Era ahora o nunca. El kárate se estrena como deporte olímpico en los Juegos de Tokio y no estará en París 2024 por lo que Sandra Sánchez, deportista de la UCAM, se enfrentaba a su primera y última oportunidad de hacerse con una medalla olímpica. La mejor karateca de la historia, según la Federación Internacional, no podía fallar. Y no lo hizo. Pasó como un ciclón por todas las eliminatorias hasta plantarse en la final rozando la perfección en cada una de sus katas.
La final contra la japonesa Kiyou Shimizu contemplaba una mayor dificultad ya que la nipona jugaba en casa y llegaba a esta cita en un gran estado de forma. El hecho de que ambas karatecas eligieran la misma kata favoreció a la talaverana ya que se pudo comprobar con claridad su mayor rapidez, precisión y contundencia en los movimientos. Aún así, el marcador estuvo muy ajustado con una puntuación de 28,06 para Sandra y de 27,88 para Shimizu. Notas elevadas y muy ajustadas que ofrecen un reflejo del gran nivel y de la igualdad de una final que terminó con Sandra Sánchez colgándose la medalla de oro y el Himno de España sonando en el Nippon Budokan.
Un buen porcentaje del éxito de de Sandra hay que atribuirlo a su entrenador Jesús del Moral, también técnico de la UCAM y entrenador de Damián Quintero, karateca de la Universidad Católica de Murcia que mañana competirá por las medallas en la modalidad de kata individual masculino.
Foto: Comité Olímpico Español