Este plato digno de celebración, no puede faltar en las celebraciones de carnaval. A continuación, las curiosidades de este delicioso y versátil plato:
Los ingredientes de las filloas suelen ser harina, leche o agua y huevos. Estos ingredientes pueden variar dependiendo de las costumbres de cada localidad.
En Galicia la variedad más famosa de este plato, es la tradicional filloa de sangre. Típica durante las celebraciones de San Martín, cuando se realiza la matanza de los cerdos. Se utiliza sangre en lugar de agua, para elaborar la mezcla.
Hoy en día, lo normal es cocinar las filloas en una sartén normal. Antiguamente el amoado (la masa líquida que dará lugar a las filloas), se cocinaba sobre una piedra calentada al fuego o sobre una filloeira, que es una plancha de hierro.
En otras partes del mundo existen elaboraciones similares, quizás las más parecidas a las filloas gallegas, son tal vez, las crêpes francesas. Aunque existen diferencias notables.
Las filloas, suelen utilizar grasa de cerdo para cocinarse, nunca mantequilla. Algunos restaurantes añaden la última para evitar que las filloas se peguen al cocinarlas, y para facilitar el proceso de cocción.
Si bien los líquidos utilizados (leche, agua, caldo o sangre), marcan diferencias entre filloas, también el tipo de harina influye. Actualmente lo común es hacerlas con harina de trigo, pero en algunas zonas era común utilizar harina de maíz, centeno e incluso avena
Antiguamente las filloas llegaron a cumplir la función del pan en las casas que no tenían horno o dinero, por ello en ocasiones las puedes encontrar acompañando al cocido.