Empresa

Alopecia femenina: principales factores que provocan la caída del cabello

La alopecia androgénica es la causa más común de caída del cabello entre el 40% de las mujeres, según la clínica de medicina capilar MC360

Diversos factores externos de origen hormonal como los cambios estacionales, enfermedades sistémicas, una mala alimentación, el embarazo o la menopausia son algunas de las causas de la alopecia femenina

La alopecia es un problema que afecta al 30% de la población femenina del país en algún momento de su vida y, a pesar de que sigue existiendo cierta estigmatización al respecto, cada vez es un tema menos tabú entre aquellas mujeres que la padecen; lo que hace que cada vez existan más consultas relacionadas con la caída del cabello, según explica MC360, clínica especializada en medicina capilar.

La causa más habitual de pérdida de pelo en la mujer continúa siendo a día de hoy la alopecia androgénica, que afecta a un 40% del sector femenino y que tiene un origen multifactorial y genético, aunque existen más de cien tipos diferentes de alopecia entre las que no existe una predisposición genética.

"Además de la alopecia androgénica, en la que el cuero cabelludo clarea, podemos encontrar otros trastornos algo menos frecuentes en la mujer, tales como la alopecia cicatricial, entre las que se destaca la alopecia frontal fibrosante, que contiene un fuerte componente hormonal; la alopecia areata, de etiología autoinmune y con una prevalencia en la población de entre el 0,1% y 0,3%, y el efluvio telógeno, causado por algunos factores como el Covid-19, cambios estacionales, enfermedades sistémicas, causas alimenticias o situaciones de estrés", detalla la doctora Raquel Amaro, experta en salud capilar de la clínica MC360.

De esta forma, algunas razones que explicarían la alopecia femenina serían ciertos trastornos de origen hormonal: el aumento de las hormonas sexuales masculinas llamadas andrógenos que experimentan algunas mujeres, la relación con determinadas patologías como el síndrome del ovario poliquístico, déficits nutricionales vitamínicos o de hierro o diversas etapas en las que se ve alterado el componente hormonal, como el embarazo o la menopausia.

"Tras el embarazo o la menopausia puede producirse un efluvio telógeno provocado por el cese de las hormonas que estaban manteniendo una fase anágena inusualmente larga. Por ejemplo, en el caso del embarazo, se producen grandes cantidades de progesterona que inhiben la caída del pelo y, tras el parto, el pelo pasa a una fase catágena y telógena, con la consiguiente perdida de pelo a los 3 o 4 meses", destaca la doctora Amaro.

En lo que respecta a los rangos de edad en los que comienza a experimentarse la llamada alopecia androgénica, cabe recalcar que no estamos libres de sufrirla en casi ningún momento de nuestra vida, ya que puede comenzar a experimentarse a partir de los 8 años, coincidiendo con el inicio de la producción hormonal suprarrenal, seguido de un pico que se observará en la adolescencia entre los 15 y 25 años, y otro en la menopausia, entre los 50 y 55 años. La alopecia areata también se podrá manifestar a cualquier edad, mientras que la alopecia frontal fibrosante tendrá una mayor prevalencia en edades postmenopaúsicas, debido a su alto componente hormonal.

A la hora de determinar la causa de la alopecia en el paciente, será fundamental realizar un diagnóstico preciso, con el fin de frenar su avance mediante un tratamiento correcto precoz. Si, por el contrario, no se lleva a cabo un tratamiento, la alopecia seguirá avanzando paulatinamente; aunque no todas las mujeres que sufran alopecia androgénica llegarán al grado más avanzado de calvicie. "En estos casos, el diagnóstico se lleva a cabo mediante una historia médica completa, un análisis tricoscópico y una exploración clínica exhaustiva. Será preciso realizar un estudio analítico para descartar posibles alteraciones hormonales o diferentes parámetros que puedan influir a nivel capilar", subraya la especialista de MC360.

Actualmente existen una gran cantidad de tratamientos para frenar la caída del cabello ajustados a las situaciones y necesidades individuales de cada paciente, entre los que encontramos diferentes opciones como el Plasma Rico en Plaquetas (PRP), así como la combinación de fármacos antiandrógenos, en los que la paciente podrá hacer vida normal, aunque será preciso evitar en el embarazo y la donación de sangre, minoxidil tópico u oral para incrementar el engrosamiento del cabello, microinyecciones de dutasterida, análogos de prostaglandinas, microneedling o láser de baja potencia.

"El trasplante capilar mediante técnica FUE o FUSS podrá emplearse como un complemento al tratamiento médico en alopecias no transitorias. Es importante destacar que no todas las pacientes serán buenas candidatas para someterse a esta intervención, por lo que será fundamental realizar un estudio previo para determinar si tienen suficiente densidad en la zona donante", indican desde MC360. 

Noticias de Empresa

El poder de la palabra para fomentar el diálogo entre las personas