Alimentación -con la tasa más alta de la serie-, electricidad y carburantes fueron los principales focos inflacionistas.
Descontando alimentos y energía, los precios aumentan un 7%.
El efecto de segunda ronda al resto de grupos se mantiene notable.
La inflación de la Región de Murcia registró una leve parada en su continua senda ascendente. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanza una tasa de variación interanual del 9,5%, frente al 11% de agosto, y frente al 8,9% nacional.
En este sentido, las presiones inflacionistas siguieron siendo prácticamente generalizadas, pues seis de los doce grupos que componen la cesta de la compra registraron variaciones anuales superiores al 4%, y cuatro de ellos sobrepasaron el 10%. Entre los componentes alcistas destaca, en primer lugar, Alimentos y bebidas no alcohólicas, que alcanzó un encarecimiento medio del 16,1%, en lo que supone su tasa más elevada de la serie estadística homogénea iniciada en 1994, con repuntes especialmente marcados en huevos (+34,8%), carne de ave (+30,9%) y leche (+26,6%). En segundo lugar, gastos asociados a Vivienda, cuya tasa anual fue elevada (+12,0%) pero más contenida que el mes anterior (+22,7%), debido a los precios de electricidad, gas y otros combustibles domésticos, que se encarecieron a un ritmo algo más lento que en el pasado más reciente (+25,0% en septiembre, frente al +54,0% de agosto). En tercer lugar, destacó Transporte, con una variación anual del 10,6% (casi dos puntos por debajo de la de agosto), donde jugaron un papel relevante los carburantes y combustibles (+19,3%). En el extremo opuesto, muestran una senda moderada los gastos de comunicaciones (-2,5%), enseñanza (+0,6%) y medicina (+2,2%).
En todo caso, si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente disminuye una décima, hasta el 7% -frente al 6,2% nacional- siendo el segundo registro más alto de año (tras el de agosto) y el más elevado de las distintas Comunidades Autónomas (junto con el de La Rioja).
En definitiva, la inflación regional en el mes de septiembre sigue siendo muy elevada pese a las distintas medidas para reducir la factura energética. De hecho, las presiones inflacionistas son prácticamente generalizadas, dado que la mitad de los grupos que componen la cesta de la compra (seis de doce) se encarecen ya a ritmos superiores al 4% anual. En este sentido, el inicial repunte de precios energéticos de mediados del año pasado se traslada a un número cada vez mayor de bienes y servicios, generando efectos de segunda ronda. Se precisaría de medidas de choque adicionales para que no se vea aún más limitada la capacidad de consumo de los hogares, junto a la viabilidad empresarial, pues se espera que la inflación continúe por encima de los valores deseados durante todo 2022 y 2023.