El Jurado, compuesto por: Ignacio Yepes (presidente), compositor y director de Orquesta; Mª Rosa Calvo-Manzano, catedrática de arpa y concertista; Alfredo Vicent, profesor del departamento de Música la Universidad Autónoma de Madrid y concertista de guitarra; José Antonio Esteban Usano, compositor y profesor del Conservatorio Profesional de Música de Cuenca; y Mª Victoria Rullán Miquel (secretaria), directora del Aula de Música de la Fundación, reunido en Madrid, ha decidido declararlo desierto.
La Fundación Fernando Rielo convocará la próxima edición, con bases renovadas, en la primavera de 2020.
La Fundación Fernando Rielo trata con esta iniciativa de promover la composición de nuevas obras que recojan la necesidad de valores transcendentes que el mundo actual padece. El texto propuesto para la música, teniendo en cuenta las aspiraciones más profundas de la humanidad, trata de respetar la sensibilidad religiosa proveniente de pueblos y culturas distintas. Por esta razón se entiende la música sacra, no solamente en el sentido de acompañamiento litúrgico, sino en el sentido más amplio de expresión de la transcendencia.
Fernando Rielo señala a este respecto en las bases del Premio: “La música sacra es místico sentir del espíritu humano que expresa su filial comunicación con Dios, invocada en la más cualificada armonía que pueda producir la técnica comunicativa del lenguaje musical. El buen gusto, síntesis de la verdad, bondad y hermosura, lleva al artista a hacer confesión, por medio del talento o práctica musical, de su mística unión con Dios. La música sacra es, por esta causa, más allá de toda lengua vernácula, verdadero lenguaje universal.”
En las últimas ediciones, han obtenido el galardón los compositores: Antonio Noguera, José Adrián Viudes, Sebastián Mariné y Miguel Ángel Tallante; y han recibido una mención de honor: Laura Vega, Mª Concepción Lebrero, Francisco Gil Valencia, Juan de Dios Ramírez y Marcos Mato.