La digitalización en España ha estado claramente marcada por la pandemia provocada por la Covid-19. Existe un antes y un después en el proceso de transformación digital de las compañías y, según distintos estudios, los meses de confinamiento aceleraron unos 5 años la digitalización de nuestro país. De ahí que, ahora, tanto empresas privadas como administraciones públicas tengan que abordar nuevos retos para adaptarse a estas circunstancias y ofrecer a clientes y ciudadanos los mejores servicios
De todo ello se habló ayer, jueves, en el III Foro de Eficiencia Operativa organizado por VASS y en el que se ha llegado a la conclusión de que, para poder avanzar como país hacia una digitalización más humanista, son claves dos factores: en primer lugar, eficientar procesos para evitar gaps que supongan pérdida de recursos económicos y de tiempo, y en segundo término, poner a las personas y su talento en el centro con el objetivo de que aporten valor añadido a todas aquellas tareas que se están automatizando o se hiperautomatizarán en un futuro no muy lejano.
En este sentido, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Gobierno de España, Carme Artigas, ha asegurado que la pandemia ha impulsado un “cambio cultural” en el que todas las empresas, también las pymes, “han perdido el miedo a las tecnologías” y eso ha hecho que la digitalización, “que antes era importante, ahora sea urgente”. En su opinión, España tiene una “oportunidad histórica” para transformar su modelo productivo, económico y social gracias a los fondos de recuperación de la UE y, por ello, se ha mostrado convencida de que, de aquí a 2025, tanto el sector público como el sector privado vivirán una auténtica revolución, llegando a acaparar el 40% del PIB del país. “Tenemos la hoja de ruta correcta, el liderazgo político necesario y, gracias a los fondos europeos, los recursos adecuados: el reto es la ejecución, ya que no existen precedentes”, ha señalado.
Para Artigas, otro factor clave en la digitalización de España es reconocer y mitigar las “brechas” y “deficiencias” que aún hoy existen, como, por ejemplo, la falta de competencias y perfiles digitales, o la baja escalabilidad de los proyectos. “Nos queda crear la siguiente gran infraestructura de país: la del talento y la de la innovación. Y tenemos que ser capaces de sistematizar ambas trabajando, a la vez, en el corto, medio y largo plazo”, ha apostillado.
Además de la movilización de la inversión que el Gobierno destinará a los distintos programas del llamado ‘Next Generation EU’, la secretaria de Estado ha insistido en la necesidad de acompañar al sector privado para que “no quede ni un solo buen proyecto español que no encuentre aquí toda la inversión necesaria para cubrir sus objetivos” y para que se creen unicornios también en nuestro país.
Respecto al talento, Artigas ha defendido la necesidad de visibilizar referentes femeninos en el sector TIC para despertar vocaciones STEM entre el 50% de la población y ha apostado por modelos organizativos que fomenten la diversidad, sean menos jerárquicos y no separen conocimientos en “ciencias y letras”, ya que en las profesiones del futuro las competencias y habilidades estarán mucho más imbricadas y se necesita un “concepto humanista” de la tecnología.
Ética y digitalización
Precisamente sobre esta humanización de lo digital también se ha hablado en las dos mesas-debate que han tenido lugar en el III Foro de Eficiencia Operativa de VASS.
La primera ha contado con las intervenciones de José Fernando Rodriguez, Global Head of MAPFRE Insure_Space; Javier Sánchez, Chief Innovation and Brand Officer en AEDAS HOME, y Cristina García, CEO de Orange Seguros. Juntos han reflexionado sobre esta cuarta revolución industrial en la que se está inmersos --la digital—y cómo está cambiando el paradigma del mundo en el que se vive. En ese sentido, Javier Sánchez ha señalado que "el CEO del futuro va a ser humanista” y que, por tanto, “deberá estar atento a lo que dicen los datos, pero, por supuesto, también tiene que ser capaz de ilusionar a su equipo y atraer talento".
También Cristina García ha incidido en este aspecto y ha añadido que, dado que “nos toca decidir qué queremos que pase y qué no con la tecnología”, lo más importante es pensar “qué mundo queremos dejar a las nuevas generaciones, llevando esta reflexión al seno de las empresas y su cultura organizacional. Por su parte, José Fernando Rodríguez ha avisado de que los nuevos intercambios de bienes y servicios a través de Internet suponen “riesgos, pero también oportunidades de negocio”, por lo que el reto de los directivos y las empresas del siglo XXI es “estar atentos al momento y poder ofrecer a los clientes la tecnología que necesiten cuando ellos la demanden”.
Durante la segunda mesa redonda, en la que se ha analizado cómo la tecnología ayudará a resolver los retos de la empresa privada y de las Administraciones Públicas en el futuro más cercano, se ha puesto igualmente el acento en la necesidad de utilizar todas las virtudes de la tecnología sin olvidar el factor humano. En ella han participado Gonzalo Trigo, CTO y Business Value Director de VASS; Enrique Jordá, Senior Strategic Partner Account Manager de OpenText para Iberia; Óscar García de Andoin, Senior Alliance Director, Appian Iberia; Jorge González de León, VP Partner Management EMEA South & LATAM de Celonis, y David Núñez, Regional VP Telco, Utilities, Energy, Public Sector and BBVA en Salesforce.
Todos ellos han coincidido en que la pandemia ha evidenciado la urgencia de ser cada vez “más rápidos, ágiles y eficientes” en los procesos para evitar gaps que supongan pérdida de recursos económicos y de tiempo. “Es vital eliminar ineficiencias en toda la cadena del proceso porque hay gaps de ejecución que cuestan millones”, ha recalcado Gonzalo Trigo, para quien una de las claves de una eficiente digitalización de las empresas es saber siempre qué partner puede darte la mejor solución tecnológica en cada momento. “Ya no podemos ser monoteístas, sino politeístas”, ha ejemplificado.
Por su parte, Óscar García ha señalado que una de las consecuencias más claras de la Covid-19 es que las organizaciones de todo tipo han “necesitado de la automatización o hiperautomatización para generar eficiencia” y, en la misma línea, Jorge González, ha apuntado que “la pandemia ha supuesto una oportunidad porque hemos identificado dónde están los gaps de ejecución”. Para Enrique Jordá, sin embargo, lo más llamativo después de la pandemia es que ahora hay muchas compañías que están demandando “el reskilling de su talento porque cuesta muchísimo más buscarlo fuera que reconfigurar el que ya se tiene dentro de una organización”.
Esta readaptación de competencias y habilidades fruto de la automatización de muchos procesos es, según David Nuñez, una tendencia que ha llegado para quedarse y que está directamente relacionada con un nuevo modelo organizacional de trabajo. “La guerra del talento la van a perder las compañías que no entiendan el modelo híbrido de trabajo. Quienes no lo entiendan, por desconfianza o por querer volver a lo de antes, tendrán problemas para captar y retener al talento a corto plazo”, ha concluido.