La voz ajada y sabia de Pablo Guerrero dice adiós. De palabra ya lo había hecho cuando decidió que no escribiría más poesía. Ahora también se aleja del micrófono, una decisión que toma tras cincuenta años de carrera. Pero antes de irse, un último disco,Y volvimos a abrazarnos, que habla precisamente de despedidas y cuyo título alude a los afectos reencontrados tras la pandemia.
Acompañado deJuan Lafuente(guitarra),Luis Mendo(guitarra y voz),Pablo Guerreroofrecerá un concierto en el Club Atalaya, dentro de los actos organizados con motivo de la XVIII Semana Republicana.
El concierto tendrá lugar elsábado 16 Abril, a las21 horas. Las entradas están a la venta en la plataforma Compralaentrada
Pablo Guerrero es un ejemplo de resistencia dentro del muchas veces proceloso ámbito de la canción de autor. El extremeño ha construido durante décadas un cancionero de gran potencia lírica, sin naufragar ante las mudanzas que marcan los tiempos o la hostilidad de las modas y públicos cambiantes. Guerrero resiste desde aquel recital en el Olympia parisino que albergó su canción en los años setenta, siguiendo el ejemplo y el magisterio de Paco Ibáñez, hasta este presente que marca la aparición de Y volvimos a abrazarnos, de título elocuente, con la voz y el eco pandémico marcando todo lo visible y lo invisible,
El cantautor extremeño es un poeta que canta buscando la emoción precisa. Con la voz que le queda sublima lo pequeño, acompañándose del oficio y talento de Luis Mendo, viejo compañero de camino que ha actuado en varias ocasiones en el Club Atalaya con su grupo Suburbano. Y volvimos a abrazarnos es un disco reposado, un disco que rezuma esa verdad y esa difícil sencillez de quien nunca entendió la canción al margen del don mismo de la palabra poética.