El 80% de los conductores de motocicletas son hombres, frente al 20% que forman las mujeres

Trackting presenta las 10 motos más robadas con el fin de ponerlo en conocimiento del público, y protegerlas

El mundo del motociclismo es un sector bastante masculinizado que, cada día, se abre más a la mujer. Siguiendo el estudio "Las dos ruedas en España", elaborado por Estamos Seguros, el 80% de los conductores son hombres, frente a un 20% de las mujeres, que poco a poco van aumentando el interés por los vehículos de dos ruedas. Entre los moteros varones, es más dado interesarse por este hobbie en las edades comprendidas entre los 45 y 48 años, que suele ser el único conductor del vehículo y el único que aparece en la póliza del seguro.

Siguiendo el estudio, en cuanto a los tipos de motor que se utilizan, la mitad de los conductores conducen una motocicleta. Un 37% se pone al manillar de un scooter, un 11% viaja en ciclomotor y un 2% lo hace en otros vehículos de dos ruedas. La mayoría de ellos poseen una moto de entre 51 y 125 CC. Los principales movimientos son cortos, ya que suelen hacerse por la ciudad y un porcentaje menor por carretera. El estudio de Radiografía del motorista en España, elaborado por Midas en colaboración con la DGT, sostiene que el 60% de los motoristas afirma coger la moto porque disfruta, especialmente aquellos que conducen motos de gran cilindrada, frente a un 38% que afirma preferir viajar en moto porque les resulta más práctico.

Sin embargo, según fuentes de Trackting, expertos en sistemas de localización de vehículos, tener una moto en nuestro país no es del todo seguro, ya que los robos de estas aumentan de forma exponencial. Cabe destacar que las motos más robadas en España tienen una estrecha relación con las motos más vendidas, por la sencilla razón de que muchos de los robos tienen como fin despiezar las motocicletas para revender sus accesorios por separado.

Los modelos de motos más robadas en España

Los propietarios de los vehículos están cada vez más preocupados por el aumento de robos exponencial. Es por esto por lo que Trackting ofrece una lista con las motocicletas más robadas para aumentar la seguridad de estas:

HONDA SH 125

Un escúter conocido popularmente como "scoopy", que lleva muchos años en el mercado y que mes tras mes se encuentra entre las motos más vendidas en España. Lo que es muy atractivo para los ladrones, ya que existe un gran mercado de piezas ilegales, hasta tal punto de que una de cada cuatro motos sustraídas, es un ejemplar de esta.

Yamaha TMAX

A pesar de que la "scoopy" sea la moto más robada del mercado, la marca que más hurtos sufre es Yamaha, que acumula un 32% de las motos que se roban en España, a diferencia de Honda, explicada en el punto anterior que tiene un 28% de los robos.

Kawasaki Z

La marca Kawasaki es la tercera en el pódium en cuanto a los robos que se realizan en España (17%). Siendo la Kawasaki Z el modelo más deseado por los ladrones. Esto de nuevo se debe a sus altas ventas mensuales, que influyen con que son compatibles con las limitaciones del carnet A2.

Al pódium de las tres motos más robadas, le siguen Yamaha X-Max, KTM 125 Duke, BMW GS, Yamaha YZF-R1, Yamaha Cygnus, Yamaha Neos, SYM Symphony.

Uno de los motivos por los que esta cifra es tan alta, es la facilidad de los especialistas para robar una moto, pudiendo hacerlo incluso en menos de un minuto. Esto no quiere decir que no se pueda dificultar la tarea, usando dispositivos de seguridad como los localizadores GPS. Sin embargo, son muy pocos los que cuentan con este tipo de sistemas, lo que supone que sólo el 10% de las motos se recuperan tras ser robadas.

Sobre Tracking

Fundada por Claudio Carnevali, actual CEO con 10 años de experiencia en el campo del IoT y de los dispositivos electrónicos conectados por GPS, Trackting Srl es una PYME innovadora especializada en sistemas de localización profesional con instalaciones en la región Marche, una zona con una histórica vocación manufacturera, y una sede operativa en Roma.

Su filosofía de producción se resume en el concepto de 'artesanía digital', que deriva de la cultura de las PYMES made in Italy: un cuidado casi maníaco del producto en todos sus aspectos, desde el diseño hasta los componentes experienciales, pasando por la pieza ensamblada.