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Completar la ola en toda la grada del Cartagonova cuesta de media 34,34 segundos

Se trata del séptimo estadio de Segunda División en el que más se tarda en hacer la ola

El estadio de Primera División en el que menos segundos cuesta realizar la ola es el Estadio de Vallecas, con 26,74 segundos, y en Segunda División es el Estadio Fernando Torres, con un promedio de 11,36 segundos

La del Camp Nou es la grada donde más tiempo se tarda en completar una ola, 66,41 segundos de media, mientras en Segunda este título se lo lleva La Romareda, con 42,43 segundos

Hacer la ola por toda la grada del Cartagonova costaría de media 34,34 segundos. Es el séptimo estadio de Segunda División en el que más se tarda en hacer la ola. Este curioso dato ha sido calculado por Apuestas Deportivas tras analizar decenas de imágenes de los estadios. La clasificación completa puede ser consultada en su página web.

El tiempo promedio de todos los campos de Primera y Segunda División para completar una ola es de 35,65 segundos. En la división de oro, al ser los graderíos más amplios y numerosos, esta cifra es superior: 40,70 segundos. En la de plata, a los aficionados les costaría de media 31,06 segundos hacer una ola completa.

¿Cómo se ha calculado?

Varios estudios matemáticos han establecido, a lo largo de los años, que el fenómeno de 'la ola' ocupa unos 15 asientos de ancho. Los mismos estudiosos, entre los que se encuentran Nicholas A. Christakis y James H. Fowler, han calculado que la ondulación recorre una grada a una velocidad de 22 asientos por segundo. En términos métricos, hablamos de un ancho de entre 6 y 12 metros viajando a una velocidad de 40 km/h.

Así que teniendo en cuenta estos datos, el equipo de la citada web ha consultado numerosas imágenes de cada uno de los estadios en internet y ha contado cuántos asientos hay en vertical en cada grada. Dividiendo el número total de asientos entre esta cifra vertical se ha calculado cuántas butacas hay de ancho en cada graderío.

Hay quien podría pensar que las cifras entre estadios deberían ser mucho más parecidas, ya que el tamaño de los terrenos de juego suele ser similar. Sin embargo, hay numerosas características que diferencian a cada estadio: la verticalidad, la dispersión de las butacas, la distancia entre las porterías y la primera fila de asientos y otros factores.

Hacer la ola molesta a algunos espectadores por la inconveniencia de tener que levantarse. Tampoco gusta a muchos jugadores y técnicos, que lo consideran una distracción del juego. Sin embargo, es una excelente manera de celebrar una goleada o un sencillo entretenimiento ante un soso partido.

Los primeros registros de aficionados haciendo la ola en los estadios se dieron en los años 80 en Norteamérica. Fue en partidos de béisbol en Canadá y Estados Unidos, en los que los aficionados hallaron la manera de pasar el rato durante los largos encuentros del deporte del guante y el bate. Y es que un partido de béisbol puede alargarse durante horas, al contrario de lo que el cine hollywoodiense suele dar a entender.

Sin embargo, la popularización última de lo que es 'hacer la ola' llegó durante la Copa Mundial de Fútbol de 1986 en México. No en vano, en muchos países del mundo se refieren a la ola como 'la ola mexicana'. La cuestión es que, a pesar de que la ola ya se hacía en Canadá y Estados Unidos con anterioridad, ésta se proyectó al mundo a través de los partidos televisados del campeonato mundial de México.  

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