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Mamoplastia, una de las cirugías estéticas más demandadas según especialistas en el sector

España es uno de los países donde más operaciones de aumento de pecho se realizan

Sentirse bien con uno mismo, ahora parece haber cobrado más sentido que nunca. En tiempos de pandemia, el culto al cuerpo y la exaltación de la belleza han dado pie a que muchas personas que antes se planteaban someterse a una operación de cirugía estética den el paso definitivo para realizarse dicha intervención, aprovechando la situación de distanciamiento social y de “extrema” seguridad e higiene que se vive desde hace más de un año.

Una de las operaciones más demandadas estos meses atrás por la mayoría de las personas que deciden operarse es el aumento de pecho, también conocido como mamoplastia, encabezando España la lista de países en el que más operaciones de aumento de pecho se realizan. Esta intervención suele realizarse a través de una incisión en la zona de la axila, en el surco submamario o en el borde inferior de la areola, según comenta el doctor Javier Collado, cirujano plástico de referencia a nivel nacional e internacional en cirugía de aumento de pecho, apuntando que dependiendo del tipo de incisión, esta hará que la cicatriz sea prácticamente imperceptible a la vista. Elegir entre la zona submamaria, areola o entorno de la axila, dependerá exclusivamente del paciente, así como de la prótesis a elegir. Aunque, el doctor Collado destaca la importancia de “contar siempre con un equipo de profesionales”, ya que, al igual que en cualquier operación estética “requiere del máximo respecto” y “saber elegir las manos adecuadas”.

¿Qué prótesis y qué lugar elijo para la incisión?

Esta quizás sea una de las primeras dudas, junto con la elección del tipo de prótesis, que se plantea un paciente a la hora de aceptar una intervención de aumento de pecho. Para el doctor Javier Collado, “el lugar más adecuado para introducir la prótesis es a través del surco inframamario”, apunta. “Y si se quiere buscar un resultado lo más natural posible, deberá ser con una prótesis anatómica”, ya que, según el cirujano, esta aporta “una caída más armónica del pecho”.

Además de esta zona, la prótesis mamaria puede colocarse por encima o por debajo del músculo pectoral. Para decidir en cada caso, hay que tener en cuenta diversos factores, como el tipo de pecho de la paciente o la actividad física que realiza en su día a día.

¿Se sabía que también es posible realizar una mamoplastia con grasa del propio paciente? Es lo que se denomina como lipofilling mamario, o también conocido como aumento de mamas sin cirugía. Son múltiples sus beneficios, como la mejor aceptación por parte de la paciente, pero su principal inconveniente es que esta tipo de intervención solo es viable para aumentos de pecho de en torno a una talla.

Además, existe la posibilidad de combinar una mamoplastia con implante mamaria con el lipofilling, es decir, la combinación de la prótesis artificial elegida por la paciente, además del uso de grasa propia. Con ello, se podrá mejorar el aspecto y el entorno del implante mamaria, lo que le dará una mayor apariencia de naturalidad en el aumento de mamas.

Aunque sea mayor el porcentaje de mujeres que acuden en España a un cirujanos plástico para someterse a un aumento de pecho con el fin de mejorar su aspecto o su autoestima, otro importante porcentaje de ellas acuden por motivos de salud. Desde malformaciones, donde son más frecuentes la asimetría y la mama tuberosa, hasta mujeres que han padecido cáncer de mama y han sido sometidas a una mastectomía, recurriendo a la cirugía plástica para la recuperación de esa parte de su cuerpo extirpada. Gracias a la mamoplastia y a las técnicas reparadoras, doctores como Javier Collado, pueden resolver esos problemas y volver a la mujer a su figura femenina con normalidad.

¿Se puede dar el pecho tras una mamoplastia?

Cuando un paciente se plantea someterse a una cirugía, siempre es importante conocer todos los beneficios, así como los riesgos, que pueden existir en diferentes etapas de su vida o que pueden afectar a su desarrollo normal. En la mayoría de los casos, a la hora de plantearse una mamoplastia, una de las principales dudas que surgen en la mujer es la posibilidad de dar el pecho tras realizarse una cirugía mamaria. Como mujer, es indispensable estar al tanto de los riesgos que puede acarrear para su maternidad el someterse a un aumento de pecho, tanto la preocupación de poder o no dar el pecho como de lo perjudicial que puede llegar a ser la lactancia para el implante.

La respuesta a esta pregunta es que una mamoplastia no afecta en ningún momento a la lactancia de una mujer, es decir, aunque se haya sometido a una cirugía de aumento de pecho, esta podrá dar el pecho sin problema.

Según un estudio, el 93% de las mujeres sometidas a este cuestionario y que se sometieron a una intervención de aumento de pecho, no han tenido dificultades durante la etapa de lactancia. Aunque sí existen factores que pueden influir en dar el pecho, ajenos a una cirugía, como es el tamaño de la glándula mamaria de cada mujer, puesto que hay quienes la tienen más desarrollada o quienes menos.

Otra de las preocupaciones es el aumento del volumen de los pechos que se suele producir durante el embarazo y posteriormente durante la etapa de lactancia, ya que empieza la producción de leche de las glándulas mamarias. Sin embargo, este aumento no afecta a los implantes, ya que hasta el momento no hay evidencias de que estos se vean afectados de algún modo.

En manos expertas

Es imprescindible que para someternos a cualquier tipo de cirugía estética acudir a las mejores manos para que, sobre todo, asesoren sobre la intervención y se obtengan los resultados deseados. Alguien titulado y experimentado en el sector, que de plenas garantías sanitarias. En la primera consulta, el doctor Collado se encarga de hacer una historia clínica de su paciente, valorando su caso concreto y explicando cuál es la técnica que mejor se adapta a las características del pecho de la paciente y de su cuerpo, aconsejando también en la tipología de implantes y volúmenes de prótesis, para que la paciente pueda comprobar en su propio cuerpo una simulación con los consejos del doctor.

Igualmente le serán explicadas las instrucciones preoperatorias, entre las que destacan la realización de una analítica, un electrocardiograma y una radiografía del tórax si es mayor de 50 años. Y por otro lado las postoperatorias, como llevar un sujetador deportivo, evitar esfuerzos y la medicación requerida para una recuperación lo más confortable posible.

“La cirugía estética y plástica siempre está en constante evolución”, apunta el doctor, considerado un cirujano de referencia del sector. Esta evolución no solo exige una puesta al día constante, si no además un trabajo investigador continuo, que es el que provoca la excelencia y los altos niveles de satisfacción de los cientos de pacientes intervenidos cada año. “Si alguien tiene la necesidad imperante de someterse a esta compleja intervención, le aconsejo que se ponga en manos de un equipo experto y con años de experiencia, que no solo sepa hacer frente a la intervención, si no también a los complicaciones potenciales que puedan surgir durante y después de la intervención”, concluye el cirujano plástico.

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