El uso de la mascarilla, tras aprobación del Consejo de Ministros, ha dejado de ser obligatorio en muchos lugares. Sin embargo, hay algunos en los que continúa siendo imperativa su utilización.
Seguirá siendo obligatoria en centros asistenciales, tanto para los trabajadores como para los visitantes y personas ingresadas que compartan espacios comunes, para proteger a los más vulnerables. También será obligatoria en los centros sociosanitarios.
También será imperativo su uso para viajar en metro, autobuses, taxis, trenes, aviones o barcos. E incluso en las farmacias, mientras que en el ámbito escolar se aconseja no utilizarla.
Se aconseja hacer un uso responsable de la mascarilla entre la población vulnerable en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con personas a una distancia menor de 1,5 metros. Este mismo consejo se hace extensivo al profesorado con factores de vulnerabilidad.
En el ámbito laboral, la obligatoriedad del uso del cubrebocas dependerá de las recomendaciones de los servicios de prevención de cada empresa.
En el entorno familiar, se recomienda usar la mascarilla en las reuniones de amigos y celebraciones privadas que se lleven a cabo en interiores.
No será obligatoria, aunque sí estará recomendada, en espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan, como los comercios (centros comerciales, supermercados o pequeño comercio); en espacios cerrados en los que las personas permanecen tiempo sin comer ni beber (cines, teatros, salas de conciertos y museos) y en lugares cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo (bares, restaurantes y locales de ocio nocturno).