En muchas de las ocasiones se puede olvidar la combinación para poder abrir de la caja fuerte que una persona tenga en la vivienda o lugar de trabaja, o puede estropearse la cerradura o bien extraviar la llave y no poder realizar de ninguna de las manera su apertura
Ante esta situación es muy importante llamar a un cerrajero profesional, experimentado no solo en la instalación y mantenimiento de cajas de seguridad sino también capaz de abrir toda variedad de cajas fuertes y armarios de seguridad que ofrece el mercado.
Una caja fuerte también llamada caja de seguridad es un compartimiento de seguridad de difícil apertura para aquellas personas no autorizadas, en donde guardar objetos, elemento de valor ya sea económico o sentimental.
Generalmente las cajas de seguridad suelen ser bastante pesadas y están fabricadas en un metal bastante resistente. Disponen de un sistema de cierre que tan solo puede abrirse mediante claves secretas que pueden cambiarse cuando el propietario lo desee para incrementar más la seguridad.
Es muy importante no olvidar la contraseña para poder acceder al contenido que hay en estas cajas fuertes. Existen diferentes tipos de aperturas dependiendo del modelo y seguridad:
En las cajas fuertes antiguas la apertura se realiza mediante una especie de rueda que da vueltas tanto a la izquierda como a la derecha. Esta rueda debe de moverse en determinados ticks hacia ambos lados hasta conseguir su apertura.
Las cajas de seguridad más actuales o modernas utilizan un sistema de seguridad electrónico como puede ser una contraseña numérica o alfanumérica, o algún método biométrico basado en el reconocimiento de personas como es lector de huellas, lector del iris, etc.
El mercado actual ofrece una gran variedad de cajas fuertes a elegir por lo que es muy importante tener muy claro que tipo de uso se le va a dar, si va a estar destinada para uso personal o para ser instalada en las habitaciones de un hotel, o en una entidad bancaria, administración de lotería, joyería, etc., para así adquirir el modelo acorde a las necesidades.
Entre los diferentes modelos de cajas fuertes que ofrece el mercado destacan:
Caja fuerte de sobremesa o caja de sobreponer, no requieren ningún tipo de instalación u obra por lo que son más susceptibles de sufrir un robo. Suelen ser colocadas en el interior de un armario o estantería, aunque para mayor seguridad pueden atornillarse a una superficie.
Cajas fuertes de empotrar: requieren de un trabajo especializado ya que como su propio nombre indica deben de ser empotradas en una pared. Poseen un alto grado de seguridad y son muy resistentes.
Cajas fuertes ignífugas: resistente a las altas temperaturas durante minutos. Ideales para proteger todo tipo de documentación importante como contratos, escrituras, informes y elementos electrónicos.
Cajas fuertes camufladas: pasan desapercibidas a los ojos de todo transeúnte. Existe infinidad de modelos a elegir adaptable al resto de los elementos propios del ambiente.
Cajas fuertes de suelo: no son muy vistosas y están diseñadas para ser empotradas en el suelo.
Cajas fuertes de alta seguridad: prácticamente imposible de abrir si uno no tiene los códigos exactos. Muy utilizadas lugares donde se guardan grandes cantidades de dinero y objetos de gran valor como en joyería, bancos, museos, administración de loterías, etc.
Cajas fuertes decorativas: es un modelo de caja que se integra a la perfección con la decoración o mobiliario de la estancia, capaces de pasar totalmente inadvertidas y con gran valor estético.
Caja fuerte para hoteles: es un tipo de caja que suele instalarse en el armario de la habitación, con un nivel de seguridad alto aunque muy fáciles de manipular. Este tipo de caja fuerte utiliza un sistema de códigos que permite su cambio después de que cada cliente le haya dado su uso permitiendo mantener un elevado nivel de seguridad.
Lo ideal es contactar con un especialista que brinde un buen asesoramiento sobre la caja de seguridad a elegir y capaz de solucionar todo tipo de problemas con rapidez, sin importar marca y diseño.