Así es cómo se podría definir la llamativa carrera docente y musical de Vicente Ramírez, un compositor, productor musical y artista visual conocido en el ámbito de la música electrónica indie como Kuma Pop.
Vicente Ramírez es, además, doctor en ciencias sociales y educación por la Universidad de Cádiz, y compagina su trabajo en la prestigiosa Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) con el de la composición y la producción musical.
Después de 10 años dando clases en España amplió sus horizontes profesionales a Japón y Estados Unidos, pasando por ciudades como Tokio, Kioto, San Francisco, Nueva York y Los Ángeles.
Resulta inspirador descubrir cómo un profesor internacional compagina su pasión por la producción de música electrónica con la docencia, y a la vez lleva su música a lugares como Burning Man e Ibiza. Todo ello siendo además padre.
Su fórmula es contundente: “pasión, atrevimiento y trabajo. Desde niño me gustaba escribir letras a las que luego ponía melodías que grababa en un viejo cassette. Era una forma de expresar y explorar lo que sentía. Eso se convirtió en una necesidad creativa vital. Hasta los 23 años era todo lo que hacía, después empecé a dar clases, que también me apasiona. Comencé en Madrid como profesor en primaria, pasé a secundaria y después, en Estados Unidos, llegué al nivel universitario. Casi sin darme cuenta el trabajo como docente ocupó todo mi tiempo. Durante algunos años, mi pasión por la composición se vio empujada a un segundo plano hasta que decidí rescatarla planificando una semi-excedencia que me lo permitiera.”
Las producciones de Kuma Pop fusionan distintos estilos electrónicos, con un toque pop, que se caracterizan por la emotividad de sus estructuras melódicas, ejecutadas con todo tipo de pirotecnia tecnológica, sintetizadores y la inclusión de algunos elementos étnicos y orquestales. Sus arreglos concilian la esencia del techno y el pop de los 90 con lo transcendente, y hasta lo espiritual.
En plataformas digitales como Spotify su música se define como: “melodic, emotional, break and disco fusion”. Y ciertamente hay mucho de todo eso en cada unas de sus canciones.
Uno de sus distintivos lo aporta el mensaje con el que envuelve cada single que publica. Sus vídeos, música y puesta en escena se coordinan para narrar mensajes generalmente atrevidos y reflexivos que consiguen despertar emociones y lecturas más profundas en su público y que van desde la crítica a la desigualdad social en su canción “El Mundo”, a una sarcástica historia sobre los aficionados a los videojuegos en “Terapia 4D”, a la reflexión sobre ciertas actitudes en las redes sociales y a la reivindicación feminista en “Supergirl”. En su canción “El Mundo” se escucha: “el mundo gira en torno a según quién lo piensa… el mundo pone precios al nivel de sus normas… El mundo nos atrapa dentro de otras personas…” Incluso en sus canciones aparentemente más convencionales se termina revelando una intencionalidad creativa, musical y emocional compleja y excitante.
El compositor gaditano de Sanlúcar de Barrameda, también colabora, compone y produce para otros artistas indie. En su single “The Vibe”, Martina, una joven de solo 13 años canta un pegadizo: “nací en los 2000, pero amo los 90, corazón de los 80 y me flipan los 70”. Es esa mezcla genuina de electrónica melódica y de retro-future-pop, con letras significativas, lo que hace que la música de Kuma Pop se distinga sin necesidad de recurrir a lo fácil.
El artista defiende que “lo más importante es expresar lo que te apetece, sin que la corriente del momento dicte lo que deberías hacer o te presione sobre cómo deberías sonar. Como fanático de la electrónica de los 90, en mis canciones se invoca el carácter de aquella década, pero entrelazado con mi visión actual.”
Como se ve en su cuenta de Instagram, en ocasiones se alía con artistas de otras disciplinas, como acróbatas, para desplegar ante el público una experiencia audiovisual extraordinaria. En su actuación en el Festival Iconos de Ibiza 2022, junto al grupo Acrobati-K, presentó un espectáculo enérgico y emotivo a la vez, en el que la música, sus vídeos y el trabajo de los acróbatas, mantuvieron hipnotizados a todos los presentes, que no podían dejar de grabar con sus móviles.
“La verdad es que fue una de las experiencias más bonitas de mi vida, me gustaría seguir explorando ese formato escénico.”
En cuanto a su trabajo en la enseñanza afirma: ''Es una profesión que vive en mi corazón, y que no deja de hacerme feliz. Después de casi 20 años dando clases, en todos los niveles y en distintos países, sentía que era un buen momento para hacer una pausa y seguir sumando experiencias, que al final podré trasladar a las aulas cuando decida volver a ellas. No es lo mismo enseñar desde lo que pone en un libro a hacerlo desde lo que hemos vivido.”
Kuma Pop se declara “Burner”, que se podría decir que es el gentilicio que reciben quienes pertenecen a la comunidad y defienden los principios de la cultura Burning Man, el festival de música y arte celebrado cada año en el desierto de Nevada, donde durante una semana se construye una ciudad considerada por muchos la experiencia más cercana a una utopía global. Es allí donde Kuma Pop reconectó con su necesidad de volver a componer y compartir sus producciones, participando en el mítico camp Planet Earth y más tarde en Red Herring.
El 19 de agosto se publica su nuevo single, ''Amor en el Desierto'' (AEED), donde la confluencia de electrónica con rasgos arábigos induce a un potente y hermoso éxtasis armónico.
En cada nuevo track, Kuma Pop expande su imaginativo universo melódico, con una visión tan mágica y personal como impredecible.
Se puede escuchar la música de Kuma Pop en las plataformas musicales digitales y YouTube y conocer más sobre él en su cuenta de Instagram.