Desde hoy y hasta el 8 de abril Virginia Bernal expone "Recortables" en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia.
RECORTABLES.
Hace unos años, concebí una exposición sobre el recuerdo, como una manera de interactuar con las viejas fotografías familiares en un corolario personal.
Todo aquel proyecto partía del concepto de la memoria como una reconstrucción de la mente, y del crecimiento como una forma de afrontar el mundo con objetos de transición a modo de compañeros de viaje más o menos físicos o tangibles; esos fetiches personales tomaban en la muestra la forma de numerosas fotografías hibridadas con la pintura y la fotoescultura, eran imágenes complementadas con fotogramas de elementos ausentes y objetos personales ya perdidos.
En aquel momento, comprendí que era un viaje hacia la creación como una forma de nombrar lo vivido; algo obligatoriamente asociado a la propia experiencia y a la resbaladiza memoria, como la construcción mental que es, al pasar por el tamiz del tiempo los tipos de relaciones basculantes entre las personas.
He terminado por rescatar los idealizados ecos familiares de las utopías pasadas, una sensación de pérdida acerca de un ánimo pasado que me desencanta menos que un futuro distópico, en ese tipo de estética he confinado esta selección de trabajos; por ello, no puedo más que pensar en la burbuja intelectual donde se gestaron y tratar de expandirlos estéticamente, fuera de ese entorno controlado, se me antoja una utopía.
Inspirada en el papel pintado realizado a finales del siglo XIX y principios del XX, la apariencia de interior burgués, acompañada por la estética de los daguerrotipos y los camafeos de retratos victorianos, trata de representar en esta serie de obras, una especie de teatro doméstico donde los pequeños o grandes dramas adquieren una dimensión mítica en las leyendas de cierto entorno familiar. Finalmente, entre cianotípias, gomas bicromatadas, vestidos reinventados, maquetas en papel, grabados y pinturas recientes se ubican todas ellas.
La creación de diversos soportes, tanto fotográficos como escultóricos y pictóricos, me ha guiado por ese camino que me ha permitido realizar un viaje introspectivo, dilatado en dos décadas. Estas son las imágenes de mi memoria, que parcialmente es la nuestra, las que consumimos e incorporamos a nuestro ideario, olvidando a menudo lo que se cuece entre las bambalinas del recuerdo.
Virginia Bernal, 2022
Virginia Bernal.
Cartagena, (España), 1970.
Licenciada en BBAA por la Universidad Politécnica de Valencia.
Desde 1996 viene trabajando con emulsiones de procesos fotográficos alternativos antiguos (cianotipia, goma bicromatada) sobre diversos soportes (papel, lona) mientras dialoga con cierta plasticidad pictórica, las maquetas y la fotoescultura
Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en España y en ferias y festivales de arte como Artexpo (Barcelona), Art Madrid, Abierto de Almansa (Albacete), Caminos de hierro (Madrid), Artsur (Córdoba) y 11º Primavera Cinematográfica de Lorca.
Internacionalmente ha expuesto en la feria Lineart en Gante (Bélgica), Zona Zero (Méjico), The Gabarrón Foundation Carriage House Center for the Arts de Nueva York, en el Contemporary Art Museum de Capua (Italia) y en el Palazzo delle Arti Capodrise en Caserta (Italia).
En su proceso creativo Virginia Bernal hereda el modo de construcción del cine y el teatro clásicos, en el que los decorados eran filmados y reproducidos en blanco y negro en beneficio de una atmosfera y ambientación cercanos a las sombras chinescas y a las marionetas.
En su obra pictórica reciente es importante comprender que están inspirada en el papel pintado realizado a finales del siglo XIX y principios del XX.
La apariencia de interior burgués, acompañada por la estética de los daguerrotipos y los camafeos de retratos victorianos, trata de representar una especie de teatro doméstico donde los pequeños o grandes dramas adquieren una dimensión mítica en las leyendas de cada familia; pretendiendo así que cada uno de estos mitos universales pasen a ser íntimos y particulares.
La creación de diversos soportes, ha guiado su obra por un camino que le ha permitido realizar un viaje introspectivo, dilatado en dos décadas. Estas son las imágenes de su memoria, que parcialmente es la nuestra, las que consumimos e incorporamos a nuestro ideario, olvidando a menudo lo que se cuece entre las bambalinas del recuerdo.