Los estudios demuestran que el aprendizaje al aire libre ofrece muchos beneficios: reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, aumenta la concentración e incrementa la participación de los alumnos en la escuela
Richard Louv acuñó un trastorno que vino a llamar “déficit por trastorno de naturaleza”, incluso llegó a relacionarlo con la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner. Baste reflexionar sobre el éxodo masivo de la población de las grandes urbes en periodos vacacionales, que no son más que reencuentros con la Naturaleza. Se responde a una necesidad vital. El vínculo es evidente. Pero, según los expertos, poder disfrutar de un medio ambiente como un bosque mediterráneo a lo largo de un curso escolar es prolongar la sensación de bienestar prácticamente durante todo el año. Mejora de concentración y del estado de ánimo, aumento del nivel de energía positiva, facilidad para la integración, mayor oxigenación de los tejidos…, en resumen, mejor calidad de vida.
José Luis González, director técnico del Colegio Alborán situado en Marbella lo sabe muy bien, y es que el colegio cuenta con 25.000 metros cuadrados de superficie, la mayor parte con zonas ajardinadas y donde la educación medioambiental es uno de los pilares de su educación.
Se trata de un colegio que se encuentra en un entorno privilegiado, rodeado de numerosos árboles autóctonos, centenarios en muchos casos, y varias isletas con plantas ornamentales, muchas de ellas aromáticas, características de su flora mediterránea. Por otro lado, también cuenta con un huerto ecológico, distribuido en parcelas, una por curso y con cultivos diversos y cartelería bilingüe. En el otro extremo del colegio se encuentra el Club Hípico Alborán y la granja de animales, con ponys, caballos, cabras, conejos, burro, vaca, patos, ovejas…
Tal y como recalca José Luis González, “un entorno que aporta grandes beneficios a sus alumnos que tienen la posibilidad de dar clases en un aula de madera bajo una encina centenaria, rodeado de verde, con el sonido de fondo producido por el trinar de los pájaros y algún rebuzno aislado de burro o mugido de vaca, donde las sensaciones que reciben los estudiantes serán muy diferentes a si se encuentran en un entorno de hormigón, humos y ruidos”.
Además, “contamos con varias aulas outdoor de madera, tanto para trabajar en formato cooperativo, como para clase magistral y, muy a menudo, aprovechamos nuestras dos hectáreas y media de espacio, la mayoría ajardinado, para efectuar tareas lectivas en el exterior”, subraya.
Esto permite que la educación medioambiental sea uno de los pilares de la educación del Colegio Alborán donde todo su proyecto educativo pasa por el conocimiento del medio y la sensibilización respecto a la limitación de los recursos que ofrece la Naturaleza. Por ello, “especialmente en las etapas más tempranas -los tres cursos de infantil y el primer ciclo de EPO-, dentro de la Educación Física e integrado en el proyecto de nuestro Club Hípico, contamos con los paseos a lomos de ponys por el entorno del Centro. Durante el paseo se resalta la importancia del respeto a los animales, al medio en el que vivimos y su conservación. Esa etapa de Infantil, y toda la de Primaria, cuenta con sus parcelas respectivas y diversos cultivos característicos para cada estación. Es un huerto ecológico que disfruta la totalidad del Centro, de hecho, son varios los cursos de ESO que desarrollan proyectos relacionados con los diversos cultivos, en coordinación con el monitor del huerto - ecological garden-. En la granja nuestro alumnado se esmera en el cuidado de nuestros caballos-lavado y cepillado- o actividades varias como la recogida de huevos y su posterior incubación o el cultivo y crianza de insectos en terrariums, como proyectos de Educación Infantil”.
“En ESO, nuestro alumnado se encarga del mantenimiento y conservación del entorno dunar de la zona, en particular, del cuidado de una duna que el Colegio tiene apadrinada, en la cercana zona de El Barronal, a la que accedemos con un agradable paseo por la orilla del mar, y cuyo objetivo, de nuevo, es la concienciación medioambiental y la erradicación de especies vegetales invasoras, gracias al proyecto Produnas”, continúa.
Un entorno que posibilita una educación medioambiental en todos sus ámbitos, “nuestro alumnado ha visto eclosionar un huevo, ha visto a un potrillo recién nacido mamar de su madre o ha cuidado un gazapillo de apenas unos días. Evidentemente son experiencias que dejan huella, y que fomentan el respeto y el amor a los animales en particular, y a la naturaleza en general. Pasear a lomos de un pony, acariciar un conejo o recolectar huevos son escenas habituales del día a día en el Colegio Alborán. De esta forma se generan vínculos con los animales, se desarrollan sensibilidades y se promueven valores, que en muchos casos llega a tener sentido terapéutico. En el fondo, hablamos de unas ciencias de la naturaleza de carne y hueso, no solo en papel o en la pantalla de un dispositivo”.
“Cualquier centro del siglo XXI debe tener en consideración los aspectos innovadores de la educación, tanto a nivel de metodología como de dispositivos, es fundamental educar en el uso responsable de los dispositivos, fomentar el espíritu crítico y la creatividad, emplear diversos idiomas y saber hablar en público o trabajar en equipo. Junto a ello, hay factores que hacen de una propuesta un valor diferenciador. En el Colegio Alborán, además de esos factores mencionados, los valores humanos, la naturaleza y el bienestar en general son características identitarias”, que hacen de su oferta educativa una propuesta diferente, enmarcada en el ámbito de la sostenibilidad y el respeto al medioambiente, como partes del crecimiento integral de su alumnado. En el fondo, “como una parte fundamental del tipo de ciudadanos que queremos aportar a la sociedad”, finaliza José Luis González.
El Colegio Alborán, colegio bilingüe situado en Marbella (Málaga), nace en 1985 y abarca todas las etapas del sistema educativo: Educación Infantil, E. Primaria, E. Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Un colegio que apuesta por la calidad y la excelencia de la enseñanza, con los objetivos principales de promover el crecimiento intelectual y emocional del alumnado, el pleno desarrollo mediante la formación humana integral, el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.