El 7 de abril se celebrada el Día Mundial de Salud instaurado por la Organización Mundial de la Salud OMS, entre cuyos objetivos se encuentran informar a la población sobre la necesidad de llevar una vida sana, crear conciencia sobre las enfermedades mundiales y promover hábitos saludables en las personas. Por ello, la Fundación Casaverde pone de relieve el papel de los profesionales, en su relación con los pacientes o residentes, que día a día velan por las personas para mejorar su calidad de vida desde la rehabilitación y los cuidados.
Un grupo de ocho profesionales de la sanidad, en representación del resto de compañeros, expresan sus testimonios emocionales en la ardua, pero gratificante tarea de ayudar a mejorar la salud de las personas.
Marina Martínez. Departamento Técnico y de Calidad. "Me siento identificada con la frase de Avedis Donabedian, impulsor de la calidad asistencial: ´el secreto de la calidad es el amor, amor a las personas, amor al conocimiento´. Por ello, es mi absoluta pasión poder desarrollar acciones que repercutan de manera directa en un aumento de la calidad de vida de todas las personas. Esto es lo que más me gusta de mi trabajo/pasión, y es lo que me impulsa y guía en todas las esferas de mi día a día".
Yolanda Ramos. Logopeda. "Me gustan muchas cosas de mi trabajo, a pesar de lo duro que resulta en ocasiones: poder comunicarme con mis pacientes, el día a día con ellos y sus familiares, poder tener las herramientas para ayudar de alguna forma por muy pequeña que sea. El trato humano hace que el aprendizaje sea mutuo; es lo que tiene este tipo de trabajos, que al final del día ambos nos llevamos la mochila cargada de lecciones".
Noelia Ruiz. Fisioterapeuta. "Quizás sea el trabajo más gratificante que he tenido y me hace sentirme más feliz. Cada día es distinto, y no solo por tratar lesiones, sino por el contacto que tenemos con el residente que puede ser algo inexplicable para todas aquellas personas que estamos día tras día con ellos. Nos aportan sus vivencias e inquietudes y su nueva etapa se hace más llevadera y activa. Nos comentan que su vida es más agradable con el trato tan humano y cercano hacia ellos".
Natalia Piñero. Auxiliar de Enfermería. "Personalmente mi trabajo es totalmente vocacional. Es enriquecedor poder ayudar a las personas que no se valen por sí mismas, hacerlas sentirse bien, que sean felices, que estén a gusto, que se vean integradas en la sociedad. Los usuarios se despiertan con nosotros por las mañanas con una sonrisa para empezar el día. Es muy gratificante ver que es recíproco. La comunicación es muy importante. Dar y recibir tanto cariño de esta familia que hemos formado es maravilloso".
Alejandra Tarí. Terapeuta Ocupacional. "Intento realizar mi profesión como acompañante en el proceso de mejora o mantenimiento para así favorecer el esfuerzo y que perdure la autonomía de la persona durante el mayor tiempo posible. Bajo el modelo de atención centrado en la persona, se confecciona el plan de atención individualizado donde se trabajan de manera multidisciplinar todas las áreas, cognitiva, emocional, funcional, física y social, personalizando así los cuidados y actividades de cada paciente".
Noelia Porras. Trabajadora social. "Es importante mantener y mejorar la calidad de vida de los residentes en el ámbito social. Para ello hay que velar porque cada residente tenga una buena situación personal, social y familiar. Hay que favorecer la adaptación e integración de los nuevos y nuevas residentes, informar, orientar, derivar o ayudar a tramitar prestaciones y recursos necesarios que soliciten los residentes o sus familiares. Y coordinarse con el resto del equipo multidisciplinar para dar una atención íntegra a los residentes".
Patricia Salido. Admisión y recepción de residentes. "Me gusta mucho el trato con la gente y ayudar a los demás. Aunque es un trabajo intenso, te da muchas satisfacciones de los mayores, por y para quien trabajamos. Es bonito cuando un residente te pide ayuda porque no recuerda algo, por ejemplo, y entonces le puedes orientar sobre lo que quiere saber y ayudar a refrescar su memoria. Todo esto es muy gratificante y ves como los mayores se sienten bien con la orientación que les has podido dar".
Esther Peña. Fisioterapeuta."Lo mejor de este trabajo es poder escuchar, aprender y disfrutar de nuestros mayores. Y si con mi profesión además puedo proporcionar mayor bienestar, la satisfacción es doble. Cuando le dicen a uno ´vuelvo a andar gracias a ti´, hace que merezca la pena lo que hacemos. Hay que avanzar en el respeto a la persona mayor, todos vamos a serlo; en la protección de sus derechos y en el sentido de la responsabilidad".