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Cajamar analiza las estrategias del sector ganadero para reducir su impacto ambiental

Medio centenar de expertos analizan en la publicación 'Sostenibilidad en la producción ganadera' los distintos componentes a tener en cuenta para evaluar el impacto ambiental de la ganadería, así como diferentes iniciativas que se están desarrollando.

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde; el director de Desarrollo Sostenible de la entidad, Roberto García, y los tres coordinadores de la obra, Manuel Lainez, consultor especializado en innovación agroalimentaria, y los profesores Salvador Calvet y Fernando Estellés, del Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología Animal (ICTA) de la Universitat Politècnica de València, han presentado esta mañana la nueva publicación de Cajamar 'Sostenibilidad en la producción ganadera', en formato presencial y online -a través de la comunidad digital de conocimiento agroalimentario, Plataforma Tierra-.

Esta monografía, que cuenta con la colaboración de medio centenar de investigadores y especialistas, realiza un repaso exhaustivo a los trabajos que realizan desde hace años centros tecnológicos, investigadores, empresas y productores de los diferentes subsectores implicados (porcino, bovino, ovino, caprino, avícola y apícola) para reducir el impacto ambiental de las explotaciones ganaderas, minimizar la emisión de gases de efecto invernadero y respetar la biodiversidad del entorno.

La publicación se plantea desde un enfoque integral, complementando la dimensión conceptual, que analiza los distintos componentes a tener en cuenta para evaluar el impacto ambiental de la ganadería, con otra perspectiva más práctica, que pone de manifiesto las diferentes iniciativas que se están desarrollando para las distintas especies ganaderas con objeto de mejorar la sostenibilidad ambiental, a la vez que se asegura la rentabilidad de las explotaciones.

Un sector cada vez más comprometido

La ganadería española ha incrementado notablemente su productividad y su eficiencia en los últimos años, mejorando su posición competitiva en los mercados internacionales.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, España cuenta con 507.000 explotaciones ganaderas activas, de las que unas 368.000 son de producción y reproducción, y 138.600 se clasificaban dentro del grupo de "especiales". En este último se integran diferentes especies animales como el porcino, el vacuno, las aves, el ovino, el caprino o los conejos, e incluso hasta las abejas. También incorpora diferentes sistemas productivos, desde aquellos que mantienen a los animales en sistemas totalmente abiertos y extensivos, hasta otros en los que el ganado se mantiene confinado.

En 2020 el valor económico de la producción ganadera superó los 20.200 millones de euros, lo que representaba el 38,2 % del total de la producción agraria. Esta actividad es la base para cerca de 7.000 empresas alimentarias, que suministran alimentos a los consumidores, y que son el segundo gran sector exportador agroalimentario español por detrás de frutas y hortalizas. Además, esta actividad se desarrolla mayoritariamente en el medio rural, y especialmente en zonas consideradas en riesgo de despoblamiento.

Sin embargo, el impacto ambiental de este tipo de producciones se ha situado en el centro del debate público por la repercusión en el entorno de los residuos que se generan en las granjas, como consecuencia del manejo de los animales y de sus deyecciones, que podrían contaminar aguas y suelos, promover la deforestación en los países de los que procede la soja utilizada como ingrediente de los piensos, o ser responsables de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la actividad agroalimentaria.

En el contexto de las políticas europeas, como el Pacto Verde, o de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, el sector lleva tiempo trabajando en su adaptación a los cambios normativos y las demandas de los consumidores, que exigen la transición hacia un nuevo modelo de producción de alimentos más sostenible y respetuoso con el medioambiente.

Lo anterior pasa necesariamente por la adopción progresiva del paradigma de la economía circular para aumentar la eficiencia de los recursos utilizados, como pastos, forrajes, piensos, energía, agua, alargando su vida útil a través del empleo de los estiércoles como fertilizantes biológicos, , con el objetivo de avanzar hacia un impacto neutro en el entorno. Todo ello requiere del compromiso del conjunto de los agentes de la cadena de valor ganadera, pero también del desarrollo y adaptación de nuevas tecnologías, que a su vez requieren de una investigación y evaluación previas para su implantación.

Innovación y buenas prácticas por un objetivo común

La Biblioteca Agroalimentaria de Cajamar, uno de los catálogos editoriales de referencia sobre agronomía y economía agroalimentaria en nuestro país, suma este nuevo título, estructurado en 18 capítulos organizados en dos partes. La primera se centra en el concepto de sostenibilidad ambiental y el análisis de la situación actual en nuestro país. Para ello, los coordinadores se han apoyado en especialistas de primer nivel, que aportan una visión académica de los puntos clave que condicionan la sostenibilidad en las diferentes variantes de la producción ganadera.

En la segunda parte se recogen ejemplos prácticos de cómo se está trabajando en los diferentes subsectores para hacer posible avanzar en esa sostenibilidad. En este caso se ha pedido su contribución a los propios implicados, productores, técnicos e investigadores, para que describan actuaciones de éxito en pro de la sostenibilidad.

El sistema productivo español cuenta con una gran cantidad de iniciativas encaminadas a favorecer la sostenibilidad ambiental de las granjas, y los casos de estudio recogidos aquí pretenden ser muestra de ello. Su inclusión en esta monografía debería servir para mostrar a todo el entorno del sector ganadero que se puede y se debe trabajar para mejorar la sostenibilidad ambiental de la ganadería sin comprometer la viabilidad de la producción.

El objetivo final de la monografía es aportar elementos de interés para facilitar un debate sereno, responsable y comprometido, desde el que abordar los retos del futuro de la ganadería.

Los coordinadores de la obra

Manuel Lainez es consultor en investigación e innovación alimentaria y colaborador de Cajamar. Doctor ingeniero agrónomo y veterinario, ha sido director del INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria de España), director general de Innovación Agroalimentaria en la Generalitat Valenciana y coordinador del Cetro de Investigación y Tecnología Animal del IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias).

Salvador Calvet dirige el Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología Animal (ICTA). Doctor ingeniero agrónomo y profesor de la Universitat Politècnica de València, especializado en el ámbito de la ganadería y el medioambiente.

Fernando Estellés es doctor ingeniero agrónomo y profesor titular de la Universitat Politècnica de València, además de subdirector del Departamento Ciencia Animal en el ICTA.

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