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Inmobiliaria Núcleo: "Un buen nivel energético puede aportar más valor a la hora de vender un hogar"

La eficiencia energética es una de las grandes asignaturas de las viviendas en venta, tanto para los vendedores como para los compradores. La calificación de un inmueble está estrechamente ligada al consumo que esta genera

La eficiencia energética es un factor determinante y de gran importancia a la hora de adquirir o alquilar una vivienda. El consumo energético tiene un gran impacto económico y a la larga, supone una gran diferencia en el bolsillo. Es por este motivo que el consumo energético también afecta al valor de la propiedad. Para la mayoría de los propietarios que quieren vender su inmueble, el certificado de eficiencia energética no es más que un mero trámite burocrático que hay que realizar porque es como lo exige la ley.

Sin embargo, según Inmobiliaria Núcleo, una agencia inmobiliaria con una larga trayectoria en el mercado inmobiliario y una gran experiencia en asesorar sabiamente a sus clientes, una eficiencia energética A puede aportar mucho más valor a una casa. Por ejemplo, cuando un cliente debe elegir entre una vivienda u otra, valorará positivamente si una vivienda tiene un certificado tipo A y la otra tiene un certificado de eficiencia energética G. Además, también hay que tener en cuenta que la normativa cambia con el tiempo y es posible que aunque hoy en día no tenga importancia el nivel de eficiencia, en el futuro sea algo obligatorio.

Cuando una vivienda tiene una G de “gastar”

Por otra parte, Inmobiliaria Núcleo afirma que es muy común que, si un inquilino se ve en la situación de decidir entre dos viviendas con las mismas características, pero cuya única diferencia es el nivel de eficiencia energética, escogerá la que mejor nivel de eficiencia tenga. Esto se debe a que, si los valores de la vivienda y sus bienes tienen la misma utilidad, el inquilino o comprador escogerá el que mejor eficiencia energética tenga. Los compradores e inquilinos inteligentes tendrán en cuenta la repercusión económica de vivir en casas de una eficiencia energética negativa.

Una clasificación de eficiencia energética E, F o G puede ser significado de que la vivienda tiene un aislamiento térmico pésimo y unos cerramientos. Esto puede significar también que en unos años el comprador tenga que enfrentarse a cambios y reformas en el hogar, para cambiar las ventanas y mejorar el aislamiento térmico. En cambio, un nivel de eficiencia energética más alto, como A, B o C significa que a la larga el comprador ahorrará en las facturas de la luz o el gas. La compra o el alquiler de viviendas con una eficiencia energética positiva se traduce en una rentabilidad a largo plazo.

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