Con la mirada fija en Tokio 2020 pero sin perder de vista su carrera académica, Mireia Belmonte (Badalona, 1990) tiene como próximo e ineludible objetivo la clasificación para los Juegos Olímpicos, en los que intentará ampliar su palmarés de cuatro medallas (un oro, dos platas y un bronce). Mireia es uno de los principales exponentes del proyecto formativo de la UCAM y el Comité Olímpico Español para que los deportistas de élite puedan compaginar sus estudios con sus entrenamientos y competiciones. En esa formación personalizada y programada, hoy miércoles tocaba realizar exámenes del Grado en Publicidad y Relaciones Públicas, que es la carrera que estudia en la Universidad Católica.
El trabajo de una campeona olímpica está medido al milímetro y por ello Mireia tenía claro que hoy había que aprovechar la jornada en el campus: "Ha sido un día intenso. El examen de hoy era bastante largo y lo tenía planificado desde hace tiempo, porque este año hay muchas cosas que coordinar y el estudio es una de ellas". Además del examen, Mireia ha aprovechado para reunirse con José Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica, y entrenar en el UCAM Sports Center.
Con Tokio en el horizonte, la nadadora catalana está en un momento clave de su preparación, ya que ahora tiene que soportar las cargas más exigentes de entrenamiento: "Este año está siendo muy duro. Entrenamos mucho y pasamos muchos días fuera de casa, pero estoy feliz porque tengo un objetivo muy claro. En diciembre, en Amsterdam, tengo la primera oportunidad para lograr las mínimas olímpicas, pero la competición principal será el Campeonato de España en abril y ese será momento clave para lograr la clasificación. Hacer la mínima ahora no te garantiza ir a los Juegos".
Los planes de Mireia no han cambiado respecto al anterior ciclo olímpico y tratará de lograr la clasificación en las mismas seis pruebas en las que compitió en 2016: 200 mariposa, 400 libres, 800 libres, 200 estilos, 400 estilos y 10 kms en aguas abiertas. Con un programa tan amplio tendría la oportunidad de superar a David Cal, compañero de la Universidad Católica de Murcia, que se mantiene como máximo medallista olímpico español con cinco metales. Mireia está a uno de igualarle: "Es complicado porque una medalla olímpica conlleva mucho sacrificio y es muy difícil de conseguir, pero sin duda es un reto bonito".