Por Bruno Sabella
“La cultura es el ejercicio profundo de la identidad” Julio Cortázar
El intercambio cultural es primordial para el entendimiento y el conocimiento entre personas de diferentes países, así como también lo es para fortalecer los lazos de amistad entre las naciones. El Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) forma parte de la Red de Centros de Cooperación Cultural de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Desde 1988, el CCEBA – inicialmente como Instituto de Cooperación Iberoamericana “ICI”- constituye un espacio dedicado al encuentro e intercambio cultural, donde se dan cita destacados creadores iberoamericanos. En la actualidad, el CCEBA junto al equipo de la Oficina Cultural de la Embajada de España apoya y genera proyectos que impulsan la acción cultural como herramienta para alcanzar el bienestar y dignidad social, la gobernabilidad democrática y promoción de los derechos humanos, la equidad de género, la sostenibilidad medioambiental, y el respeto a la diversidad.
De acuerdo a la página oficial del CCEBA, los Centros Culturales establecen sus líneas de actuación en un documento de planificación y programación anual –Plan de Centro-, que se elabora a partir de las directrices generales establecidas desde la Dirección de Relaciones Culturales y Científicas de la AECID, que tienen, a su vez, como documentos de referencia la Estrategia de Cultura y Desarrollo y el Plan Director de la Cooperación Española.
Los Centros Culturales de España son espacios vinculados a Cooperación Española a través de los cuales se desarrolla una intensa actividad de cooperación y desarrollo y promoción cultural, con la vocación de integrar su funcionamiento con los agentes locales y favorecer el conocimiento mutuo, en una relación de enriquecimiento recíproco, pues la oferta de los centros se nutre con la participación y la iniciativa de la población local.
A través de los centros, que actualmente están presentes en 16 países (15 latinoamericanos más Guinea Ecuatorial), y que reciben en torno a 1.000.000 de visitantes anuales, se ofrece una amplia oferta cultural: además de los servicios de bibliotecas, mediatecas y media-labs, cuyo uso es libre, se programan exposiciones, conferencias, proyecciones cinematográficas, espectáculos de teatro, música o danza, que sirven tanto para dar a conocer la diversidad y la pluralidad de la producción cultural de España como para divulgar la producción local.
La actividad de los centros trata además de adecuarse a la realidad de cada región y subrayar la capacidad de la cultura como instrumento para el entendimiento y el desarrollo. De ahí que, gracias a la implicación de instituciones y colectivos de cada país, muchas actividades fomentan la sensibilidad hacia cuestiones medioambientales o de género, o a la lucha contra la pobreza, pues la protección de los derechos humanos y el fomento de la diversidad cultural son principios que inspiran el trabajo de Cooperación Española.
Las primeras corrientes importantes de emigrantes españoles se dirigieron a lo largo de los siglos XVI-XVIII a las colonias españolas en América: en total, se estima que cerca de 200.000 hombres y mujeres de todas de las regiones de la Península emprendieron la larga y peligrosa travesía a través del Atlántico hasta alcanzar las Antillas o, alternativamente, para llegar a los virreinatos de México, Perú, del Río de la Plata y de la Nueva Granada.
Luego de las guerras de independencia americanas a principios del siglo XIX, disminuyeron los flujos de emigrantes españoles a América durante algunos decenios. Pero desde 1880 se renovaron con una fuerza inusitada, dejando España un total de casi tres millones de personas entre ese decenio y el estallido de la Primera Guerra Mundial. Los destinos preferidos eran Argentina, Cuba y Brasil, en ese orden, pero también salieron importantes contingentes hacia otros destinos.