Ante las elevadas temperaturas que ya ha habido esta semana, y que se repetirán a lo largo del verano, ATIM advierte del peligro real para la salud y la vida de los jornaleros del campo, trabajadores de la construcción, barrenderos y de todos aquellos que están en situación de excepcional exposición a las inclemencias climáticas.
Sobre esta situación de especial vulnerabilidad venimos advirtiendo todos los años y solicitando que, además de dispositivos de alerta por riesgo de incendio y los de algunos ayuntamientos y personal civil para acoger a las personas sin hogar, se tomen medidas efectivas que garanticen un traslado rápido a un centro hospitalario, en caso de trabajadores afectados por un golpe de calor, y que las recomendaciones a las empresas para evitarlos se tornen en obligatorias para que se pueda denunciar los abusos que se cometen en este terreno y que ya se han cobrado vidas humanas. Pedimos también a los servicios sociales que mantengan una alerta máxima en relación con las condiciones de salubridad, higiene y dignidad de sus viviendas que les permitan defenderse de estas condiciones adversas a ellos y a sus familias.
Esa obligatoriedad permitiría a los delegados sindicales vigilar el cumplimiento de las normas de seguridad y a las correspondientes inspecciones de trabajo ser eficaces en el desarrollo de sus funciones evitando tragedias y garantizando unas condiciones labores respetuosas con la dignidad humana.
Es responsabilidad de las empresas contratadoras y de las Consejerías correspondientes, a través de sus inspecciones laborales, evitar el deterioro de salud y muerte de los trabajadores de los citados sectores. Son seres humanos y, como tales, tienen derecho a que se aseguren unas condiciones de trabajo acordes a su condición. Esperamos que no sea necesario nunca más recordar la muerte de Eleazar Blandón, jornalero abandonado a las puertas de un centro de salud horas después del golpe de calor que lo dejó incapacitado en su lugar de trabajo.
La razón de este comunicado es esa: que esta tragedia no se repita. Pero pretende además subrayar el artículo 2 de la DUDDHH para que se garantice que toda persona tiene esos derechos, "sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición". Y es necesario remarcarlo porque en estos sectores se suelen concentrar aquellos trabajadores cuyas condiciones sociales y económicas son más desfavorables.