Si les digo que Carlos Alcaraz es el segundo jugador más joven que disputa este año las Next Gen ATP Finals, probablemente piensen que estoy bromeando. Cualquiera que haya podido observar durante los últimos meses la voracidad y la madurez que exhibe en pista, sospecha que cuenta con mucha más experiencia de la que realmente posee.

Carlos llegaba a la ciudad italiana con la presión de ser el principal candidato al título, una situación que debería ser complicada de gestionar en el caso de un chico de 18 años. Pero eso no va con él. Porque solamente ha necesitado dos días para convertirse en el primer semifinalista en Milán, y sin ceder ni un solo set, algo que nadie había conseguido desde la inauguración del certamen en 2017.

En esta ocasión tenía enfrente a Brandon Nakashima, cuarto cabeza de serie y que está realizando una gran temporada, ya que, entre otros logros, ha alcanzado este verano finales en Los Cabos y Atlanta, dos torneos atp de categoría 250. Además, su contundente triunfo de ayer ante Cerúndolo demostraba su gran estado de forma.

El español por su parte venía de superar al danés Rune en un encuentro que fue más igualado de lo que indicó el resultado final. Asimismo, las victorias de uno y otro en la jornada previa, provocaban que el vencedor del choque se clasificara directamente para la siguiente ronda.

Esta importancia la entendió perfectamente el norteamericano, puesto que desde el inicio salió con la convicción de que tenía que dar un paso adelante si quería complicar la vida a su oponente. Las primeras bolas de break llegarían en el tercer juego, pero el del Palmar supo reaccionar y logró mantener el marcador.

A partir de aquí, a pesar de que Carlos subió sus prestaciones, ninguno de los dos estuvo lo suficientemente certero como para evitar el tie break. Ya en la muerte súbita, un espectacular passing de revés del murciano definió el ganador del primer parcial.

Un ciclón llamado Alcaraz

La forma en la que se decidió el set fue crucial en la dinámica de los siguientes compases. El pasado cuartofinalista en Nueva York iba cada vez sitiéndose mejor tanto con su derecha como con el servicio, y el estadounidense ya no se encontraba tan cómodo en pista. Del mismo modo, la tremenda intensidad que el pupilo de Ferrero ejercía al resto motivaba que Nakashima tuviera que arriesgar más, empuje que se tradujo en el primer break de la tarde.

A continuación, aunque con ciertos apuros, Alcaraz fue capaz de administrar la ventaja y cerró la manga. Cuatro juegos le separaban de sellar otra conquista inmaculada.

Una nueva rotura del primer cabeza de serie parecía que rubricaba la sentencia del partido, sin embargo sus segundos saques fueron aprovechados por el californiano para volver a igualar el resultado. La estabilidad de ambos sacadores conduciría por segunda vez al tie break. Finalmente, la claridad de ideas y la seguridad del español al servicio acabaron por rebasar a su rival, que poco pudo hacer para frenar la tremenda determinación con la que el nacido en 2003 finiquitó su pase a semifinales.

A ver quién lo para

Con este triunfo el palmareño no solo evidencia que su condición de máximo favorito es indiscutible y unánime, sino que también prosigue con su espectacular racha ganadora: desde el US Open acumula once victorias y cuatro derrotas, un balance impresionante que acredita por qué es uno de los principales protagonistas de la temporada.

Su próximo adversario será el argentino Juan Manuel Cerúndolo, jugador ya eliminado y que querrá lavar su imagen después de caer claramente en los dos encuentros que ha disputado hasta ahora en el torneo.