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Siete de cada diez "baby boomers" creen que su generación afronta una peor jubilación que la de sus antecesores

Los ‘baby boomers’ temen que pertenecer a la generación nacida entre 1957 y 1977 les pueda perjudicar en el momento de la jubilación. Así se desprende de la última encuesta sobre pensiones y hábitos de ahorro elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones. Siete de cada diez ‘baby boomers’ considera que la vida de los jubilados de su propia generación será peor que la de los actuales jubilados. La mayoría piensa que tendrá que jubilarse más tarde y percibirá una menor pensión.

La del ‘baby boom’ es una generación muy numerosa, que comprende a los españoles que hoy tienen entre 44 y 64 años. La progresiva entrada en la jubilación de esta generación supone un reto para la sostenibilidad del sistema de pensiones. Principalmente porque constituye un grupo de población muy voluminoso (13,3 millones de españoles y 1,4 de extranjeros)  y en el que la proporción de mujeres que trabajan remuneradamente es mayor que en ningún otro periodo de la historia del que se tenga registro. Pero también porque sus miembros han tenido, en términos generales, carreras laborales largas con sueldos relativamente elevados. Y eso conlleva pensiones más altas, que tendrán que financiarse con las cotizaciones de generaciones mucho menos numerosas.

La X Encuesta del Instituto BBVA de Pensiones se ha centrado en las perspectivas de jubilación de la generación del ‘baby boom’, los nacidos entre 1957 y 1977. La encuesta ‘online’ incluye 3.391 ‘baby boomers’ españoles residentes en el territorio nacional peninsular e insular.

Los 'baby boomers' prevén que trabajarán durante más años y tendrán que asumir reducciones en la pensión

Aunque el concepto de ‘baby boomer’ no está muy extendido entre la población entrevistada (el 51% de los encuestados no ha escuchado hablar de los ‘baby boomers’, y de los que dicen haber escuchado el concepto, el 43% no se considera como tal), seis de cada diez integrantes de esta generación (61%) creen que haber nacido durante esos años les penalizará de cara a la jubilación: anticipan un empeoramiento de su jubilación respecto a la de quienes hoy ya la disfrutan y prevén que trabajarán durante más años y tendrán que asumir reducciones en la pensión.

En concreto, ocho de cada diez entrevistados activos (es decir, que trabajan o están desempleados) piensan que van a tardar más años en jubilarse (81%), en tanto que aproximadamente dos terceras partes (el 68%) creen que van a cobrar pensiones más bajas. Prácticamente nadie teme no percibir pensión alguna (el 1%), pero uno de cada dos (el 52%) alberga dudas respecto a si cobrará la prestación vitaliciamente (es decir, desde el momento de la jubilación hasta el final de sus días).

El 75% piensa que su vida hasta ahora ha sido mejor que la de sus padres

Pese a todo ello, como generación, los ‘baby boomers’ se consideran beneficiarios y transmisores del progreso social: el 75% piensa que su vida hasta ahora ha sido mejor que la de sus padres, y el 69% de los que tienen hijos creen que, hasta el momento, sus hijos han podido disfrutar de una vida mejor que la que ellos mismos tuvieron cuando contaban la misma edad. No obstante, un 70% de los ‘baby boomers’ considera que la jubilación de su propia generación será peor, comparada “con la vida de los actuales jubilados”; no llegan al 10% quienes la anticipan mejor (8%).

Preferencia por jubilarse pronto

Si bien los entrevistados activos se muestran mayoritariamente preocupados por su jubilación, a muy pocos les gustaría trabajar más allá de la edad de jubilación (un 82% expresa disconformidad con esa posibilidad). Es más, tres de cada cuatro (75%) manifiestan su preferencia por jubilarse tan pronto tengan asegurada “una pensión de jubilación que les permita cubrir sus gastos básicos”.

Ante la pregunta sobre la  edad a la que les gustaría jubilarse “siendo realista”, un 23% de los entrevistados dice no haberlo pensado, mientras que un 70% indica edades por debajo de la actual edad de jubilación ordinaria (66 años). De hecho, la media de las edades que indican como las preferidas se sitúa en los 62,9 años. Cuando a los que no creen (o dudan de) que puedan jubilarse a la edad que desearían (72%) se les pregunta si estarían dispuestos a trabajar por encima de la edad ordinaria de jubilación si la Seguridad Social les pagara, por cada año añadido, un cheque de aproximadamente un tercio de su salario anual, tres de cada diez declaran su disposición favorable (31%). No obstante, el 38% rechaza esta opción, y un 31% adicional “no sabe”.

En cuanto a lo que cobrarán al jubilarse, el desconocimiento es generalizado. Dos tercios de los entrevistados activos cuentan con alcanzar los años de cotización necesarios para percibir una pensión completa o ya los han alcanzado (67%), mientras que un 25% no confía en conseguirlos (un 9% afirma no saberlo). Pero hasta un 75% carece de una idea aproximada de cuál será el importe de su pensión. Entre los que tienen de 57 a 63 años y se hallan, por tanto, más cerca del momento de la jubilación, la proporción es inferior (60%), pero también muy considerable.

En todo caso, seis de cada diez ‘baby boomers’ activos creen que cobrarán menos de lo que han cotizado durante su vida laboral (60%). La encuesta muestra, una vez más, que entre la población prevalece la idea (equivocada) de que los jubilados españoles cobran menos de lo que aportaron a la Seguridad Social: por cada entrevistado que piensa correctamente que, en general, los pensionistas actuales cobran más que lo que (sus empleadores y ellos mismos) cotizaron a la Seguridad Social cuando trabajaban (21%), dos piensan que cobran menos (41%); el resto (29%) no lo sabe.

Un 73% piensa que debería haber una pensión mínima, “pero después que cada persona cobre en función de lo cotizado a la Seguridad Social”

Este dato permite suponer que los ‘baby boomers’ respaldarían una pensión que “devolviera” lo cotizado a la Seguridad Social durante toda la vida laboral. De hecho, cobrar en función de lo aportado es una idea que goza de amplio apoyo, siempre que se garantice un umbral mínimo: un 73% piensa que debería haber una pensión mínima, “pero después que cada persona cobre en función de lo cotizado a la Seguridad Social”.

Como otras generaciones previas, el grueso de la del ‘baby boom’ también contará mayoritariamente con la pensión pública como único ingreso durante la jubilación. Así lo declara el 57% de los entrevistados activos, mientras que un 26% afirma que contará con algún ingreso adicional. De estos últimos, casi dos tercios (63%) indican que esos ingresos procederán de un plan de pensiones o de jubilación individual y cerca de un tercio (31%) afirma que provendrán de rentas de inmuebles diferentes a aquel en el que residen, mientras que solo un 2%, de alquileres o hipotecas inversas de su propia vivienda.

Luis Vadillo, director del Instituto BBVA de Pensiones, y Elisa Chuliá, miembro del Foro de Expertos Independientes del Instituto, en un momento de la presentación.

El máximo de aportación a planes individuales es escaso, según la mayoría

Uno de cada dos ‘baby boomers’ dice carecer de ahorros para su jubilación (53%), mientras un 41% sí los tiene, pero ignora si serán suficientes para cubrir las necesidades que les puedan surgir durante ese periodo. En cuanto a los vehículos de ahorro, el 16% de los entrevistados cuenta con un plan de pensiones individual, y el 4%, con un plan de pensiones de empresa. Entre los que tienen un plan individual, un 65% aportaba anualmente menos de 2.000 euros antes de que en 2021 se redujera el importe de las aportaciones a los planes de pensiones individuales. Ahora bien, también se eleva a dos tercios la proporción de entrevistados con planes de pensiones que califican la cantidad que se puede aportar en 2021 escasa o muy escasa. En cambio, a dos terceras partes de los entrevistados con planes de pensiones de empresa les parece adecuada la cantidad que las empresas pueden aportar para sus trabajadores (hasta 10.000 euros al año), mientras que a un tercio le resulta escasa (24%) o muy escasa (9%).

Una amplia mayoría de entrevistados (88%) considera necesario garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, tal como prevé el proyecto de ley de reforma de las pensiones que ha presentado el Gobierno. Sin embargo, un 47% de los entrevistados afirma no estar dispuesto a pagar más impuestos para hacer efectiva esa garantía. Y, preguntados por las partidas de gasto de las que recortarían, si ello fuera necesario para mantener el poder adquisitivo de las pensiones, el 74% responde que no reducirían el gasto de ninguna partida social o de protección del medio ambiente.

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