Casi la mitad de los empresarios consultados (46%) ha desarrollado en su compañía una estrategia de sostenibilidad durante el último año
Un 35% ha realizado una evaluación de impacto o análisis de materialidad en sostenibilidad, mientras que el 31% reconoce sentirse todavía confundido en torno a su medición
El 32% de directivos considera que el factor que ha propiciado este mayor compromiso es la regulación, aunque 4 de cada 10 reconoce que todavía falta claridad
Los líderes mundiales buscan ponerse de acuerdo los próximos días en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP26 en Glasgow para lograr ser neutros en carbono y limitar la subida de temperaturas en 2050. Un compromiso cada vez más asumido entre las empresas mid-market español, quienes reconocen que el ámbito ESG (medioambiental, social y de gobernanza) es hoy clave para su negocio, incrementando incluso su importancia desde el inicio de la pandemia.
En concreto, 6 de cada 10 directivos españoles de medianas empresas (60%) aseguran haber aumentado la apuesta por la sostenibilidad durante la crisis del COVID-19, situándola ya al mismo nivel de importancia que la rentabilidad financiera, según el 36% de los empresarios. Estas son algunas de las principales conclusiones que se desprenden del Global Business Pulse, el estudio de Grant Thornton que pregunta a 400 directivos en España y 5.000 en 29 países sobre la evolución en sostenibilidad, y que hace público con motivo de la celebración de la Cumbre del Clima que tiene lugar este fin de semana en Glasgow.
Los empresarios consideran que la sostenibilidad debe ser el principal apoyo en el que debe sostenerse la recuperación durante los próximos años. Un 41% quieren que su empresa se recupere de la pandemia de forma sostenible, 8 puntos por encima que la media europea y en línea con la global.
Para Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, “ya no cabe duda de que las apuestas por los criterios ESG y la sostenibilidad son seguras para el tejido empresarial español. La mayoría de los directivos son muy conscientes de la importancia que tiene desarrollar acciones concretas, realistas y cuantificables capaces de hacer frente a todas las coyunturas, incluso las más adversas, como la que hemos vivido a consecuencia del COVID-19”.
Otras de las razones por las que los empresarios consideran que la sostenibilidad se ha vuelto más importante para sus compañías son: la mejora de la eficiencia operativa y reducción de costes (39%), la respuesta a los riesgos relacionados con el clima (38%), las exigencias de los clientes (37%), la priorización política de la sostenibilidad y la responsabilidad empresarial (33%), la comparación con la competencia o temor a quedarse atrás respecto a ella (26%), la preocupación por atraer, motivar y retener a los empleados (24%), la respuesta a la presión de los clientes (22%) y la mejora de acceso al capital e inversión (20%).
El interés y sensibilización por la sostenibilidad ha aumentado en el tejido empresarial español, que sigue apostando por desarrollar nuevas acciones. La más aplicada por los directivos es la implementación de una estrategia de sostenibilidad. Casi la mitad de los empresarios (46%) ha ejecutado en su compañía una hoja de ruta en este sentido; 8 puntos por encima de la media europea (38%) y prácticamente el mismo nivel que el registrado a nivel global (43%). Asimismo, 4 de cada 10 empresas medianas han recurrido a asesoramiento externo para emprender acciones en esta línea.
Para Sergi Puig-Serra, socio de Auditoría y miembro del pool de expertos en Sostenibilidad de Grant Thornton, “la mediana empresa española está comprendiendo paulatinamente que el compromiso por la sostenibilidad no es una cuestión de presentar meros informes. Es necesario que cuenten con un plan claro y accesible, que incluya consejos prácticos, para que sepan qué se espera de ellas, cómo pueden empezar a integrar la sostenibilidad en sus organizaciones y qué pasos deben dar para implantar una estrategia de cero emisiones netas”.
Los expertos recalcan que los avances colectivos en sostenibilidad y ESG deben ir acompasados con la medición de sus activos intangibles. Una labor que se ha ido sofisticando a medida que se han extendido los compromisos corporativos, como los que se definieron en el Acuerdo de París y que se reiterarán en Glasgow. Aunque un 35% de la empresa española ha realizado una evaluación de impacto en sostenibilidad, 8 puntos más que a nivel europeo, un 31% reconoce sentirse confundido en torno a la medición, 10 puntos más que la media europea.
Para Jaime Romano, socio de Procesos y Eficiencia, y experto en sostenibilidad aplicada al negocio de Grant Thornton, “la mediana empresa española está más concienciada que nunca en la necesidad de cuantificar todos los activos intangibles de sostenibilidad por una cuestión de firme sensibilidad y por un requerimiento legal. No obstante, queda mucho camino por recorrer en niveles de compromiso, recursos y conocimiento. Todavía hay 1 de cada 3 directivos mid-market que reconocen no saber cómo aplicar estas métricas que son esenciales”.
Los empresarios españoles también muestran dudas sobre las novedades normativas en esta materia, muchas de las cuales les competen directamente. El 40% de los directivos considera que la regulación en torno a las nuevas normativas y los requisitos de información no financiera no son claras. Es el principal obstáculo que detectan en el camino hacia el progreso de la sostenibilidad de su empresa. Un nivel que supera en 7 puntos al registrado en la media europea y 9, en la media global. Paralelamente, el 32% de los empresarios considera que el factor que ha propiciado este interés empresarial es la regulación.
Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, indica que “se produce una curiosa paradoja, ya que la regulación ha activado intensamente el interés empresarial por la sostenibilidad al mismo ritmo que ha provocado una mayor confusión. En este contexto, parece razonable que los responsables políticos sigan desarrollando marcos coherentes y comprensibles a nivel mundial, para lo cual es recomendable que las medianas empresas recurran a asesoramiento externo. La gestión de la sostenibilidad ha dejado de ser un plus para convertirse en un imperativo de negocio”.
El 40% de los empresarios españoles reconoce haber buscado asesoramiento externo para ser más sostenible, 15 puntos por encima de lo que se registra a nivel global y europeo.
El desarrollo de planes de trabajo en áreas clave o el diálogo con stakeholders, entre otras acciones desarrolladas para impulsar la sostenibilidad
El tejido empresarial español reconoce estar activando planes de sostenibilidad. Además del desarrollo de una estrategia, búsqueda de asesoramiento externo o la realización de una evaluación de impacto o análisis de materialidad, los directivos mid-market indican que desarrollan otras acciones como: el desarrollo de planes de trabajo para áreas clave (39%), el diálogo con los stakeholders (34%), fijación de indicadores de rendimiento y objetivos (33%), realización de medición ASG (32%), la exigencia de proveedores que cumplan sus normas (29%), la adquisición de normas y certificaciones externas sobre sostenibilidad (28%) y la adopción de medidas como resultado de la medición de ASG (28%), entre otros.
La falta de tiempo y atención de la dirección, entre los principales obstáculos para aplicar la sostenibilidad
Aunque los directivos de la mediana empresa española están avanzando en los objetivos como los que contempla la Agenda 2030 o los Acuerdos de París, todavía siguen detectando trabas que impiden extender y materializar el compromiso por la lucha contra el cambio climático.
Además de la falta de claridad en torno a las nuevas normativas y requisitos o la confusión en torno a marcos de medición, el tejido empresarial considera que los principales obstáculos se encuentran en: la falta de tiempo y atención por parte de la dirección (32%), la preocupación por los costes que conlleva (31%), la reticencia a nivel de liderazgo para priorizar la sostenibilidad (29%), la ocupación de los problemas relacionados con la pandemia (25%), la falta de conocimientos y capacidades internas (25%), la preocupación por los limitados beneficios financieros de tomar medidas (24%) o la necesidad de apoyo de consultoría externa (21%).
Asimismo, los expertos coinciden en que una de las principales palancas para promover el cumplimiento de la sostenibilidad es el alineamiento de los intereses de los gobiernos, los responsables políticos y los líderes empresariales para favorecer el marco de actuación de las medianas empresas en este objetivo.