Frente al riesgo cierto de que los estados avancen en el control de los datos y limiten libertades y derechos fundamentales, el ingeniero informático en esta materia D. Eppo Bruins, de ECPM, nos argumentaba en Madrid, el pasado 18 de junio que, proponía recuperar el marco de la S.S.I (Self Sovereign Identity), cuyos principios básicos fueron formulados en 2016 por Christopher Aliens y nos planteaba interrogantes muy inquietantes : ¿Quién debería definir qué aspectos o atributos son necesarios en la "digital wallet" y qué empresas o instituciones podrían detentar esos datos? ¿Debería haber un "guardián" europeo, que vigilase a los gestores de nuestra elD? ¿Deberían tener Eid también los menores? ¿Y qué pasa con las personas que carecen de habilidades digitales? Como ven ustedes, opinamos hemos llegado con cierto tiempo y, a través de nuestros eurodiputados y resto de partidos políticos cristianos europeos no vamos a dejar de estar pendientes y de cuestionar todo este cañón de preguntas exigiendo o mejorando las garantías ante tal posible tormenta.
Por su parte, también el pasado 18 de Junio en Madrid, el eurodiputado rumano Christian Terhes coincidía en que el problema de elDas es que se pretende imponer desde los estados y la UE, sin haberse hecho previamente una reflexión y discusión sobre sus beneficios y costes. Según Terhes "no se ha querido hablar de los riesgos y además, las peticiones formuladas para que pueda plantearse este debate en el Parlamento Europeo, han sido ignoradas". Se añadía que la centralización de los datos personales hará que todos ellos estén accesibles en servidores informáticos, en manos de los técnicos. "Con una identificación y verificación única, el sistema sabrá quién eres, tendrá control sobre tus movimientos y conocimiento detallado sobre tus comportamientos, preferencias, etc. Lo que convertirá a la UE en el lugar del mundo, posiblemente, más peligroso en términos de mayor vulnerabilidad respecto a los datos, relaciones y transacciones de los ciudadanos.
La consecuencia en la vida cotidiana, se advierte, es que si no puedes verificar, autenticar tu identidad, no existes y, entonces, ¿Estamos o estaremos dispuestos a asumir estos riesgos? Cuando China ya ha asumido e impone este sistema de control y EEUU está dispuesto a adoptarlo sin apenas restricciones, ¿podría existir una solución alternativa a la propuesta del elDas, más conforme con la tradición democrática europea?. Terhes, tecnológicamente hablando, comentaría que sería sencillo que cada persona pudiera seleccionar "las puertas" que abre esta "llave" centralizada de identificación de modo que restringiera el acceso de gobernantes, técnicos y empresas a determinadas áreas. Sólo es necesaria la voluntad política para respetar y garantizar la legítima aspiración de muchas personas de mantener la integridad de su soberanía sobre su identidad personal.
El mismo día en Madrid, el eurodiputado holandés Bert-Jan Ruissen también se preguntaba sobre la filosofía subyacente a esta propuesta y qué pasa con las personas a quienes no les gusta tal propuesta, ya que si pretendieras resistirte a ella, entonces quedas "fuera", "cancelado", privado del ejercicio de algunos derechos y del disfrute de determinados servicios o de poder usar de medios tan sencillos como necesarios al estilo de comprar en los supermercados, billetes de avión o el simple acceso a un restaurante.
Asumiendo que la Identidad Digital Europea es posible que ya sea imparable y es un hecho en nuestras vidas el inexorable poder que ya tienen empresas y gobernantes sobre nosotros, nuestra opinión es que los ciudadanos europeos deberían ser advertidos sobre estos riesgos, en orden a abrir un debate, para que, antes de que sea demasiado tarde, establezcamos un marco para la identidad digital europea que limite los riesgos detectados. Un marco normativo único en todo el espacio de la UE, que nos permita recuperar nuestra soberanía personal sobre nuestra propia identidad, sobre la base de principios como la inviolabilidad de la persona, la voluntariedad e interconectividad junto al derecho de la intimidad. Parece imperativo y urgente redefinir el marco y los límites en los que el Estado y empresas privadas donde los ciudadanos nos jugamos derechos fundamentales y nos atreveríamos a decir que, por lo mismo, la vigencia de las bases de la democracia y del Estado del Derecho.
José Carlos Abellán Salort. Partido Político CONTIGO MÁS.
Mariano Galián Tudela. Partido Político VALORES.