La compañía gallega, presente en Italia y Portugal tiene previsto seguir su expansión internacional focalizando su actividad en Latinoamérica
La creciente demanda energética ha llevado a muchos países a reforzar sus fuentes de energía renovables apostando por drones para mejorar el mantenimiento de las infraestructuras. Debido a esta necesidad tecnológica, la compañía española de referencia en formación y operaciones con aeronaves no tripuladas, Aerocamaras, ha desarrollado un sistema de inspecciones técnicas de parques eólicos con drones con el que ya operan tanto a nivel nacional como internacional, destacando su presencia en Latinoamérica.
Concretamente, los drones de la firma gallega sobrevuelan parques eólicos de Portugal, Italia y México y, en los próximos meses, comenzarán a operar en Puerto Rico, Chile y Brasil. Estos servicios, que son ejecutados por pilotos profesionales certificados de Aerocamaras representan una tecnología que aspira a ser esencial en el mantenimiento de infraestructuras de todo el mundo y que ya ha sido puesta en práctica en España.
Las ventajas que aportan las inspecciones técnicas con drones al sector energético son múltiples. Los multirrotores permiten la comprobación del estado de las estructuras de una manera eficaz y segura además de detectar averías con rapidez y descartar falsas alertas sin necesidad de que los empleados se expongan a peligros innecesarios. El sistema permite abaratar costes a la par que se inspeccionan grandes superficies en tiempo récord, facilitando el acceso a zonas complicadas y detallando el estado de la estructura gracias a las diferentes clases de mediciones.
La autonomía de los drones de Aerocamaras facilitan el trabajo en parques eólicos al poder subir a grandes alturas y revisar torres, góndolas y palas, alcanzando resultados más eficaces que los medios tradicionales. Hasta ahora, la inspección y el mantenimiento de turbinas eólicas se ha realizado con grúas y plataformas hidráulicas, así como con cuerda y andamiaje para escalar las estructuras que requerían asumir unos tiempos y riesgos elevados que se reducen con el uso de aeronaves no tripuladas.