Hace unos diez años, los medios de comunicación y la sociedad murciana en general dieron la voz de alarma sobre un hecho muy preocupante: los dos oleoductos, propiedad de la multinacional Repsol, que unen las refinerías de la misma empresa de Cartagena y de Puertollano, cruzaban sumergidos el embalse del Cenajo, lo que podía suponer un riesgo elevado en caso de rotura o fuga de los derivados del petróleo transportados.
En efecto, este importante embalse se ubica en una zona catalogada de riesgo sísmico alto y, como se dio a conocer entonces, había informes técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura que ponían en relieve y desaconsejaban la construcción del segundo oleoducto, más moderno, y la retirada del primero, más antiguo y con mayores problemas de seguridad.
Desde Podemos-Cieza, instan al Ayuntamiento "a que retome la preocupación por el problema de los oleoductos sumergidos" que, como recuerda María Jesús Fernández Ortiz, portavoz del círculo ciezano de Podemos, "fue objeto de una moción aprobada por la unanimidad del Pleno en la que se rechazaban los oleoductos sumergidos, y también de una propuesta en la Asamblea Regional que fue asimismo respaldada por todos los grupos". El tema, incluso, llegó al Congreso de los Diputados.
Como señala la portavoz morada, "este asunto, como tantos otros, pasó al olvido tras haber generado una movilización destacable, tanto en el plano social como en el institucional, y se fue dejando, poco a poco, de hablar de esto".
Sin embargo, la realidad es que "los dos oleoductos siguen transportando cantidades ingentes de productos petrolíferos bajo las aguas del Cenajo todos los días, ante el silencio y el olvido social", y que este hecho "supone un riesgo inasumible, ya que este embalse supone la reserva estratégica de agua más importante de la cuenca del Segura, de la que dependen la agricultura y el abastecimiento de más de un millón de personas".
Lo que Podemos-Cieza pide al Ayuntamiento es que "se interese ante la Confederación por la existencia, en su caso, de informes técnicos relativos a inspecciones realizadas sobre el estado de los dos oleoductos, con una especial preocupación por el primero, mucho más antiguo y con menos medidas de seguridad". Y, en el caso muy probable de falta de información, "que se inste a la Confederación a llevar a cabo las inspecciones pertinentes".
Y, en un plano más político, "que tome las medidas oportunas para elevar el tema a la asamblea Regional, al Consejo de Gobierno de la región, al Congreso de los Diputados y al Gobierno de España", a fin de que, desde las competencias concurrentes de todos estos órganos "se busque una solución, que tiene que pasar forzosamente por la retirada de los tramos sumergidos de las conducciones y por el estudio de un trazado alternativo, lo antes posible".