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Siete consejos para ser buen profesor también por Internet

Durante la pandemia, los profesores han tenido que adaptarse a la nueva realidad y aprender una nueva forma de enseñar

La pandemia ha impulsado la modalidad online convirtiendo el elearning y la formación híbrida en la alternativa idónea. En épocas de crisis, los profesionales apuestan más por la formación, ya que actualizar sus conocimientos es la forma más rápida de mejorar cualitativa y cuantitativamente las condiciones laborales. Sin ir más lejos, IEBS Business School, la escuela de negocios digital líder en formación online, cerró 2020 registrando hasta un 80% más de inscripciones que el año anterior. En este sentido, muchos profesores han tenido que adaptarse de la noche a la mañana a esta nueva modalidad de impartir clase online. Por eso, con motivo del Día Mundial de los docentes, que se celebra cada 5 de octubre, IEBS ofrece siete consejos para ser un buen profesor a la hora de dar clases online:

Uso del chat y la mensajería instantánea: La comunicación es clave para una formación integral y personalizada. El gran reto de la formación online es conseguir ese seguimiento que ofrece la presencialidad y, para ello, el uso de herramientas que catalicen a alumnos y docentes es fundamental. Utilizar el chat en las formaciones impartidas en directo a través de videollamada o crear un grupo en Telegram o WhatsApp para toda la clase facilita el día a día de las asignaturas y dinamiza que los estudiantes realicen preguntas y puedan resolverse dudas.

Elementos visuales: Los elementos visuales como los vídeos, imágenes o recursos gráficos son un gran apoyo en las clases online y una herramienta didáctica muy valiosa. Los recursos multimedia son una de las mayores ventajas de este tipo de formación, ya que ayudan a recrear experiencias y facilitan la retención del conocimiento. Aun así, es recomendable que se usen en pequeñas dosis para que sea fácil de digerir por el alumno y no pierda atención.

Gamificación: La gamificación es el uso de elementos típicos del juego como la puntuación o la competencia con otros usuarios. Consiste en extraer las mecánicas de juego, que es lo que lo hace “adictivo”, y llevarlas a otras experiencias, como en el caso de la formación online. La gamificación genera motivación, ayuda en la concentración y fideliza al alumno, ya que se basa en el diseño de experiencias para involucrar digitalmente a los estudiantes.

Adaptar la metodología: El material del que debe disponer un docente que imparte clases online no es el mismo que si fuera presencial. Es mucho más que hablar en vídeo o subir PDF’s a un campus virtual. El docente debe disponer de material adaptado a las técnicas digitales, con recursos, enlaces, informes y contenido disponible en todo momento para que los alumnos puedan ampliar sus conocimientos de forma flexible.

Encontrar la plataforma adecuada: Contar con una plataforma a la altura también es fundamental. Normalmente la pone cada organización pero, en el caso de ser un docente freelance, la herramienta debe ser capaz de tener en cuenta la cantidad de personas que acudirán a las clases y el tiempo disponible. Cada sitio ofrece unas características diferentes, incluidas funciones de chat y reuniones grupales. A día de hoy existen 100.000 LMS (Learning Management System), por lo que cada vez es más fácil crear una escuela online.

Obtener Feedback: Un docente online exitoso recopila con frecuencia los comentarios de los estudiantes para identificar qué funciona y qué no. Una vez analizados y evaluados estos comentarios, el profesor debe reflexionar sobre cómo mejorar sus clases y realizar mejoras para acercarse a las necesidades de los alumnos. Es bueno comunicar a los estudiantes que sus opiniones son importantes y preguntarles si han entendido las explicaciones.

Atención personalizada: Uno de los grandes retos de la formación online es conseguir esas relaciones humanas que ofrece la presencialidad. Para ello, los docentes deben hacer un esfuerzo extra para construir una relación con cada uno de los miembros de la clase. Por ejemplo, ofreciendo horarios de oficina virtuales e individuales con cada alumno, respondiendo a los mensajes que envían los estudiantes por redes sociales o por email, etc. Es decir, priorizar las necesidades de los alumnos.

“Los modelos de aprendizaje interactivos, la digitalización y el análisis de datos han supuesto el nacimiento de metodologías cada vez más enfocadas en las necesidades individuales de cada alumno. Poner al alumno en el centro del aprendizaje e incluso hacerle partícipe del proceso se ha convertido en la clave de la formación del futuro. Ya no son los espectadores, sino los protagonistas”, explica Oscar Fuente, Director y Fundador de IEBS. “Además, ahora más que nunca en la escuela contamos con docentes que son profesionales expertos y emprendedores de éxito que han innovado en su sector y que les apasiona enseñar lo que saben”, añade.

En este sentido, IEBS Business School cuenta con una metodología online y práctica que asegura la formación continua de los profesionales en estos momentos de tanta incertidumbre. Los alumnos aprenden a partir de proyectos, igual que se trabaja en una empresa, colaborando con sus compañeros y con el seguimiento de mentores. 

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