Ricardo Maurandy, de 26 años de edad y natural de Alcantarilla (Murcia), ha publicado su primer poemario, Baladros, editado por el sello Poesía eres tú, del grupo editorial Pérez-Ayala.

Graduado en Ingeniería Electrónica por la Politécnica de Cartagena y actualmente estudiando Literatura General y Comparada por la Universidad Complutense de Madrid, Ricardo nos cuenta que el poemario comienza a fraguarse en 2015, siendo por tanto su lírica un recorrido que hace paradas en estaciones fácilmente reconocibles por todos, donde el hermetismo, la pérdida de rumbo y el fracaso serán sendos protagonistas a los que se enfrenten sus versos, generando una dialéctica interna de búsqueda y huida, de temor y esperanza; y, en última instancia, de inquietudes resueltas ante la constatación de la muerte.

La obra cuenta con el prólogo de Diego Santos Sánchez, doctor en Filología Hispánica y autor de El teatro pánico de Fernando Arrabal (Tamesis, 2014), que sostiene que "el autor nos propone una voz poética que no tiene pudor a la hora de desnudarse ante nuestros ojos, que nos ofrece estampas de un enorme lirismo, que juega con las formas, con los metros, con la tradición y con su propia experiencia. Este poemario es, en definitiva, un ejercicio de desconfinamiento del yo lírico, que libera sus ataduras, recorre su camino y llega a un mundo nuevo, al que todos llegamos tras un periodo de reclusión, de sufrimiento y soledad".

A pesar de su corta trayectoria, y de la imposibilidad de realizar presentaciones físicas hasta ahora, Baladros está recibiendo críticas positivas. "Sus versos son ingrávidos y se tiene la sensación de estar observando a un ave que en cualquier momento va a remontar el vuelo", comenta la escritora y editora Evelyn García Tirado.

En espera de poder realizar las presentaciones pertinentes, Ricardo nos anuncia que próximamente habrá una presentación virtual de Baladros, que estará disponible en Facebook y será llevada a cabo en el Museo Comarcal Velezano Miguel Guirao, de la vecina provincia de Almería, donde el autor colabora con Revista Velezana.

Sigo aquí

Estoy en un eterno devenir de inconsistencias,

de humo en expansión descoordinada,

de gotas corriendo en la ventana

hacia los rayos del alba en cantares de calma.

Estoy atascado entre la pregunta y la respuesta,

entre la metáfora y el sueño,

entre el miedo y la carencia.

Estoy, y eso me irrita,

me desgasta y calcina mis huesos

en minutos de angustiosa espera,

que, bañados por las aguas de tus ojos,

hacen del deslucido

brillante quimera de verano.