Así se ha puesto de manifiesto durante el encuentro "Salud Mental y transformación digital: retos, experiencias y oportunidades hoy", organizado por Grant Thornton y las empresas farmacéuticas Otsuka y Lundbeck. La Inteligencia Artificial y el Big Data serán las herramientas que protagonicen el avance en la predicción y tratamiento de la salud mental. El análisis de datos de usuarios se consolida, según los profesionales sanitarios, como la más importante revolución de esta disciplina
La Organización Mundial de la Salud señala que los problemas de salud mental han aumentado considerablemente durante la pandemia. En España el 46% de la población manifestó un aumento del malestar psicológico durante el confinamiento y desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad un 6,4% ha acudido a un profesional de la salud mental por algún tipo de síntoma. Una tendencia al alza que requiere de la implementación de nuevos desarrollos tecnológicos y digitales que permitan avanzar hacia una atención más personalizada y mejorar la función predictiva de gran parte de los procesos clínicos. Un reto que, a juicio de los expertos, debe contar con el apoyo de varios agentes multidisciplinares.
Esta es una de las claves analizadas en el encuentro Salud Mental y transformación digital: retos, experiencias y oportunidades hoy, organizado por Grant Thornton y las empresas farmacéuticas Otsuka y Lundbeck. Una cita que congregó a algunos de los actores principales del ámbito de la salud mental en España, en tres ciudades españolas de modo simultáneo (Barcelona, Málaga y Santiago de Compostela), en un macroevento que alternó la presencialidad con las conexiones digitales.
Los expertos sanitarios coinciden en que el progresivo crecimiento de problemas de salud mental, agravado por la pandemia, deben ser abordados como un asunto de emergencia sanitaria colectiva que cuente con la involucración de varios sectores de la población. El presidente de Grant Thornton, Ramón Galcerán, señalo que “si todo marcha como esperamos, en verano podremos alcanzar el 70% de la población vacunada, pero los efectos psicológicos que ha provocado y provoca la pandemia están todavía por ver y evaluar. La COVID-19 ha roto en parte el tabú de hablar sobre salud mental y nos permite implicar a todos los agentes sociales implicados en el diagnóstico, el tratamiento y la cura. Tenemos que trabajar conjuntamente para evitar que la salud mental se convierta en otra nueva pandemia”.
El trabajo e implicación de todos los sectores resulta una prioridad para avanzar en la implementación de nuevas técnicas y abordajes que permitan mejoras sustanciales en el tratamiento y seguimiento de las enfermedades mentales. En este sentido, José Manuel Rigueiro, director general de Otsuka Pharmaceutical España, considera que “hace falta implicación de sanitarios, instituciones y hospitales y generar grupos multidisciplinares compuestos por bioestadísticos, clínicos, ingenieros o matemáticos, para sacar máximo provecho. El papel de las compañías tecnológicas también será determinante”.
La Inteligencia Artificial, el Big Data, las tecnologías que marcan la transformación digital de la gestión en salud mental
Los profesionales señalan que, durante los primeros cinco meses de la pandemia, se avanzó en transformación digital lo que en otro contexto se hubiera tardado hasta cinco años. Una revolución que plantea grandes oportunidades para el sector, pero también importantes desafíos relaciones con la adaptación, privacidad, formación o concienciación.
Xavi Martí, director general de Lundbeck España, considera que “debemos aprovechar la oportunidad de que la transformación digital está presente en la agenda española y europea, en los hospitales y en la sociedad para determinar una hoja de ruta. Este contexto nos hace reflexionar sobre de qué manera debemos atender a los pacientes, quienes deben estar en el centro. Debemos buscar un equilibrio entre recursos tecnológicos y humanos”.
Los especialistas consideran que la Inteligencia Artificial ya es una realidad que la industria Healthcare va incorporando paulatinamente. Joan Cornet, fundador y promotor de Innovation Health Academy, señala que la Inteligencia Artificial “incrementa la precisión, ayuda a la decisión, resuelve problemas complejos y tiene gran cantidad de datos. La ventaja de la herramienta es que proporciona una visión holística de la persona. Los especialistas no se basan solamente en un síntoma, sino que analiza otras informaciones que conjuntamente dan un diagnóstico más preciso".
Los expertos están de acuerdo con que la Inteligencia Artificial es una tecnología no sólo al servicio del diagnóstico de la enfermedad sino también de la investigación. El director del Laboratorio de Neurociencia Integrativa de la Universidad de Buenos Aires, Rockefeller University, Mariano Sigman, indica que “sirve no solamente para armar algoritmos para predecir, sino que además pueden enseñarnos a los psicoterapeutas a identificar los mecanismos más eficientes para cambiar los procedimientos”.
Uno de los mayores retos que tiene el sector es cómo incorporar el Big Data y normalizar la gestión de datos personales para precisar los diagnósticos en salud mental. En este sentido, los profesionales identifican un avance tecnológico notable, aunque también reticencia en pacientes que sienten que se está vulnerando su privacidad. Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Alcalá, señala que “hay un cierto retraso en la digitalización porque muchos pacientes están preocupados por el uso de datos. El material sobre salud mental es íntimo y por ello genera rechazo. Con las aplicaciones, videollamadas, geolocalización, se sienten controlados. El mensaje que hay que transmitir es que la tecnología no viene a sustituir el cara a cara sino a enriquecer y complementar”.
El 70% de los países del mundo han instalado la telemedicina en sus servicios de salud mental y apoyo psicosocial. Esta tendencia, que creció exponencialmente por el COVID-19, se afianza como una solución para evitar el colapso en los centros sanitarios. Francisco Ferre, jefe del servicio de psiquiatría Hospital General Universitario Gregorio Marañón, afirma que “vamos a un modelo híbrido de asistencia. Creo que lo presencial va a estar más limitado que hasta ahora”.
Por su parte, el sector demanda también cambios regulatorios para incorporar nuevas herramientas digitales. Josué Sallent, director de la Fundación TIC Salut Social indica que “se tiene que legislar. No hemos sido capaces de modificar la legislación a la situación digital. En Cataluña, por ejemplo, tenemos una normativa del paciente de hace 20 años. Las soluciones tienen que ser sistémicas”.
El apoyo de todos los agentes a nivel nacional y europeo será prioritario para el avance de la tecnología en todas las empresas y organizaciones para impulsar la transformación digital en salud mental. Los Fondos Next Generation de la Unión Europea supondrán un estímulo para el abordaje de las enfermedades mentales mediante la innovación y la aplicación de tecnología. “Estos fondos de recuperación van a suponer para el sector Healthcare y, más en concreto, para las empresas que tratan enfermedades de salud mental, una oportunidad de transitar hacia una mayor digitalización de sus procesos y mecanismos de atención, prevención y tratamiento, lo que redundará en beneficio último de los pacientes”, concluye José Antonio Hernández, socio responsable de Consultoría de Salud, Farma y Sector Sanitario de Grant Thornton, que fue además el encargado de conducir la jornada.