Cultura

Sagsayhuaman I

Datos y citas.

Sagsayhuamán es una de las edificaciones más asombrosas de todo el mundo. Se piensa que empezó a construirse durante el gobierno del inca Pachacutec en el siglo XV.

Se cree que más de 20 mil hombres extrajeron las piedras de las canteras aledañas y la trasladaron 20 kilómetros hasta la colina de la ciudad del Cusco.

Hoy, se calcula que Sagsayhuaman conserva solo el 40 por ciento de su antigua estructura. Aun así, el sitio posee estructuras de hasta 125 toneladas de peso.

El recinto arqueológico de Sagsayhuaman se encuentra a 2 kilómetros al norte de la Plaza de Armas del Cusco. Se ubica a 3,700 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.).

Se extiende en una superficie de más de 3 mil hectáreas, en una colina cercada por montañas.

La arquitectura en Sagsayhuaman posee construcciones sagradas como edificios residenciales, torreones, adoratorios, almacenes, caminos y acueductos. Es por eso que, la forma y la armonía del paisaje guarda similitud con otros lugares sagrados incas como Machu Picchu.

El muro principal de Sagsayhuaman está construido en zigzag con piedras gigantescas de hasta 5 metros de alto y 2.5 metros de ancho (entre 90 y 125 toneladas de peso).

El lado sur está limitado por un muro pulido de aproximadamente 400 metros de largo. El este y oeste se limitan por otros muros y andenes.

Los rodaderos son una formación natural de diorita de origen volcánico. Con el pasar de los años, se moldeó de forma arqueada a modo de deslizadero (tobogán).

Las ‘chincanas’ son túneles o cuevas subterráneas en Sagsayhuaman. Son dos, la más pequeña mide alrededor de 15 metros y se ha convertido en una distracción para los viajeros. La grande, se encuentra al norte del complejo.

Según la tradición oral, muchas personas intentaron encontrar el final del túnel más grande sin éxito. Incluso algunos no lograron salir. Se cree que este túnel conduce al Coricancha (Templo del Sol). Actualmente, la entrada a esta chincana está cerrada.

CONCLUSIONES:

¿Pueden las piedras hablar? ¿Qué están  tratando de decirnos? ¿Hay en ellas algún indicio que nos diga qué pudieron haber sido estos lugares? Por increíble que parezca esos indicios están ahí; solo hay que verlos.

Este es el rebaje circular que en la imagen del capítulo anterior solo era un punto apenas perceptible. Que como veremos está muy relacionado con Sagsayhuaman.

La leyenda dice que en la hendidura, podría encajar un pequeño disco de oro conocido como "la llave de los dioses de los siete rayos". Sin embargo al ver con más detalle la hendidura no parece que ahí pudiera encajar ningún disco pequeño. Y parece como si la piedra hubiese sido quemada por los bordes, incluso parece que ha sido derretida, como si hubiese soportado un tremendo calor.

Cuando vi esa imagen me dije ¿Qué ha podido hacer esto? Un agujero con material de roca reblandecido y depositado alrededor. Inmediatamente pensé que lo único que podía haber hecho esto era un rayo. Pero en aquel momento pensé que fue el rayo el que reblandeció el material de roca y se deposito alrededor del agujero.

No mucho más tarde y al ver una famosa imagen en la llamada puerta del templo de Sagsayhuaman, también en Perú  me di cuenta que la roca tenía una consistencia blanda cuando incidió el rayo. Al tiempo que caía en la cuenta que esos templos estaban sin terminar de construir muchos de ellos (los más incipientes) y por tanto la roca aun tenía una consistencia blanda.

Luego ese material no lo derritió el rayo; sino que estaba reblandecido cuando el rayo impacto. Y por tanto los verdaderos constructores decidieron abortar la construcción mientras la estaban construyendo o generando.

Esto para mí fue un descubrimiento muy importante confirmado en todos y cada uno de los supuestos templos que hay por todo el mundo y que todos sabemos cuáles son.

Existen varias leyendas en torno a Sagsayhuaman donde ha habido desapariciones:

Las chinkanas de Sagsayhuaman, son conocidas también como laberintos, túneles subterráneos de piedra caliza. Estas chinkanas o cuevas, están ubicadas en la zona conocida como la fortaleza de Sagsayhuaman, exactamente en el lugar conocido como: Zona X, llamada así por la letra que forma el conjunto de cavernas al cruzarse.

El nombre tiene origen en la lengua quechua “chinkana”; lugar donde uno se pierde o también conocidas como laberintos, son misteriosas cuevas hechas en roca caliza; no fueron los incas los que las construyeron; sino una civilización anterior a ellos quienes lo hicieron, aun que se desconoce la función de estos conductos en esa increíble máquina que es este lugar realmente.

Existen dos Chinkanas en Sagsayhuaman, como hemos comentado: Una accesible al público, por tener un recorrido corto y existe otra que no es accesible para nadie, por ser de recorrido más largo, y es en esta cueva donde aparecieron muchas leyendas, ya que muchas personas se extraviaron. Se dice que estas chinkanas en Sagsayhuaman, conectarían con el mundo subterráneo de los Incas.

La chinkana chica está ubicada a 150 metros del rodadero o Suchuna, es la más pequeña y es accesible al público ya que  su recorrido es corto.

Diferentes cronistas han dejado datos sobre las chinkanas Inca, y existe una teoría que sugiere que hay una de ellas que estaría conectada con el Qoricancha, el antiguo Templo de Oro del Cusco.

La chinkana grande o también llamada: Piedra Cansada, está ubicada a 200 metros de la pequeña, pero está totalmente cerrada al público. Se ubica a unos 200 metros de la anterior y no es accesible para nadie; es en esta donde recaen varios mitos conocidos por los lugareños, relatos que aun en el siglo XX, eran refrescados por nuevas desapariciones.

Las historias varían según las personas que los narran pero todas confluyen en que las redes de cavernas comunican también con el templo del sol o Qorikancha, incluso se dice que nace en este lugar en pleno corazón del Cusco donde ahora está construido el templo de Santo Domingo.

Las entradas a la chinkana grande, están cerradas y sorprende el misterio de la iglesia que al parecer tiene la entrada inicial a este submundo, que al parecer contiene caminos sin fin en su interior.

Una de las leyendas más conocidas es la de dos osados jóvenes que emprendieron rumbo a la chinkana grande. Equipados con cuerdas, ganchos y velas se prepararon por la posibilidad de encontrar trampas naturales que algunas historias cuentan que están camufladas en la oscuridad. Pasaron muchos meses en que no se supo nada de los aventureros y se pensó que la muerte había sido su fin. Sin embargo en plena celebración de misa en la Iglesia Santo Domingo, se escuchó el golpe claro de un objeto macizo en las paredes de la iglesia.

Al haber interrumpido la misa los asistentes identificaron su procedencia, al parecer venía de atrás de una pared recientemente levantada hace poco, cuando lograron  romper el muro vieron una caverna que se perdía en la oscuridad y a un anciano con una barba desgreñada. Murió poco después de haberlo encontrado y la sorpresa se volvió asombro cuando firmemente en una mano sujetaba un choclo (mazorca) de oro macizo.

También hay rumores que durante la fiesta de los sacerdotes y chamanes elegidos por la Pachamama, se ven en estas cuevas con los descendientes de los incas que aún habitan en el inframundo.

En 1923 en Lima, se organizó una expedición arqueológica a los túneles entrando por el Cusco. La expedición se dirigió hacia la costa del Pacífico, y después de varios días se perdió el contacto con varios miembros de la misma. Después de 12 días, sólo uno de los tres regresó. Habló de giros extraños, obstáculos y trampas en el estilo de Indiana Jones. Lo más sorprendente de su historia fue que sus colegas declararon que los acontecimientos vividos le hicieron perder la cabeza. 

En 1940, Harold Wilkins se refiere a esta misteriosa red que parece para interconectar todos los sitios arqueológicos del continente. Misterios de la antigua América del Sur y las antiguas ciudades secretas en América del Sur.

Diferentes cronistas han dejado datos sobre las chinkanas y existe una teoría que sugiere que hay una de ellas que estaría conectada con el Qoricancha.

El Padre jesuita Agnelio Oliva (1542-1572), relató que: Huayna Cápac dotó de nuevos, muy suntuosos y grandes edificios y a él es atribuida la construcción del laberinto subterráneo que llaman Chinkana, del cual laberinto había salidas a los caminos de fronteras, puentes, fortalezas y otros edificios.

Garcilaso de la Vega (Comentarios Reales de los Incas, 1609) explica que:

Una red de pasajes subterráneos, tan largo como las propias torres estaban todos conectados. El sistema era compuesto de calles y alamedas partiendo en todas las direcciones, todas con puertas idénticas.

Garcilaso continúa señalando: Algunos de los túneles llegaban a Cusco, a tres kilómetros de distancia, comunicando Sagsaywamán con el Koricancha y otros edificios. Otros túneles se adentraban hacia el mismo corazón de los Andes, sin saber a dónde conducían exactamente.

Las investigaciones sobre estos laberintos tomaron nuevamente importancia en el año 2003, cuando la prensa internacional  hizo eco tras el hallazgo de un gran túnel subterráneo de dos kilómetros de longitud en el subsuelo cusqueño. 

Rafael Alfonso Alfaro García.

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