Del 21 al 27 de septiembre se celebra la Semana Internacional de las Personas Sordas, días de marcado carácter reivindicativo en los que dar visibilidad a una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo, en 2020 bajo el lema "REAFIRMANDO LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS SORDAS"
En España, este año es el 26 de septiembre, cuando se celebra el Día Internacional de las Personas Sordas, una fecha que busca sensibilizar y concienciar sobre las necesidades particulares de estas personas, y la importancia de crear programas que permitan su inclusión dentro de todos los ámbitos de la sociedad.
En este periodo aciago de pandemia, resulta particularmente oportuno poner sobre el tapete que, a pesar de que el confinamiento y el uso de mascarillas son medidas imprescindibles en la lucha contra el COVID19, provocan un aislamiento social que es necesario revertir. Provocan, por ejemplo, un aislamiento que puede llegar a tener también impacto sicológico.
En el caso de las personas con pérdida auditiva, la posición de la mascarilla sobre la boca, obliga a lengua y labios a emitir el sonido de una manera inusual, además de atenuar algunas frecuencias e impedir la lectura de los labios.
Ya se han diseñado mascarillas con “ventana”, para poder dar una solución a una parte de este problema. Pero no todas las personas con problemas auditivos son completamente sordas, ni todas saben leer los labios. Muchas de ellas son personas mayores que habitualmente usan audífonos que les ayudan a comunicarse con su entorno. Para ellos, la mascarilla supone, en este sentido, un serio inconveniente a la hora de relacionarse con los demás.
Está demostrado que la lectura labial es algo natural. Según algunos estudios, representa un 30% del reconocimiento del habla para cualquier persona. También existen estudios que demuestran cómo añadir información visual al hecho de hablar equivale a una mejora auditiva estimada entre 3 y 4 dB.
Desde que se ha impuesto la nueva realidad, todo el mundo es consciente de que para poder entenderse se tiene que elevar un poco más la voz por dos motivos evidentes: ahora se habla desde más lejos y además se tiene delante de la boca una pantalla, la mascarilla, que interfiere en los sonidos que se emiten. Si este hecho supone un esfuerzo para todos, para las personas que llevan audífonos es aún mayor.
Las frecuencias altas se atenúan o desaparecen, lo que provoca un impacto significativo en la comprensión del habla en ambientes tranquilos. El uso de una mascarilla atenúa las frecuencias altas (2000-7000Hz) de la persona que la lleva, entre 3 y 4 dB con las mascarillas higiénicas simples, y casi 12 dB con las mascarillas N95. Las frecuencias bajas (transición formántica) también son modificadas ya que la mascarilla limita la apertura de la boca y los movimientos de la lengua
Además, y aunque los audífonos se adaptan a diferentes entornos sonoros, lo que ocurre ahora es que en casa se habla sin mascarilla, en la calle con ella, y la situación acústica es dramáticamente variable en cortos periodos de tiempo, y en repetidas ocasiones a lo largo del día.
Para dar solución a este problema, ReSound se lo pone fácil tanto a los audioprotesistas como a las personas que utilizan los audífonos. Por un lado, y después de estudiar con detalle cuáles son las frecuencias que más se alteran con el uso de las mascarillas, y cómo tiene que trabajar la direccionalidad de los audífonos para favorecer la inteligiblidad del habla en estas circunstancias, ha elaborado una guía de ajuste de la programación de los audífonos para que los profesionales de la audición puedan aplicarlas de una manera muy sencilla a los audífonos de sus pacientes, de acuerdo con cada modelo.
Además, y gracias a ReSound Assist Live, el audioprotesista puede ecualizar de nuevo los audífonos de su paciente a distancia, o incluso adaptárselos por primera vez teniendo en cuenta la nueva normalidad. De este modo, el usuario puede recibir en su móvil el ajuste adecuado a su entorno sonoro actual, a través de la app ReSound Smart 3D, e instalarlo en sus audífonos, sin tener que acudir continuamente al gabinete del profesional de la audición de confianza.
Sólo se necesita un Smartphone. En el caso de personas mayores o personas dependientes, puede ser incluso el de un familiar o persona que esté a cargo. De este modo puede ser el cuidador quien se instale la APP correspondiente para que el audioprotesista revise y ajuste los audífonos para una situación determinada. El usuario lo aplica cómodamente desde el lugar donde está, y mantiene la opción de volver a la configuración anterior cuando sea necesario.
Con ello, ReSound ofrece una solución eficaz para que la dificultad auditiva causada por las mascarillas no se convierta en la normalidad de las personas con pérdida auditiva.