Qustodio ha realizado un informe para conocer cómo está afectando la nueva realidad a los menores españoles en tres ámbitos específicos: personal, digital y educativo
El cierre nacional de los colegios, el decreto de Estado de Alarma, 97 días de confinamiento, el uso obligatorio de mascarilla para los mayores de 6 años… 2020 está siendo un año de rápidos y profundos cambios en la sociedad y que está afectando a una generación que se está educando y creciendo basados en ellos: los centennials. Para conocer cómo está afectando la nueva realidad a los menores españoles en tres ámbitos específicos – personal, digital y educativo, Qustodio, la plataforma de seguridad y bienestar digital para familias, ha llevado a cabo su estudio ‘Centennials: el antes y el después de una generación marcada por el Covid-19’. Este informe, incluye el análisis sobre la realidad de los niños durante la pandemia: lo que ha cambiado, lo que permanece igual y lo que nunca volverá a ser lo mismo, a través una encuesta realizada en octubre a 1.000 padres y madres de niños y niñas de entre 7 y 15 años de edad, a nivel nacional y en cinco regiones seleccionadas: Madrid, Cataluña, País Vasco, Andalucía y Castilla y León. En el estudio ha participado María Guerrero, psicóloga experta en familia y tecnología para analizar el impacto de estos cambios más allá del Covid-19.
Si se habla del ámbito personal, las relaciones sociales (85%), educación (82%) y actividad física (71%) -esta última más común entre los niños que las niñas- son los aspectos que las familias españolas opinan que se han visto más afectados por el Covid-19. Además, 3 de cada 10 menores han sufrido falta de concentración y mal humor/agresividad en este tiempo, afectando en mayor medida a los niños. Problemas de sueño (18%), depresión (13%), pérdida o aumento de peso (12%) y menor autoestima (7%) son otros de los cambios físicos y psicológicos que se han producido durante la pandemia.
El tiempo que pasan los menores fuera de casa también se ha visto afectado. De hecho, el 30% de los niños y niñas españoles pasa menos de una hora al día al aire libre, lo mínimo recomendado por los pediatras, porcentaje que se eleva hasta el 40% en el caso de Madrid. En el extremo opuesto se encuentra el País Vasco, donde el 87% sobrepasa este tiempo.
Por si eso fuera poco, 7 de cada 10 familias aseguran que su hijo practica menos ejercicio que antes del Covid-19. Sin embargo, la mayoría afirma que el consumo de alimentos se ha mantenido igual. Dos hechos que unidos pueden fomentar la obesidad infantil, uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI.
Al analizar los cambios producidos en el ámbito digital en las familias españolas, se aprecia que 1 de cada 3 hogares españoles ha adquirido un nuevo dispositivo a causa del Covid-19, siendo Cataluña la comunidad que más ha comprado, con un 37%. En el Top3 de los tres dispositivos más comprados se encuentran: ordenadores (14%), tablets (12%) y smartphones (6%). A esto se suma un aumento del 34% del número de registros en plataformas y servicios de entretenimiento de vídeo online, porcentaje que se eleva hasta el 42% en el caso de Andalucía. Netflix (15%) lidera el ranking seguido de cerca por Disney + (12%).
Si se habla de las amenazas que creen que han sufrido sus hijos en línea en este tiempo, 6 de cada 10 familias aseguran que la pandemia ha provocado una mayor adicción a las pantallas, una cifra que asciende hasta el 70% en el caso de las familias con hijos de entre 9 y 13 años. Además, el 11% de los padres españoles cree que han accedido a contenido inapropiado en este tiempo, porcentaje que muestra sus picos más altos en familias con hijas de 11 años e hijos de 13.
Sin embargo, el dato más significativo es que solo un 2% de las familias cree que su hijo ha sufrido ciberbullying en este tiempo, a pesar de que estudios como el de Light aseguran que, durante estos meses, el acoso a través de redes sociales y chats ha crecido casi un 70%. Y lo que es peor, el 65% de los padres piensa que sus hijos tienen las mismas posibilidades o menos de sufrir acoso (bullying) que antes del Covid-19. Solo un 8% cree que ahora es más probable y que las niñas son quienes más lo sufren, siendo Madrid la comunidad en la que más conciencia existe.
¿Y cómo protegen los padres a sus hijos de estas amenazas? El uso de medidas de control parental solo ha aumentado un 6% a causa de la pandemia, siendo Cataluña y Castilla y León las regiones en las que más ha crecido. Un dato significativo en unos meses en los que el uso de Internet por parte de los menores se ha visto claramente incrementado. De hecho, durante el confinamiento, el uso de Internet aumentó hasta un 60% en los países de la OCDE, según cifras de la organización, y la actividad online de los menores españoles creció un 180% en la primera semana con los colegios cerrados, según datos de Qustodio.
Aunque el establecer límites de uso sigue siendo la más popular (63%), el bloqueo de apps es la que ha experimentado un crecimiento mayor (+5%) con respecto a la época pre Covid-19. Curiosamente, en general, se toman más medidas con los niños que con las niñas y entre los menores de 12 a 14 años.
El ámbito educativo es uno de lo que más transformación ha vivido. De hecho, han surgido nuevas metodologías como el modelo híbrido (combina presencial y online), que ocupa el 13% de la formación en estos momentos. En la mayoría de las regiones es en la Secundaria cuando se apuesta por combinar presencial y remoto, donde ese porcentaje se eleva hasta el 30%. Madrid y Andalucía son las comunidades que más apuestan por esta modalidad.
Sin embargo, 6 de cada 10 familias consideran que su hijo/a aprende peor en remoto, con Castilla y León a la cabeza con un 69%. Solo un 5% de los padres españoles considera que sus hijos/as aprenden mejor desde casa. Por género, los padres españoles creen que los niños aprenden mucho peor desde casa que las niñas, 67% frente a un 53%.
¿Qué sucede con las apps educativas? 7 de cada 10 menores han empezado a usar algún software nuevo de comunicación en el aula o app de aprendizaje que no usaban antes del Covid-19, siendo su uso más habitual a partir de los 9 años. Google Classroom sigue ocupando el 1º puesto (37%).
En cuanto al tiempo que pasan los menores en línea para su formación, el informe estima que el 70% de los padres cree que se ha incrementado el número de horas que pasan sus hijos conectados para la escuela (en clase + tareas) desde el inicio de la pandemia. A partir de los 11 años este porcentaje asciende hasta el 80%, siendo Andalucía y Madrid las CC.AA. donde más ha aumentado. Al preguntarles sobre la nota que podrían al colegio de sus hijos, el 47% de las familias los aprueba con buena nota. Destaca Cataluña, con un 57%, como la comunidad con mejor nota. En el otro extremo se encuentra un 16% de padres y madres que considera que no se están manejando los cambios tecnológicos como deberían.
Más allá del Covid-19
El informe de Qustodio también incluye previsiones sobre cómo evolucionará toda esta situación. Según la psicóloga experta en familia y tecnología, María Guerrero, es importante que tanto madres como padres se adapten a esta nueva normalidad lo mejor posible, ya que los hijos serán el reflejo de su autogestión.
Además, una mala gestión de las emociones puede generar mal humor y agresividad o provocar alteraciones del sueño que desemboquen en cansancio crónico e insomnio. El miedo y la incertidumbre pueden acabar en desórdenes psicológicos, como ansiedad, depresiones e incluso agorafobia, haciendo que salir a la calle y relacionarse con más gente suponga un reto.
Al aumentar de forma notable el consumo digital, también lo puede hacer el desarrollo de conductas adictivas, el aislamiento y la vulnerabilidad de los menores, al exponerse en mayor grado a los riesgos online.
El ámbito educativo ha sufrido grandes cambios, sacar a los menores de las aulas provoca una disminución de la capacidad de concentración acompañado de falta de rutinas fijas que afectan a la organización, la gestión del tiempo y la capacidad de aprender. La disminución de horas en el colegio y con los compañeros, puede aumentar el individualismo de los menores, la falta de compañerismo y el sentimiento de equipo.
Por ello y para evitar que se desarrollen ciertos problemas como consecuencia de la nueva normalidad, es importante mantener conversaciones claras con los menores y no ocultarles información, establecer rutinas de sueño, de tiempo de ocio y digitales, predicar con el ejemplo y protegerlos de las amenazas del mundo digital con sistemas que ayuden a los padres a tener control de horario y contenidos.