Cultura

Marea Rock 2022, un festival de 10

Dos semanas consecutivas de lluvia en la región,  algo inusual en nuestra tierra, han dado tregua este fin de semana para la celebración del esperado festival Marea Rock, el cual lleva retrasándose dos años por las restricciones sanitarias debido a la pandemia.

El evento comenzó viernes a las 15:30 y acabó a las 2:30 de la madrugada del sábado al domingo, pasando un total de 16 grupos por el escenario.

Cabe destacar la magnifica organización formada por la fusión de la productora murciana Monkey Pro y Garaje Beat Club, pues además de la increíble selección de bandas, vimos iniciativas ejemplares como la restauración exclusiva de comida vegana y libre de maltrato animal que, por cierto, fue un éxito entre los asistentes.

Además, se contó con la colaboración de “Santuario espíritu libre” para la concienciación del no consumo de productos de origen animal y recaudar fondos para su santuario.

Otro dato reseñable, fue la presencia del Punto Violeta facilitando información y asesoramiento en educación, atención y actuación en caso de agresión sexual. Sobre este tema, la mayoría de bandas también se hizo escuchar, bien por canciones con letras contra la violencia sexual o por discursos introducidos durante la actuación.

El festival dio comienzo con el grupo Knibal, trío yeclano de rock con influencias como el metal, grunge, hardcore o punk.

Les siguieron Shock, que trajeron las raíces punk de las tierras vascas con una mezcla rockabilly agresiva y melódica a la par. Su energía y puesta en escena sobre el escenario fue brutal e hipnótica.

Kaótiko iba a ser la siguiente actuación, pero tuvieron que ser sustituidos a última hora por Crim, banda catalana con toques de punk británico.

A las 19:50 Los de Marras, como es costumbre, hicieron cantar a coro a todo el público y les pisaron los talones Los Chikos del Maíz con su rap político cargado de crítica social.

Mafalda llenó el escenario, literalmente, con sus nueve integrantes y pese a ser una banda valenciana sus letras recorrieron el castellano, catalán e inglés con un sonido ska, reggae y hardcore.

Llegó el turno para los italianos Talco, que lejos de encontrarse con un público agotado, puso el recinto patas arriba. Muchas espaldas se verían resentidas, pues se alzaron decenas de personas en hombros y se empezaron a ver los primeros pogos del festival.

Cerró la noche la actuación de Juantxo Skalari y la Rude Band, haciendo al público cantar al unísono sus míticos y más recientes éxitos.

Dejando unas horas de descanso, la segunda jornada abrió sus puertas de nuevo, con solazo y ganas de seguir pasándolo bien. Para ello, el grupo del Valle de Ricote Chorretón dlptv, iba preparado, el “buenrolleo” invadió el escenario con sus temas llenos de guasa.

A las 18:30 fue el turno de Arpaviejas, al público le fue siendo difícil conservar la voz en este punto del espectáculo, ya que la banda de Barcelona hizo gritar a todos los asistentes con su música punk y sus letras cargadas de rabia.

Desde Italia, llegaron los siguientes artistas, Los Fastidios, aunque el único fastidiado era el cantante, llevando un brazo en cabestrillo, no dejó de bailar y hacer que la gente se viniera arriba.

Sobre las 19:15, El Último Ke Zierre hizo una actuación redonda, tal y como tiene acostumbrado a su público.

Pese al frío por la caída del sol, Kaos Urbano caldeó el ambiente. El grupo de Alcobendas hizo vibrar el suelo y los tímpanos de los allí presentes. El cantante paró el concierto por un “espontáneo” de unos 5 años. El menor, saludó al público y estuvo durante una canción cogido de la mano de éste. Música oi! y ternura son compatibles.

Uno de los platos fuertes estaba por llegar de la mano de Evaristo Páramos, Tropa do Carallo, nuevo grupo del cantante de La Polla Records. Energía y vacile en estado puro. Referente y pionero en la escena punk estatal, este hombre tiene aún mucha mecha que quemar.

La actuación de Lendakaris Muertos fue una de las más esperadas. Sobre las tablas siempre les acompaña su mascota, el oso panda y sus ojeras, protagonista de uno de sus grandes himnos. El cantante, como era de esperar, acabó en el centro del gran tumulto.

Esta marea de conciertazos la finalizó KOP, grupo de hardcore punk, poniendo el grito en el cielo, nunca mejor dicho, pues se hicieron oír incluso al otro lado del Río Segura.

Organización, recinto, artistas, momento en el cual se ha realizado, todo esto y más han hecho que el Marea Rock 2022 haya sido un festival de 10, a la altura de lo esperado y dejándonos con buen sabor de boca e impacientes por disfrutar del próximo.

¡Nos vemos en el Marea Rock 2023!

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