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Incluir mujeres de hasta 45 años en el plan de ayudas a la fertilidad de Ayuso tiene todo el sentido, según el doctor Tesarik

MAR&Gen: El plan de fomento de la maternidad del Gobierno de la Comunidad de Madrid amplía a los a 45 años la edad de las mujeres para el acceso a los servicios públicos de reproducción asistida, incluyendo a mujeres que hayan tenido un hijo. Además, aumenta el número de intentos

La tasa de embarazo en mujeres de entre 40 y 45 años es relativamente baja, pero puede alcanzar los 30% si se repiten los intentos, según un estudio de científicos de Estados Unidos e Israel. “La idea de respaldar la reproducción asistida en mujeres de esa edad está totalmente justificada” según el doctor Jan Tesarik, pionero de la fecundación in vitro y director de la Clínica MARGen de Granada. “El estudio recoge solo los intentos con los óvulos propios de la paciente -indica Tesarik- y el porcentaje de embarazo sube hasta el 80% en intentos con óvulos donados por mujeres jóvenes”.

Para el director de la Clínica MARGen “el plan de Ayuso tiene todo el sentido. Nosotros hemos logrado centenares de niños nacidos en mujeres de esta franja de edad y con sus propios óvulos, utilizando protocolos de fertilidad totalmente personalizados y aplicando un tratamiento adecuado que, a menudo, se extiende a sus parejas”.

La idea de adaptar el tratamiento a cada pareja individual, y sus primeros resultados, los han publicado recientemente como la técnica CARE (Customized Assisted Reproduction Enhancement).

Para Tesarik, en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha provocado el aplazamiento de muchos tratamientos, se plantea una verdadera lucha contra el reloj biológico por asegurar la maternidad, “que será uno de los grandes desafíos de las clínicas de fertilidad en 2022”.

De hecho, la mayoría de los tratamientos de fertilidad se retrasaron durante la pandemia en todo el mundo. El miedo, no justificado, de contagiar con la COVID a los niños por venir fue una de las causas. Sin embargo, la mayoría de los retrasos, sobre todo durante el primer año de la pandemia, estuvieron provocados por los confinamientos, y las restricciones de movimiento, que impidieron el acceso a las clínicas especializadas en casos difíciles.

En un editorial recién publicado en la revista Reproductive Biomedicine Online, el doctor Tesarik afirma que “la vacunación debe mitigar la pandemia en 2022 y esta nueva situación representa un gran desafío, tanto para los pacientes como para las clínicas de fertilidad. Éstas tendrán una gran responsabilidad a la hora de planificar sus intervenciones para evitar una pérdida irreversible de la fertilidad derivada del retraso del tratamiento adecuado”.

En esta vuelta al ritmo normal, previo a la Covid-19, y la plena recuperación de las actividades de los tratamientos de infertilidad, las clínicas deberán analizar con mucha más atención cada caso individual para determinar las prioridades y poder resolver los casos más difíciles, a pesar del tiempo perdido.

En paralelo, los especialistas deberán tener en cuenta posibles daños a largo plazo causados en el sistema reproductor de las personas que han sufrido una infección por la COVID-19, a pesar de que no existen datos suficientes sobre los efectos desiguales de diferentes variantes del virus sobre la fertilidad masculina y femenina.

Según el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada, “ahora, más que nunca, será muy importante actuar utilizando para cada pareja un protocolo específico, hecho a su medida, con el fin de optimizar los resultados y reducir al mínimo el tiempo y el número de intentos realizados antes de alcanzar el nacimiento del niño deseado”.

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