Julio García Gómez, experto en habilidades, competencias y destrezas personales de comunicación de la Fundación Casaverde.
Menos pantallas y más cara a cara físico. Dediquemos al menos 15 minutos diarios a vernos las caras en vivo y en directo, a hablarnos en persona. La pregunta y la respuesta, el diálogo, es el elemento más efectivo para saber qué ocurre en el entorno familiar, padres, hijos, hermanos.
Hay que respetar la independencia y a la vez fomentar la proximidad. El cambio de lugar de residencia concentra a la familia en espacios diferentes a los habituales, por ello es fundamental que cada miembro tenga su espacio escénico y su “aire”. No obstante, eso no quiere decir distanciamiento; al contrario, la relación podrá ser más directa y permanente si procuramos acercarnos y aproximarnos con los mensajes y las ideas que transmitimos.
Educar en comunicación. Uno de los objetivos en esta época del año de mayor convivencia es educar a los hijos en buenos hábitos de comunicación para que se acostumbren a responder algo más que SÍ o NO a cualquiera de nuestras preguntas.
Practica buenos hábitos de comunicación: concentra los mensajes y no alargues las frases, condensa las ideas como titulares periodísticos con impactos cargados de fuerza y regulariza la comunicación en las franjas de mañana, tarde y noche, de manera que haya regularidad en la frecuencia de comunicación.
La gamificación, como técnica de aprendizaje por el juego, funciona en comunicación. La educación en habilidades, competencias y recursos de comunicación es más eficaz si es amena y hasta divertida, pues el carácter lúdico facilita interiorizar los conocimientos y genera experiencias positivas.
Juegos para adquirir habilidades de comunicación
“La mochila misteriosa”. Guarda en una mochila o bolsa unos objetos de uso cotidiano (peine, cuchara, lápiz, gafas…), sin que nadie los vea. El juego consiste en que un miembro del grupo, de los amigos, o de la familia, saque un objeto sin mirar e improvise durante 30 segundos sobre ese objeto.
TV Family Vídeo”. Lo mismo, pero con imagen. Grabar un breve vídeo de 30 segundos con lo que a cada uno se le ocurra de la jornada transcurrida. Luego comentar entre todos.
Mesa de debate con premio. Reunirse la familia y debatir un tema cualquiera, intrascendente, durante 10 minutos. Unos juegan el rol a favor y otros en contra. Alguien ejerce de moderador, saca unas conclusiones al final y concede un premio al “mejor comunicador”.