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Cómo la planificación y la productividad te pueden ayudar en tu vuelta al trabajo

Después de las vacaciones, de recargar energía y de disfrutar del verano sin las rutinas diarias, el mes de septiembre es sinónimo de regreso al trabajo, de volver a conciliar vida profesional y familiar y de coordinar horarios para organizar las tareas laborales y domésticas. 

Para que la vuelta al trabajo sea más llevadera y evitar que no suframos el llamado síndrome posvacacional, la planificación de las tareas se presenta como una herramienta fundamental para que la productividad nos permita rendir en nuestro desempeño diario. El equipo de psicólogos de Affor Health, ha elaborado 10 consejos para que el regreso al trabajo sea lo más llevadero y productivo posible, y podamos disfrutar de nuestros momentos de ocio con la familia y amigos 

Técnicas y herramientas para mejorar nuestra productividad en el lugar de trabajo: 

Regreso paulatino al día a día. Al igual que durante el año es recomendable planificar tus actividades el día anterior, en la vuelta al trabajo es necesario visualizar y planificar las tareas que tienes que realizar en la primera semana y sucesivas, haciendo un listado y, si puedes, concretando el tiempo que invertirás en ellas para evitar agobios y sensación de estrés nada más llegar de las vacaciones. Establecer prioridades resulta fundamental para cumplir con tus responsabilidades.

Dedicar un tiempo para cada tarea. Una vez que has realizado esa planificación, ordena las actividades pendientes por prioridades en función de su valor. Realiza las actividades más difíciles primero y deja las más sencillas para lo último. Puedes plantearte cumplir objetivos a corto, medio y largo plazo, repartiendo las tareas en días, semanas o meses, aunque sin perder de vista el cumplimiento de las mismas en un tiempo determinado.

Planifica tu tiempo para contestar correos electrónicos. El correo electrónico se ha convertido para muchas profesiones en una herramienta indispensable para el desarrollo de la actividad, pero es fundamental no estar pendiente de él durante toda la jornada laboral, porque si los respondes en el momento en que te llegan no te quedará espacio para hacer nada más. Por eso, siempre que puedes, reserva un tiempo específico del día para contestar los correos y simplifica esa actividad. 

Ladrones de tiempo. Las llamadas, el correo electrónico, la mensajería instantánea que empleamos en el portátil y el móvil o alguna conversación de más con los compañeros nos pueden distraer de nuestro objetivo diario. Por eso es recomendable enfocarse en la tarea que estás realizando para evitar las distracciones, lo que seguro que mejorará tu rendimiento. 

Consulta tu agenda o calendario. Con la vorágine del día a día, a veces suele ser complicado tener presente las fechas de entrega de proyectos o recordar las reuniones planificadas con antelación, por lo que una opción es anotarlas en una agenda o registrarla en los calendarios de las herramientas digitales de correo electrónico, lo que te ayudará a tener menos carga mental en cuanto a recordatorios, cuando revises las fechas en la planificación de tus actividades. 

Técnicas y herramientas para mejorar nuestra productividad fuera del trabajo

Duerme lo necesario. Los profesionales médicos recomiendan dormir ocho horas, aunque no todas las personas necesitan dormir ese tiempo para ser productivo durante el día siguiente. Lo importante es que las horas de sueño sean de descanso para empezar el día con energía. Por eso, si tienes alguna dificultad para dormir puedes hacer uso de técnicas de relajación que te preparen para conciliar el sueño o leer un libro, mejor que consultar el móvil. La luz azul estimula nuestro cerebro y nos resta tiempo de sueño. También es importante que ambientes adecuadamente tu habitación, con luz tenue o sin luz, pero que sea un lugar que te resulte cómodo para poder dormir mejor. 

Dieta saludable. La alimentación tiene un importante valor en nuestra salud física y mental. Por eso tener una dieta rica en alimentos que nos aporten los nutrientes y vitaminas necesarias para tener un buen rendimiento mental y laboral, nos dará un plus en la búsqueda hacia la productividad en el día a día. Además de eso, es importante llevar horarios y rutinas de alimentación para obtener la energía que necesitas.

Haz deporte o muévete. Los beneficios del deporte son muchos y todos buenos. A nivel físico nos ayuda a mejorar nuestra salud, nuestra musculatura, regula la presión arterial y nuestra resistencia aeróbica, entre otros aspectos. A nivel mental, reduce el estrés y la ansiedad, favorece el descanso, amplía nuestras relaciones personales fuera del círculo profesional y nos ayuda a reforzar nuestra autoestima. Si todavía no haces deporte, búscate alguno que vaya con tus gustos. Si te resistes, por lo menos anda media hora al día porque el ejercicio es fundamental para equilibrar cuerpo y mente. 

Disfruta de tu tiempo de ocio. Cuando no estés trabajando, disfruta de las actividades de ocio, las que te procuren alegrías o felicidad, por ejemplo, pasar tiempo con tu familia o amigos. Si tienes hijos, dedica el tiempo de calidad que a veces por el colegio y los horarios laborales nos falta, escuchándoles, jugando o realizando alguna actividad juntos. Del mismo modo que puedes visitar a tus padres. La cocina, la lectura o ver series y películas nos ayudan a desconectar de nuestras tareas profesionales. 

Mantén en orden tu espacio personal. El espacio que habitamos influye en la forma que percibimos nuestra vida y esto impacta en nuestro estado emocional. Mantener tu espacio limpio y ordenado siempre te dará una sensación de alivio y bienestar produciendo efectos positivos en tu motivación personal. Del mismo modo que tener un espacio de trabajo ordenado facilita nuestra concentración.

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