Con el propósito de romper estereotipos sobre la vida en el mundo rural y demostrar que es un espacio vivo con historias propias nace Orgullosamente Rurales, que se define como un proyecto de "pañuelos con raíces" y tiene origen en la Costa da Morte (A Coruña). Las piezas de esta firma están diseñadas por la creadora gallega Xiana Cobo y confeccionadas en Peligros, un pequeño pueblo ubicado en la Vega de Granada.
¿En qué se basa la filosofía de Orgullosamente Rurales?
El proyecto tiene un compromiso social definido hacia el mundo rural desde el que nace. Por ello, destina 1 euro por cada venta de pañuelo a entidades que trabajan desde y para dicho ámbito. Hasta el momento, ha colaborado con las asociaciones Calo Rural, en Costa da Morte (A Coruña), que tiene por objetivo impulsar un turismo más sostenible y actuar en defensa del paisaje, y la Asociación Cultural Adro, la cual centra su lucha en el mantenimiento y la difusión de la música tradicional gallega.
Cada modelo de foulard y pañuelo que ofrecen se elabora con seda cien por cien natural y se inspira en el traje tradicional gallego, lleno de color, pero reactualizado con escenas que trasladan al mundo rural actual. Un mundo rural que mira hacia el pasado como inspiración y fuerza, pero que tiene también su mente puesta en el futuro.
¿Cómo son los pañuelos de Orgullosamente Rurales?
El catálogo cuenta con distintos modelos de pañuelos y foulard, todos ellos en tonalidades intensas y brillantes. Estas prendas versátiles pueden utilizarse sobre la espalda, los hombros, atadas al cuello, en la cabeza o decorando un bolso. Cada pieza es fabricada cuidando al máximo los detalles y el diseño, lo que hace que sea un ejemplar único.
Los accesorios contienen escenas campestres claves dentro del mundo rural, como el Pañuelo Verbena, que representa las tradicionales fiestas de verano con un fondo de iglesia parroquial y pasodoble. En ellos también tienen un papel destacado las abuelas, como representación de los ancestros, la joven agricultora que decide apostar por su aldea o la retranca del somier que cierra tantas fincas gallegas.
El objetivo fundamental es crear pañuelos para contar la historia de las mujeres rurales, una historia que mira al pasado, pero que es también de presente y futuro. De esta manera, queda plasmado el orgullo rural que sienten por sus raíces y sus acentos.