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El 32,9% de las defunciones hospitalarias durante la pandemia han estado relacionadas con la COVID-19

Según un informe de los Premios BSH - Best Spanish Hospitals Awards®, en el año de la COVID-19, la ocupación global de camas de UCI aumentó un 7,5% respecto el año anterior. El 25,9% de los días de estancias hospitalarias de episodios no quirúrgicos, durante el primer año de la pandemia, han sido consumidos por pacientes COVID-19. De la última ola, la peor semana fue la cuarta del año 2021 ya que el 51,3% de las defunciones hospitalarias estuvieron directamente relacionas con la COVID-19

En el marco de la tercera edición de los Premios BSH - Best Spanish Hospitals Awards®, organizados por Toni Hidalgo, CEO de la consultora Higia Benchmarking; Isabel Sarabia, directora de metodología de Higia Benchmarking; Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO, líder nacional en la prestación de servicios de codificación de altas hospitalarias, codificación automática de procesos ambulatorios y creador de software de ayuda a la codificación: ASHOONE, ASHOCOODE y ASHOINDEX2 y Carlos Sevillano, director comercial de ASHO, se ha presentado el segundo informe de la COVID-19, que analiza el impacto del coronavirus en los hospitales españoles durante el primer año de la pandemia. El periodo de análisis concreto es de doce meses, de marzo 2020 a febrero de 2021, y los doce meses previos, para la comparativa temporal.

Entre las principales conclusiones del informe, en pacientes atendidos, ocupación de camas hospitalarias y mortalidad, se ha destacado que en la anualidad COVID-19 se produjo una reducción de episodios totales de actividad hospitalaria, entorno al 23%, pasando de 1.148.258 a 890.054 episodios. De la misma manera la actividad quirúrgica descendió un 29%, de 619.659 a 441.632 episodios.

La pandemia provocó que la actividad hospitalaria se concentrara mayoritariamente en pacientes con patologías médicas del Aparato Respiratorio. En ese sentido, en la anualidad COVID-19 se atendieron por patologías médicas respiratorias un total de 131.891 episodios frente a los 102.679 en pre COVID-19. Es decir, un 28% más.

Por otra parte, en relación a la estancia media (EM) de los episodios de hospitalización convencional, el informe destaca que, en el año COVID-19 ha sido de 6,4 días, que representa un consumo de 4.342.105 estancias hospitalarias, frente a los 5,8 días en época pre COVID-19 que representó 4.967.274 estancias hospitalarias consumidas.

Toni Hidalgo, CEO de Higia Benchmarking; fundador y director de los Premios BSH - Best Spanish Hospitals Awards® explica que “para entender mejor el impacto de la COVID-19 y explicar las reducciones de volumen de pacientes atendidos y de estancias consumidas, hay que tener en cuenta la mayor complejidad de manejo que conllevan estos enfermos”. A esto añade, “la tasa de mortalidad global hospitalaria, que en pre COVID-19 se situaba entorno al 2,7%, ascendió hasta el 4,6% en la anualidad con COVID-19. En este sentido, se podría interpretar como un aumento del 70,3% en la complejidad y la intensidad de manejo de los pacientes atendidos en el periodo COVID-19 versus el año anterior. Este dato explica el riesgo de colapso del sistema sanitario durante algunos meses de la pandemia, sobre todo durante las semanas con más prevalencia de casos hospitalizados”.

Resultados Principales generales en las UCI

De acuerdo con los datos de los hospitales analizados en el segundo informe COVID-19, el volumen de episodios que se han atendido en las UCI ha sido de 18.214, respecto a los 22.025 episodios atendidos en la anualidad previa. En este sentido, hay que tener en cuenta que el porcentaje de episodios médicos que han pasado por las UCI respecto el total de pacientes médicos ingresados en el hospital, en época pre COVID-19 fue del 4,2%, mientras que en la anualidad COVID-19 se situó en un 4,1%.

La estancia media (EM) en UCI, de los pacientes ingresados en el hospital por procesos médicos que pasaron por este servicio, fue de 5,8 días en la anualidad del COVID-19, lo que representa un consumo de 98.988 estancias en UCI frente a los 4,2 días de EM en UCI en la anualidad previa, que representó 92.041 estancias en UCI consumidas.

En el año de la COVID-19, la ocupación global de camas de UCI aumentó un 7,5% respecto el año anterior.

“La saturación de las UCI no ha sido la misma a lo largo de todo el periodo COVID-19, sino que ha tenido picos con una alta concentración que han estado a punto de provocar un colapso del sistema. En este sentido cabe recordar que, durante los cuatro primeros meses de la pandemia, de marzo a junio 2020, la ocupación global de camas de UCI aumentó un 40% respecto de los mismos meses del 2019” afirma Hidalgo.

Por último, la tasa de mortalidad de los pacientes ingresados por procesos médicos que han pasado por la UCI en el periodo COVID-19 fue del 19,3%, respecto el 12,4% en el año previo. En este sentido, se estima que la complejidad e intensidad de manejo en UCI de los pacientes atendidos en 2020-2021 durante la pandemia, ha sido un 55,6% superior al año precedente.

Resultados principales en pacientes COVID-19

De los hospitales analizados en dicho informe, constan un total de 73.084 episodios de hospitalización de pacientes con la COVID-19 identificados, atendidos durante los primeros 12 meses de pandemia. En la muestra de estudio, la media de casos es de 988 episodios COVID-19 por hospital.

Así pues, el 25,9% de los días de estancias hospitalarias de episodios no quirúrgicos, durante el primer año de la pandemia, han sido consumidos por pacientes COVID-19.

“En la curva con agregación semanal del porcentaje de casos COVID-19 respecto el total de altas médicas hospitalarias, se observa un aumento rápido de la proporción de episodios en las semanas de pico de las sucesivas olas. Se alcanzaron máximos en el que el 64% (8.323 altas) de los pacientes ingresados por procesos no quirúrgicos eran COVID-19. Posteriormente dicha cifra descendió a valores cercanos al 2% (entre 75 y 100 altas)” explica Hidalgo.

El 32,9% de las defunciones hospitalarias durante el primer año de la pandemia, en pacientes no quirúrgicos, han estado directamente relacionadas con la COVID-19. En los pacientes COVID-19 no quirúrgicos, con un promedio de edad de 65,8 años, la tasa de mortalidad global ha sido del 12,5%, con amplia variabilidad por grupos de edad. Por otra parte, la mortalidad en los pacientes COVID-19 no quirúrgicos a partir de los 75 años de edad ha sido del 25,8%, mientras que entre los 45 y 74 años la tasa de defunción ha sido del 6,1%.

El 76,2% de los pacientes COVID-19 no quirúrgicos se clasifican clínicamente como neumonías por COVID-19 sin enfermedad pulmonar obstructiva crónica de base. El resto de 10 tipologías clínicas identificadas suman menos de una cuarta parte de los casos. De todos los pacientes que han pasado por la UCI, no quirúrgicos, el 33,4% eran enfermos de la COVID-19, equivalente al índice de ocupación media de la UCI debido a la pandemia.

Hidalgo hace hincapié en que “El colapso del sistema sanitario hubiera estado muy cerca de ocurrir, en términos globales, si se hubieran mantenido en el tiempo dos datos muy significativos observados durante la semana 14 del año 2020, en el pico más elevado de casos: por una parte, el 75,8% de las defunciones hospitalarias estuvieron directamente relacionas con la COVID-19. Por otra parte, el índice relativo de la ocupación de las UCI debido a la COVID-19 era del 72,4%”.

De la última ola, la peor semana fue la cuarta del año 2021:

El 51,3% de las defunciones hospitalarias estuvieron directamente relacionas con la COVID-19.

Y el índice relativo de la ocupación de las UCI debido a la COVID-19 fue del 54,4%.

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