LUIS LUCENA
Luis Lisart Tamarit
(Valencia, 1932)
Luis Lisart Tamarit es el nombre de pila del cantante valenciano más conocido como Luis Lucena, y siempre ferviente admirador de su paisana Conchita Piquer. Su estilo completamente personal, aunque influenciado al comienzo de su carrera por cancioneros como Enrique Vargas ‘El Príncipe Gitano’, no cuenta en sus inicios con un repertorio de canciones propias, pero va a irse forjando en una fusión de tangos, rumbas y baladas conservando las líneas la copla y del flamenco. Su época de mayor esplendor y apogeo la vive en los años sesenta y setenta, con grandes éxitos como “Españolear”, “Chiqueta bonica” o "Borracho”.
Ve la luz por primera vez en Valencia en el año 1932. Hijo Luis Amparo y tercero de los cinco hijos del matrimonio, tres mujeres y dos hombres. El niño asiste a la escuela, donde no es muy bien estudiante, solo hasta los doce años de edad y comienza a trabajar muy pronto para ayudar a los suyos. Aunque en la familia no hay antecedentes artísticos, el pequeño neófito aficionado al baile y al canto, se apunta con trece años a la academia de música del maestro Talón para obtener el carné profesional de cantante, que era necesario entonces, el cual consigue en la tercera presentación al examen. Su primera intención es la de aprender baile pero resulta ser el propio maestro quien le anima también a cantar después de ver sus prometedoras cualidades.
Su primera actuación la realiza en Torrent (Valencia), actuando con su nombre y primer apellido. Para nombre artístico se le ocurre unir su nombre con el del título de una canción de su coetáneo Antonio Amaya, “Doña Luz de Lucena”, anunciándose en los primeros años como Luis de Lucena, hasta que la importante casa de discos RCA, por la que ficha en 1961, le aconseja quedarse en Luis Lucena, como ha llegado a nuestros días.
A principios de los años cincuenta, actuando por Valencia con notable éxito y empezando a ser primera figura de los espectáculos en que participan, le ofrecen un contrato para ir a Tánger por quince días, y lo acepta, pero está allí siete años, servicio militar en Ceuta incluido.
En 1961 un agente artístico le ofrece la grabación de su primer disco con la casa RCA Victor de Barcelona, resultado un éxito rotundo y titulado “Es mi niña bonita” (1962). El éxito otorga paso a grabaciones casi ininterrumpidas, primero un EP por año y luego varios el mismo año hasta llegar a publicar un larga duración por año a finales de la década de los sesenta, conteniendo muchos de estos discos canciones que suenan frecuentemente en la radio de entonces, temas, muchos, compuestos por él mismo y otros adaptados, como “Borracho”.
Borracho, voy errante por la vida,
Para olvidar mi dolor,
Borracho, embriagado en la bebida,
Por culpa de una traición,
Borracho, por querer con alma y vida,
Como se debe querer,
Hoy yo vivo en la agonía,
Sin consuelo ni alegría,
Borracho, solo por un mal querer.
Valdez
En esos años el cine también llama a su puerta, recurriendo a su fama y aspecto de galán. Estudios Balcázar le ofrece un contrato en exclusiva por cinco años. La primera película se titula “Españolear” (1969). “Españolear” (1969) de Jaime Jesús Balcázar con guión de Alfonso Paso supone un título donde Luis Lucena canta flamenco y Josefa Cotillo ‘La Polaca’ lo baila. Escenas escasamente bien cohesionadas en las que los números musicales se suceden dentro de un argumento que muestra cómo un terrateniente con hijo poco trabajador y tiene en su cortijo a un mayoral con un hijo honrado, al que acusan de un robo. Una cornada al hijo del terrateniente va a poner las cosas en su sitio. La película tiene como base musical la canción del mismo título, que el artista había popularizado anteriormente y goza de excepcional acogida entre el público, pero la muerte de Enrique Balcázar, propietario de los estudios junto a su viuda y con ocho hijos, hace que esta disuelva la empresa. Quedan otras cuatro películas que no se llegan a rodar. Se había pensado en Rocío Jurado para ser su pareja en el siguiente filme. Sorprendentemente vuelva a rodar. Lo hace con el título “Borracho por tu amor” (1989) dirigido por Antonio Ferrer, con la participación de la también cantante Rosa María Luján en pleno apogeo artístico y recorriendo España de arriba abajo, y la presentación de una niña de Valencia, llamada María Dolores ‘La Niña Cantante’.
Luis Lucena no quiso nunca cruzar el charco porque dice que sus Américas están en España, que tantas veces hasta entonces ha recorrido entera, si bien trabaja en Europa actuando en zonas que acogen inmigración española, además de Marruecos, donde es solicitado ininterrumpidamente.
Casi quinientas canciones grabadas le constituyen como uno de los vendedores más destacados y prueba de ello son tres discos de oro. También la Sociedad General de Autores le entrega el primer Casete de Oro que se otorga en España, de manos de Rocío Jurado. Entre las grandes distinciones que atesora se cuenta la Medalla de Isabel La Católica.
Luis Lucena ha sido una de las figuras más destacadas y quizá menos reconocidas dentro de la historia de la copla. Su figura se populariza en un tiempo en que la copla no está tan bien vista. Lucena sabe revolucionar el género con su forma de vestir y también con su forma de cantar, con ese quiebro de voz tan característico y suyo. Se retira en 2003 a su Valencia natal dando gracias a una profesión que desde niño fue su sueño perseguido y conseguido.