La nueva compañía con sede en Barcelona es el vehículo exclusivo para todos aquellos propietarios que quieran protegerse frente a una okupación.

El producto que ofrecen es bien sencillo, una vez el propietario contrata la Garantía de desokupación (desde 295 euros más IVA), el inmueble del propietario queda totalmente garantizado, de tal manera que si el mismo sufriera una okupación durante el próximo año, Seguro contra Okupas recuperará el inmueble para devolvérselo a su legítimo propietario.

Anuncian que el propietario no tiene que hacer nada, la empresa se encarga de todo. Esta empresa declara que garantiza cualquier tipo de inmueble, tales como pisos, casas, oficinas, locales, garajes... hasta edificios enteros.

Según la directiva de Seguro contra Okupas “la idea nace de la indefensión de los propietarios de inmuebles ante la okupación, tanto por parte del gobierno como de empresas que no dan las mejores prestaciones posibles.

España es el único país del mundo que permite okupar inmuebles y otorga derecho a los okupas.

Hasta ahora, solamente existían dos vías para echar a los okupantes ilegítimos, acudir a la vía judicial con un coste mínimo de varios miles de euros donde en el mejor de los casos, el desalojo podría producirse en dos meses... hasta más de un año.

La otra opción es acudir a una de las tantas empresas que desokupan previo pago de mínimo 3.000 euros hasta 8.000 euros (dependiendo del inmueble).

Nuestra Garantía de desokupación rompe el mercado, es mucho más económica que las otras dos opciones y como prestaciones abarca la desokupación del inmueble mediante la intermediación y control de accesos, defensa jurídica completa y asesoramiento y consultoría en materia de seguridad ilimitada”.

Su plan de expansión es ambicioso ya que está preparando el desembarco en Madrid y Málaga para finales de año, y Valencia y Mallorca para comienzos de 2022, año en el que prevé lanzar una aplicación digital, que incorporará nuevos servicios.

¿A QUÉ PROPIETARIOS VA DIRIGIDA LA GARANTÍA DE DESOKUPACIÓN? 

A cualquier propietario de un inmueble, para primera residencia, segunda residencia, o viviendas en municipios con altas tasas de okupación, a propietarios que se vayan de vacaciones por un periodo de días o semanas dejando la vivienda deshabitada, propietarios que quieren vender o alquilar su inmueble y durante el tiempo que transcurre hasta la venta o alquiler no quiera arriesgarse a sufrir una okupación, a propietarios que tengan locales, oficinas, etc.

También va dirigida a empresas constructoras, inmobiliarias o administradores de fincas que alquilen o sobre todo vendan inmuebles, para asegurarse la llegada de inquilinos nuevos o la venta del mismo, pues si durante el proceso de la búsqueda de inquilinos o la venta del inmueble, se produjera una okupación, la situación para estas empresas cambiaría radicalmente y el alquiler o venta del inmueble se estancaría por meses o incluso por más de un año.