En la superficie de la pompa de jabón se refleja todo lo que nos rodea, es un mundo sutil como decía Machado, apenas un soplo. Me interesa la capacidad para expresar lo efímero y el carácter escultórico de las pompas detenidas en las fotografías. Se produce un diálogo extraño entre las burbujas, la geometría y las espinas de los cactus, a veces se produce una simbiosis al posarse la pompa en el cactus y convivir con las espinas unos segundos redimensionados. Esto se traduce en una especie de Bacio, beso en italiano, en castellano recuerda a vacío. Exploro una percepción del tiempo "congelada", sobre lo efímero de la pompa de jabón y la flor del cactus que algunas duran 24h. A la vez centro el interés en la idea de la fortaleza de lo frágil, se dan ciertos milagros, sorpresas como la de una pompa de jabón que resiste al estar en contacto con la espina y al ser atravesada por ésta, incluso. La burbuja y las espinas del cactus, se pueden ver cómo opuestos y sorprende que haya cierta simbiosis o convivencia. Puede resultar surrealista y en la poética de Federico García Lorca, "Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio" este es habitable, desde ese paisaje ampliado que cuestiona nuestra magnitud.
Breve bio:
Violeta Nicolás es Doctora en arte contemporáneo y artes escénicas (UAH) y licenciada en Bellas Artes (UMU). Es crítica literaria en El Ciervo y docente. Ha colaborado con la Universidad de Alcalá y Universidad Complutense. Poemarios premiados: "Reinombre" obtiene el XVII Premio a la Creación Literaria de La Serena, 2022; "Flow" recibe la Ayuda a la Creación INJUVE 2015; "Digestión Idílica" 1ºPremio poesía CreaJoven, 2010. Otros poemarios publicados: Hielo con espinas (Franz ediciones), Lapsus Violeta (Tigres de Papel). Ha realizado diversas exposiciones individuales y colectivas. Ha participado en Festivales y Ferias de arte contemporáneo donde muestra su trabajo multidisciplinar en diálogo con la escritura. "Churro infinito" recibe el 3º Premio Instalaciones "Mujer", Sierra Norte, Madrid, 2015. Se obtiene el premio en la III convocatoria "Enigmas", Museo "Carmen" Thyssen, Málaga, 2022, "Por qué Pompa se encontró con Espina" poesía escénica desarrollada junto a Miriam Nicolás.
Marisol Salanova, crítica de arte en El Cultural de ABC diario, Levante EMV, La Ser, y, autora en Plataforma Editorial, ha escrito sobre la exposición, el siguiente texto titulado El beso de la esfera infraleve:
¿Lo que no acaba nunca cua´ntas horas es?
Violeta Nicolás, “Reinombre”, 2023
El universo de Violeta Nicolás (Murcia, 1984) es un mundo sutil, ingrávido y
gentil, como diría Machado. La pompa de jabón cobra protagonismo en su último
proyecto y conecta cada obra de la serie en un tiempo congelado donde lo infraleve
sorprende. Esta exposición, que se sirve de un concepto duchampiano, marca además un
rasgo específico en su trabajo artístico y momento creativo: lo infraleve, es decir, la
recuperación del acto contemplativo de fenómenos sutiles que se escapan al ojo fijo por
su velocidad y transparencia, intangible pero repleto de posibilidades.
Burbujas que rozan las espinas de diferentes cactus como en un beso imposible aquí
conviven tal que en un pequeño milagro. La artista reflexiona sobre lo efímero de la
pompa de jabón y la flor del cactus, flores que algunas de ellas duran apenas 24h. A la
vez centra el interés de la muestra en la idea de la fortaleza de lo frágil, la resiliencia
inesperada. La atmósfera que puede respirarse es la de la fragilidad capturada en una
foto que se condensó, junto a otras imágenes, en el recuerdo. Un instante que pareciera
imborrable por insólito y sin embargo se difuminaría en nuestra mente, si no se nos
presentara así, en este formato y tamaño, rescatado para el goce de nuestros sentidos.
Bacio lleva al límite la experiencia de percepción sobre la realidad física condicionada
por el tiempo, pero sobre todo por los procesos de comunicación. Por eso hay mucho de
su poesía en las imágenes que conforman la exposición. De hecho, conviven los versos
de la autora y sus fotografías en plena armonía. Porque si leemos sus poemarios
hallaremos pistas que nos ayuden a descifrar el paisaje de espinas y círculos vacíos de
jabón, repletos de alusiones a la simplicidad cuando dos desean entenderse.
Cuando recordamos algo nuestro cerebro pone en marcha un mecanismo por el cual
viajamos a la última vez que habíamos intentado recordarlo, es decir, en nuestra
memoria los datos van sufriendo ligeras modificaciones y el recuerdo se reescribe una y
otra vez. Por esta razón siempre hay algo de sueño o de ficción al retornar a un viejo
recuerdo y la artista reflexiona no solo sobre el paso del tiempo sino sobre romper con
su linealidad, congelarlo, al menos en lo material. Trata de descubrirnos una nueva
perspectiva. Pues somos memoria y el olvido forma parte del despliegue mismo de esta
memoria, en el presente, promesa, proyecto, deseo de recuerdo en un futuro inminente.
¿Qué representan estas obras, qué hay, qué se da, de verdad, en esa representación? La
artista sabe que ha creado un mundo de fantasía y lo utiliza para señalar aspectos de la
realidad objetiva.
Explorar los sentidos a través de imágenes y palabras es algo que a Violeta Nicolás se le
da excelentemente desde el comienzo de su carrera. Ya sea mediante performance art,
instalación, vídeo o fotografía, tiene una sensibilidad como pocas autoras de su
generación. La autenticidad en su proyecto es cuestión de sensibilidades. Porque
estamos antes una artista con carácter, auténtica y transparente. Alguien que irradia
buena energía. Así pues, destaca su capacidad para provocar la empatía en el público a
partir de sus experiencias. Una verdad descubierta que no es la de los significados
concretos si no que queda abierta a la interpretación del público, de los espectadores que
completan la experiencia evocando sus propias representaciones.
Definitivamente, Violeta Nicolás nos lleva a reflexionar sobre la condición de efímero
que tiene nuestro transcurrir por el mundo, pero también sobre el maravilloso flujo de la
vida, cargada de luz y color, a pesar de sus sombras. Porque a veces hay simbiosis entre
elementos que no imaginaríamos. Que hemos de deshacernos de los prejuicios y recrear
estos besos de la naturaleza, pasajeros, admirables, que creíamos imposibles... y
disfrutemos del momento, añadiendo pasión al presente. Como planetas que salen de su
órbita para chocar contra púas algodonadas, las pompas jabonosas desplegadas en la
Sala Caballerizas miran hacia una estructura de espinas de cactus intervenidas y una
bola de cristal en cuyo interior cada visitante puede proyectarse a sí mismo. Toda una
experiencia que completa un vídeo hipnótico con el que la artista fija una red neuronal
trazada por plantas. Pues los cactus desarrollan una inteligencia colectiva en sus raíces,
que vistas de cerca son como galaxias infinitas. Así, descubrimos el exterior y el interior
de las cosas.
Violeta Nicolás