La Consejería destina 48.400 euros al estudio del último hallazgo en uno de los enclaves arqueológicos y naturales más destacados del Mediterráneo peninsular.
El apoyo que, desde la Corporación municipal presidida por el alcalde Tomás Rubio, se ha dado al descubrimiento, así como el trabajo realizado para divulgación nacional e internacional, con la presencia en la Feria Internacional de Turismo (FITUR), en el Museo Arqueológico Nacional, así como en diferentes países, ha hecho posible obtener este importante impulso para la investigación y consolidación de un proyecto cuyo valor es incalculable para Cieza.
Esta intervención inicial permitirá evaluar el estado de conservación de la cavidad en condiciones naturales, sin alteraciones antrópicas, que siente las bases para futuros proyectos de investigación y preservación. El objetivo es dotar a los especialistas de herramientas fiables para garantizar su valor científico y uso patrimonial a largo plazo.
Entre las tareas previstas destacan la instalación de sensores para el registro continuo de gases, temperatura, humedad, presión, lluvia y goteo de agua; análisis isotópicos para comprender la circulación de gases y agua; muestreos bioespeleológicos enfocados en la fauna cavernícola; y estudios petrológicos y mineralógicos que permitirán datar depósitos, reconstruir paleoclimas y comprender la historia ambiental de la región.
Los trabajos incluyen también la documentación de zarpazos y camas de hibernación de oso, así como prospecciones científicas en las áreas con mayor potencial arqueológico y paleontológico, con vistas al hallazgo de restos y la planificación de futuras excavaciones.
Un enclave único
El conjunto arqueológico y de arte rupestre de la Cueva del Arco, situado a unos 13 kilómetros al oeste de Cieza, en el Barranco de la Tabaquera, reúne una serie de cavidades articuladas alrededor de un gran arco natural que da nombre al lugar. Declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial, forma parte desde 1998 del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica (ARAMPI) de la UNESCO, que reconoce en este enclave uno de los conjuntos de arte rupestre más extensos de Europa y un testimonio excepcional de la evolución cultural humana.
La cueva es, además, uno de los yacimientos clave para estudiar las primeras ocupaciones humanas en la Región de Murcia, con evidencias del Paleolítico medio y superior que incluyen herramientas líticas, restos óseos y arte rupestre. Su secuencia estratigráfica la convierte en un referente para comprender la transición entre neandertales y sapiens. Además, gracias a esta dotación de la Consejería de Cultura, se podrán continuar los trabajos de excavación que han puesto a la Cueva del Arco en la primera plana de la investigación prehistórica.
La nueva cavidad hallada en 2022 amplía este valor patrimonial gracias a un sistema kárstico de grandes dimensiones, sedimentos bien sellados y formaciones geológicas excepcionales, un escenario que promete hallazgos y refuerza la necesidad de una intervención temprana para no alterar su excepcional estado de conservación.