Si bien el Contrato Social de Rousseau supuso una firme base para las democracias en las que vivimos actualmente en las que el campo social está controlado por las Constituciones, que han de ser justas para asegurar las libertades que definen a la ciudadanía, la base fundamental de la Democracia.
Este orden administrado desde el principio de legalidad con plena libertad de conciencia y de pensamiento y que se trabaje desde leyes justas y la igualdad desde la educación y en las relaciones comerciales y de libre elección.
Este libro es un avance, no menos importante, que la obra que escribió Rousseau y que no cuesta comprenderlo, pero que en sus lecturas posteriores, encuentras nuevas y profundos aprendizajes para mejorar la sociedad en la que vivimos.
Si bien en la propuesta del Contrato Social es hallar solución al problema fundamental de encontrar un modo de asociación que proteja y defienda a los ciudadanos y sus bienes, de cualquier fuerza común y donde cada uno, unido a todos pueda ser libre y fiel a sí mismo. En virtud del pacto social cada persona se entrega a la voluntad general como cuerpo moral y colectivo, donde todos votarán y serán miembros.
Esta obra va mucho más allá y lo que busca es cambiar los antiguos arquetipos que aún se mantienen vivos en nuestra sociedad, un estado inconsecuente que está generando profundas perturbaciones que afectan directamente a la ética y a la moral.
Si bien sin dejar atrás el aporte de la gran obra de Rousseau , pues el caos sociales más que previsible pues desde sus plataformas sólo se ha favorecido la deshonestidad, el egoísmo social y la corrupción , de ahí la importancia de esta obra escrita por el prestigio y reconocido, abogado, escritor, periodista y Doctor Honoris Causa Carlos Hugo y la reconocida y premiada, también Jeannette Esmeralda Tiburcio, con importantes reconocimientos por su trabajo académico en el Instituto América de Veracruz , de la fundadora del Consejo Cultural de Arquitectura y miembro del grupo Jóvenes Mujeres Empresarias en Quetaro.
Estamos viviendo en una sociedad en la que ha ido decayendo el valor de la verdad como moneda de reserva de la sociedad, y se ha contagiado de un pernicioso relativismo disfrazado de escepticismo.
En este ensayo se proponen las bases para una nueva concepción y una nueva reformulación con lo que todo ello conlleva, pues las diferencias entre Estados y Naciones, pero quo ofrecen alternativas para generar un nuevos y mejores tiempos y que vienen de la mano de la justicia social y se trabaja desde la integridad del ser humano, de la persona y de la vida en su esencia.
Un trabajo que nos conduce por el conocimiento y la pasión de vida y repleto de sentencias y afirmaciones que contagian al lector y en esas palabras se encuentra una pasión desbordada que enceguece y esquiva la realidad para proponernos soluciones. Una puerta a la esperanza.
Quizás podría resumirse en las palabras de uno de sus autores, Carlos Hugo:
"La Humanidad atraviesa una doble crisis por un lado una de identidad y otra de valores.
Desde la globalización se ha promovido y potenciado la deshonestidad, la inmoralidad y la corrupción que ha fracturado a la Sociedad.
Es necesario refundar las instituciones, el Estado, la Sociedad y la Educación.
Para ello es básico generar un nuevo paradigma educativo unido a la ética con un Contrato Moral que involucre a padres, profesores, juventud, ciudadanos y políticos en un verdadero Pacto Naciones. "
Acaso ¿quién no ha disfrutado del deleite desmedido por la esperanza, por un futuro mejor?
Yo, la verdad, que lo he disfrutado y lo disfrutaré ¿Y tú lector? ¿Qué harás?