro Blanco, Paloma del Río, Ana Belén, Itziar Miranda y muchos más nos decían que sí". Lo que ocurrió a continuación se intuye: "Nos dimos cuenta de que esto podría llegar muy lejos", añade Begoña Osambela.

Según explican ambos, el primer objetivo del proyecto pasa por "hacer todo el ruido" posible a través de la mirada. Difundir todo lo posible que actualmente existe un lugar en el mundo donde una serie de restricciones contra la mujer retratan un régimen gobernante incompatible con lo que hoy se entiende por civilización.