Juana Reina Castrillo
(Sevilla, 1925 – Madrid, 1999)
Juanita Reina es la máxima competidora de Conchita Piquer en los años de la posguerra. Pero, comencemos por el principio.
Juana Reina Castrillo nace el veinticinco de agosto de 1925, en la sevillana calle Parras, en el barrio de la Macarena. Su infancia y juventud transcurren en otra vivienda muy cercana, en la calle Torrijano. Sus padres responden a los nombres de Miguel y Dolores y Juanita es la primogénita de nueve hermanos.
Siendo muy niña, la familia se da cuenta de que la niña tiene madera de artista y comienza a aprender a bailar, en la Academia de Enrique ‘El Cojo’. Ya bien joven empieza a cantar en bautizos y bodas en su barrio de la Macarena. Con trece años, en 1938, debuta en el Teatro Cervantes de Sevilla. Además de la ayuda del abuelo, un primo de su padre les hace un préstamo para montar su primer espectáculo llamado “Los Churumbeles”, cuyo estreno tiene lugar en el Teatro de San Fernando de Sevilla. Tras el arrollador éxito del espectáculo en Sevilla, la artista realiza una gira por toda Andalucía. Muy poco tiempo después, comienza a realizar sus primeras grabaciones con la casa discográfica más importante del momento, La Voz de su Amo. Su padre, inicialmente reacio a que su hija sea artista, se convierte en su representante y financia directamente el montaje del segundo espectáculo, preparado especialmente para ella por Quintero, León y Quiroga, y que se estrena ya en el Teatro Reina Victoria de Madrid. Tanto esfuerzo da sus frutos y es descubierta por el representante de artistas José Palma ‘Palmita’, quien comienza a llevarla a los mejores escenarios.
Juanita Reina llega al cine después de sus triunfos en las tablas del teatro. Son los años de esplendor de la copla, y va a rodar once filmes de corte folclórico que, además, adorna con sus canciones. Su primera película, rodada sin muchas pretensiones es la de Claudio de la Torre, “La blanca paloma” (1942). Luego, “Canelita en rama” (1943) de Eduardo García, una superproducción de ambiente andaluz. “Macarena” (1944), nuevamente bajo las órdenes de Eduardo García y nuevamente ensalzando Andalucía. En 1947 llega “Serenata Española” (1947) de Juan de Orduña, basado en la vida y obra de Albéniz, y con canciones de Quintero, León y Quiroga. Este mismo año rueda también a las órdenes de Juan de Orduña “La Lola se va a los puertos” (1947), filme de corte histórico basado en la homónima obra teatral de Manuel y Antonio Machado. Inolvidables son las canciones de Quintero, León y Quiroga incluidas en esta película, como “Una cantaora”, tantas y tantas veces cantadas por numerosas artistas:
Buscando otro cielo
La Lola se va.
Buscando otro cielo
La Lola se va.
Me queda un consuelo
Ponerme a cantar…
Me duele er sentío
De tanto sufrir
Al ver que la gloria
Del cariño mío
Me dejo yo aquí.
Siempre de camino
Por tierra y por mar
Y aunque entre las rosas
Me sangra un espino,
Mi sino es cantar.
Una cantaora
Es siempre canción,
Que a nadie le importa
Si ríe o si llora
Este corazón.
Quintero - León - Quiroga
El título que sigue es “Vendaval” (1949) también de Juan de Orduña, ambientado en el reinado de Isabel II, con música de Leoz y canciones de Quintero, León y Quiroga, como la zambra “Y sin embargo te quiero”, que Conchita Piquer incorpora posteriormente a su repertorio.
Te quiero más que a mis ojos,
Te quiero más que a mi vía,
Más que al aire que respiro
Y más que a la mare mía.
Que de me paren los pursos
Si te dejo de queré.
Que las campanas me doblen
Si te falto alguna vez.
Eres mi vía y mi muerte,
Te lo juro, compañero,
No debía de quererte,
No debía de quererte,
Y sin embargo te quiero.
Quintero - León - Quiroga
Juanita Reina vive su época de mayor esplendor en la década de los cincuenta. Así, protagoniza la que está considerada como su mejor película, “Lola la Piconera” (1951), a las órdenes de Luis Lucia, ambientada en la Guerra de la Independencia. La protagonista interpreta, entre otros temas, la zambra “Callejuela sin salida”.
Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, La Piconera,
Que a la vez que va andando
Va derramando la primavera.
A cantar en un colmao
Les espinas de un queré,
Que en la boca me ha dejao
La amargura de la hiel.
Con que viva Andalucía
Y la pena que se muera,
Lo que vale es la alegría
Y esta copla tan sentía
Que canta Lola,
Lola, Lolita, La Piconera.
Quintero - León - Quiroga
Continua su filmografía con Luis Lucia y con el título “Gloria Mairena” (1952). El filme supone un inconmensurable éxito y la crítica elogia la doble interpretación de Juanita dando vida a una famosa tonadillera y a su hija. Interpreta Juanita en este filme, entre otras, el inmortal pasodoble “Capote de grana y oro”:
Que le pongan un crespón
A la Mezquita,
A la torre y sus campas,
A la reja y a la cruz,
Y que vistan negro luto las mocitas
Por la muerte de un torero
Caballero y andaluz.
De luto todos los cantes
Y las mujeres flamencas
Con negras batas de cola,
De luto los maestrantes
Y las uñas deslumbrantes
De la guitarra española.
Capote de grana y oro
Alegre como una rosa
Que te abrías ante el toro
Igual que una mariposa.
Capote de valentía
De su vergüenza torera
Que a tu cuerpo te ceñías
Lo mismo que una bandera.
Como reliquia y tesoro
Te llevo en el alma mía,
Capote de grana y oro.
Quintero - León - Quiroga
Cuatro historias conforman una poco aprovechada película de sketches titulada “Aeropuerto” (1952), también con el director Luis Lucia. Juanita interpreta aquí la inmortal zambra “Yo soy esa”.
Yo soy esa,
Esa oscura clavellina
Que va de esquina en esquina
Volviendo atrás la cabeza.
Lo mismo me llaman Carmen,
Que Loliya, que Pilar.
Con lo que quieran llamarme
Me tengo que conformar.
Soy la que no tiene nombre,
La que nadie le interesa,
La perdición de los hombres,
La que miente cuando besa,
Ya lo sabe: yo soy esa.
Quintero - León - Quiroga
Del mismo año es “Sucedió en Sevilla” (1952) de José Gutiérrez. Y llegamos a la última interpretación para la pantalla grande por parte de Juanita Reina. “La novia de Juan Lucero” (1958) de Santos Alcocer, rodada en formato panorámico. Por último, Juan de Orduña ofrece a Juanita el papel principal de “El último cuplé” (1957), a las órdenes del director Juan de Orduña, que finalmente interpreta Sara Montiel y que la Reina rechaza por parecerle demasiado atrevido dar vida a María Luján.
Juanita Reina graba en su vasta y extensa discografía más de quinientas canciones. En cuanto a la canción no le gustaba a la artista interpretar canciones que otras intérpretes hubieran popularizado, y es por eso que los hermanos Álvarez Quintero y el maestro Quiroga componen coplas y canciones especialmente para ella, como las mencionadas “Yo soy ésa” e “Y sin embargo te quiero”, y “Francisco Alegre”.
En 1964 contrae nupcias con el bailaor, Federico Casado Algrenti, más conocido como ‘Caracolillo’, en la Basílica de la Macarena. Un año después nace el único hijo de la pareja, Federico Casado Reina. Abren entonces un restaurante en Madrid y una academia en Sevilla. Antes, en 1960, le es concedida la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Ya casada, le otorgan la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo en 1975. Poco a poco se va alejando de los escenarios para atender a su familia y su academia de baile.
La culminación de su carrera llega con el espectáculo musical dirigido por Gerardo Vera, “Azabache”, en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, junto a Rocío Jurado, Nati Mistral, María Vidal e Imperio Argentina. Ese mismo año, recibe la Medalla de Oro de Andalucía. En 1994 el ayuntamiento de Sevilla le dedica una glorieta en el Parque de María Luisa.
La artista ingresa el diecinueve de marzo de 1999 en la clínica Sagrado Corazón de Sevilla aquejada de una insuficiencia respiratoria, falleciendo una hora después y recibiendo cristiana sepultura en el cementerio de San Fernando en Sevilla, tras un multitudinario funeral al que acudieron más de tres mil personas, además de artistas, compañeros y autoridades.
La figura de Juanita es inconmensurable y eclipsa por completo e irremediablemente a todo artista que se ponga a su lado. Amiga de todos y querida y respetada por todos, permanece su nombre entre los más grandes que ha dado la copla. Juanita Reina, la voz y la rosa más bella de la copla, por siempre.
Benito Martínez del Baño
Periodista y escritor
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