Los días internacionales que en la actualidad conmemoran Naciones Unidas ayudan a comprender e interpretar el complejo mundo en que vivimos, iluminando la sociedad e influyendo en las actitudes de la gente. La misión se complica cuando debemos examinar los episodios más oscuros de esa sociedad. Cualquier comunidad marcada por la lacra de la violencia machista tiene que decidir qué recordar, y cómo hacerlo. La memoria individual es una cosa, pero la memoria colectiva trasciende las generaciones y ayuda a definir el carácter de una sociedad. El Día Internacional contra la Violencia de Género desempeña un papel crítico en la construcción de la memoria colectiva; en este caso, orientando la mirada de un país hacia una lacra que quizá preferiría olvidar. Y es que el machismo ha moldeado casi todos los aspectos de la vida española a lo largo del siglo XX.
Cuarenta y cuatro sillas vacías con un lazo morado en el centro de la plaza de España. Esta impactante imagen tiene sentido en el contexto de una realidad criminal que se ha cobrado la vida de 41 mujeres y 3 niños en lo que va de año. No cabe duda de que es un acierto la colocación de este símbolo en un lugar destacado de la ciudad como homenaje de los ciudadanos a las víctimas de esta lacra social. Pese a que los datos siguen dibujando una realidad teñida de negro, cada vez hay un mayor compromiso de la sociedad para acabar con la violencia machista. Muestra de ello fue este miércoles el sencillo acto del Día Internacional contra la Violencia sobre la Mujer, cuya organización condicionada por la pandemia corrió a cargo la Concejalía de Mujer e Igualdad en colaboración con el Centro de Atención Especializada a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (CAVI de Cieza Vega Alta).
El compromiso y la concienciación de la sociedad contra esta lastimosa lacra crece año tras año. Así lo puso de manifiesto ante los medios de comunicación la concejala de Mujer e Igualdad, Melba Miñano, al tiempo que recordó a todas las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, unas víctimas que se deben recordar durante todo el año. Miñano planteó la necesidad de ir de la mano hombres y mujeres en la lucha contra la violencia machista. "Queda mucho por hacer, porque no podemos tolerar que una sola mujer sufra el drama de los malos tratos y vea como su agresor acaba con su vida". Antes, la responsable municipal depositó un ramo de flores junto a la concejala de Administración General, María Jesús Moreno, a los pies del monolito en recuerdo de las víctimas de la violencia de género. También quiso apoyar con su presencia el acto la edil de la Corporación Municipal, Laura Villa.
Fue ayer cuando se instaló también un banco de madera alusivo a esta conmemoración internacional en las inmediaciones del monolito. Miñano, en la conclusión del acto ante la atenta mirada del personal técnico de su área municipal y del Centro de Atención Especializada a Mujeres Víctimas de Violencia de Género, se acercó al interior de la plaza de España donde se colocaron cuarenta y cuatro sillas vacías correspondientes a las 41 mujeres y 3 niños asesinados en lo que va de año. En ese momento se sumó al reducido grupo de autoridades el concejal de Hacienda, Antonio Ignacio Martínez-Real. La jornada concluyó con la lectura del manifiesto de forma telemática por el alcalde de Cieza, Pascual Lucas, y la marcha virtual para repudiar la violencia de género. El regidor dijo que "no podemos consentir estos comportamientos en nuestra sociedad y necesitamos unirnos a todos los niveles para luchar contra esta lacra".