Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en un escrito dirigido a responsables de agricultura del parlamento europeo de distintos de partidos políticos, ha pedido que se retire la condicionalidad social de la PAC por ir en contra de su simplificación e insta a que se busquen alcanzar esos objetivos en otras áreas políticas en donde sus propuestas impliquen menos inconvenientes y sean más eficaces.
La organización agraria, quien ya se había pronunciado sobre este hecho, considera que ya existe en España una rigurosa legislación en materia de empleo y seguridad social y responsabilidades por incumplimiento de la misma y que incorporar este hecho en la PAC no sólo significaría duplicar lo que ya existe y dotarla de más carga burocrática sino que, además, cada estado miembro cuenta con una legislación y unos sistemas de control distintos en esta materia.
Además de esto, Unión de Uniones señala que, al margen del mayor lastre burocrático que supondría y la dudosa eficacia que tendría en la consecución de su objetivo, la condicionalidad social sería, una vez más, algo impuesto a los productores europeos que no se exige a sus directos competidores de países terceros en los mercados internacionales, ni en los internos.
En este sentido, la organización hace hincapié en que el informe 2020 del Índice Global de los Derechos de la Confederación Sindical Internacional considera que Europa es el área mundial en donde los derechos laborales están mejor garantizados, en el conjunto de todos los sectores. Sin embargo, Oriente Medio, Sur de Asia, África, EEUU y América Central y del Sur son las regiones en las que se producen violaciones regulares o sistemáticas de los derechos de los trabajadores, y es de estas regiones de donde proceden los productos con los que agricultores y ganaderos europeos se ven obligados a competir.
Unión de Uniones insta a que se instaure definitivamente en las relaciones comerciales de la UE el principio efectivo de reciprocidad y que los ciudadanos europeos dispongan de alimentos igualmente sanos e igualmente seguros, ya sean producidos en la UE o en países terceros, exigiendo a todos los productos importados para su comercialización en el interior de la UE idénticas condicionalidades a las exigidas a los agricultores y ganaderos europeos y españoles.
"No vale exigir unos estándares de producción en Europa estrictos y mirar para otro lado cuando entran productos de otros lugares que pueden haber sido realizados, incluso, en condiciones de explotación", comentan desde Unión de Uniones. "Al margen ya de la PAC, el principio de reciprocidad debe ser el escenario en el que nos movamos en las relaciones comerciales con países terceros, si no es claramente injusto y perjudica a las producciones europeas", añade.
La organización pone de manifiesto su compromiso con el trabajo responsable, insistiendo en que los casos en los que se vulneran los derechos de los trabajadores son muy minoritarios y están perseguidos por la ley que rige el país y que, por tanto, no tendría sobrecargar la PAC con competencias que no son propias de esta política.