SINOPSIS
Granada. Miércoles 27 de Abril de 2016. 2:30 de la madrugada.
Acodado en la pasarela peatonal que cruza el Genil, Lucas permanecía absorto en el silencioso discurrir de las aguas del río. Era el lugar y la hora que él prefería para realizar, en la quietud de la ciudad dormida, su ritual revisión: qué había hecho bien ese día y qué podía mejorar en el que apenas comenzaba.
En líneas generales se consideraba satisfecho, a sus 42 años había alcanzado una estabilidad profesional y familiar que él mantenía cuidadosamente: licenciado en Letras, respetado periodista deportivo del diario La Opinión y colaborador de dos o tres importantes diarios nacionales, protagonista del programa nocturno de un canal de televisión, felizmente casado y padre de dos hijos, de neutralidad política celosamente mantenida, se sentía reconocido con el lugar que ocupaba, modesto pero indiscutible, en la sociedad granadina; no le pedía a la vida mucho más.
Si había un rasgo que le definiera era el de ser irreductiblemente metódico, odiaba la improvisación; todo controlado, nadie más renuente a la aventura que él…
Pero… ¡Un momento! ¿Qué repentina aparición es esa que se cruza tan inesperadamente en su camino? ¿Es posible un arrebato tan poderoso que irrumpa y cambie radicalmente la tranquila vida de un hombre honrado? ¿Una pasión tan fulgurante y cegadora que llegue a enloquecerlo hasta llevarle a romper su estabilidad, a transgredir todas las leyes, y adentrarse en un precipicio irreflexivo, que incluso le conduzca hasta el crimen?
La tempestuosa historia de Lucas Moreno merece ser estudiada entre los misterios más aterradores e inconclusos de la psiquiatría.
EL AUTOR
Miguel Hermoso Torres nació en Granada, ciudad en la que completó su licenciatura de Derecho, que compaginó con estudios cinematográficos a partir de 1966 momento en el que logró el ingreso en la Escuela Oficial de Cinematografía, especialidad de Dirección.
En 1971 comenzó a trabajar como realizador publicitario, desde 1975 con su propio estudio, lo que le permitió no solo colaborar con los más prestigiosos técnicos nacionales e internacionales, sino también no perder su libertad creativa, eligiendo escribir, dirigir y en algunos casos producir, solo aquellas películas que consideraba podían aportar algo nuevo y positivo a sus espectadores. Con esa idea ha realizado siete largometrajes y tres series de televisión, y obtenido numerosos galardones entre los que se cuentan el premio a la mejor interpretación en San Sebastián (“Truhanes”) el Gran Premio a la mejor película del Festival de Moscú (“La luz prodigiosa”), el Gran premio Colón de Oro del Festival Iberoamericano de Huelva (“Como un relámpago”) el premio al mejor director del Festival latino de Los Ángeles, y otros entre los que a él le gusta recordar dos Goya a la mejor interpretación de sus actores (“Fugitivas” y “Como un relámpago”). Asimismo, ha escrito tres obras de teatro, una de la cuales (“Cuentos del burdel”) se ha representado por todo el país.
“Noche cómplice” es su primera novela.
ENTREVISTA AL AUTOR
1.- No necesitas presentación. Cuentas con una amplia y consolidada trayectoria cinematográfica. ¿Qué te ha llevado a la novela, y más en concreto, a la novela negra?
No voy a ser muy original si cuento que mi primera juventud estaba llena de Chandler, Hammet, Christie, Simenon, Himes… Y más adelante Higsmith, Vázquez Montalbán, Black, Connolly, Madrid, Lemaitre… Encabezo esta mi primera novela con una cita de Michael Connelly…
En mi opinión, el enunciado “novela negra” no es sino la traslación de lo que siempre se ha llamado “cine negro” ¿verdad? Siempre me ha fascinado ese género, hay películas que he revisto más de una docena de veces, secuencias que no me canso de admirar. Quizá por eso, por el rendido respeto que les tengo, nunca me he atrevido a rodar una película “negra”.
Ahora, sin tener que controlar un equipo de cincuenta o sesenta personas, escribiendo en la intimidad, me voy a desquitar.
2.- Sin grandes spoilers… ¿qué van a encontrarse los lectores en NOCHE CÓMPLICE?
En realidad, lo que pretende el escritor no es muy diferente a lo que busca el director de cine: atrapar la atención del lector (o el espectador), sugerirle diferentes líneas de acción incitándole a que escoja, sorprenderle con giros inesperados y motivarle a que no pueda abandonar el relato hasta el final.
3.- A lo largo de tu carrera has peleado siempre por un cierto grado de independencia que asegurase la libertad creativa. ¿Qué diferencias encuentras respecto al hecho de escribir una novela? ¿Siempre pensaste en publicarla?
Dirigir una película es siempre muy complicado, dependes de tantas variables: presupuesto, actores, equipos artísticos y técnico, postproducción… No oculto que para mí siempre ha supuesto un mayor o menor grado de frustración. Escribir en la soledad de tu estudio, no acomodarte en lo hecho intentando mejorar lo escrito, descubrir palabras, adverbios, expresiones… es fascinante. Gabriel García Márquez, de quien fui alumno y amigo decía que disfrutaba tanto con las revisiones que siempre había un momento en que tenía que decirse: “¡Para ya, Gabo, no sigas corrigiendo!”
4.- En Noche cómplice asistimos al desmoronamiento de una vida, casi de la noche a la mañana. ¿Crees que se trata de un hecho extraordinario o que, al contrario, nos puede pasar a (casi) todos?
Me parece que, afortunadamente, (y no puedo dejar de pensar en “Perdición” de Wilder) lo que aquí se cuenta y en la medida en que se relata, no puede sino ser considerado como algo fuera de lo común. La “bala de plata” de que habla Connelly.
5.- Anteriormente has escrito teatro. ¿Qué diferencias principales has encontrado al enfrentarte a una novela? ¿Has disfrutado la experiencia?
A mi manera de ver, escribir para teatro es una experiencia más cercana a la de un guión cinematográfico. Nada comparable a la libertad (pero también el rigor y la disciplina) que lleva consigo parir una novela.
6.- ¿Vendrán otras novelas detrás?
Bullen en mi cabeza un par de ideas que me parecen atractivas. Pero, ni en cine ni en literatura, nunca he admitido ese concepto de “autor que crea para sí mismo”. Si consigo lectores para esta primera novela, seguro que me arriesgaré una segunda vez.